miércoles, 30 de noviembre de 2022

“¡¡¡EL COCHE!!!”

 

“¡¡¡EL COCHE!!!”

Convertir lo útil en imprescindible es una enorme equivocación que arrastra al comportamiento esclavizante. Desde luego, no da la felicidad.

Confundir la felicidad con la posesión de cosas perecederas y materiales manifiesta una falta de educación y de valores. Es convertir los medios en fines, sin necesidad y sin finalidad ni utilidad.

El coche es un medio, no un fin. Convertirlo en un fin es un error.

La vida es muy corta -aunque se crea lo contrario- y perderla en la búsqueda y cuidado de objetos materiales que se deshacen con el tiempo, que cuestan dinero y disgustos, es vivir equivocado: es gastar energías e ilusiones en algo que no se lo merece, y que normalmente trae como consecuencia la pérdida de lo que sí vale la pena, de lo que sí merece atención y sacrificio.

Hay quien hace sacrificios por mantener el coche cuando ese tiempo y esos recursos los podría dedicar a vivir mejor, atender a los suyos, disfrutar de la vida, de la familia y del amor.

El conductor nunca ve lo que le rodea, tiene que ir atento a la carretera.

Ahora - que no conduzco para no contaminar- veo lo que no había visto durante muchos años. ¡Me había perdido muchas cosas!

El coche es, además, un contaminador de la vida, del ambiente, del bolsillo y de todo lo que nos rodea.

Vivir soñando e invirtiendo dinero, tiempo, esfuerzos en comprar y tener un coche ¿le hace sentir más feliz y contento?

Por favor: dígame con toda honestidad ¿es más feliz teniendo coche?

Ahora que no conduzco me siento más relajado, no tengo que vérmelas con otros conductores maleducados y agresivos, veo y contemplo el paisaje y el paisanaje, ahorro dinero. Y todos tan felices y contentos.

Dichoso aquél para quien el coche es un medio y no un fin, y no confunde los medios como el fin.


martes, 29 de noviembre de 2022

“¡¡¡LA FIDELIDAD Y LA LEALTAD!!!”

 


“¡¡¡LA FIDELIDAD Y LA LEALTAD!!!”

“¡La fidelidad y la lealtad son valores recíprocos, según van deben venir, y si no vienen no regresan y se van, y si regresan aumentan sin cesar!”

Vivir sin fidelidad ni lealtad, es ser un corrupto de costumbres y de hechos que arrastran al mal.

La fidelidad y la lealtad son valores y vivencias que hay que fomentar para poder vivir de forma natural y normal. Lo contrario es caminar certero al mal.

Las costumbres son una consecuencia de los valores heredados y aprendidos de nuestros padres. Y esas costumbres serán fieles y leales si aprendidas las aceptamos, las vivimos y las compartimos.

Compartir la fidelidad y la lealtad debe ser el comportamiento normal para poder vivir y caminar por el sendero de la felicidad.

La felicidad, como todo lo bueno en el ser humano, está basada en el compartir sin pedir nada a cambio, gozando el compartir como algo necesario y vital de la bondad, del bien. Con ello ahuyentamos el mal.

La fidelidad y la lealtad es cimiento de la feliz convivencia, de la forma de repartir el amor, y de compartir el bien camino de la santidad.

“¡La santidad es el reflejo viviente de la fidelidad y de la lealtad!”

Sin fidelidad y lealtad no puede haber una vida natural y normal, porque la fidelidad y la lealtad son cimientos del bien.

Sin fidelidad y lealtad no hay vida natural y menos con felicidad.

La fidelidad y la lealtad son grandes signos de la bondad.

La fidelidad y la lealtad son cimientos de la felicidad y del bien.

La fidelidad y la lealtad son en realidad el amor.

El amor es la vivencia de la fidelidad y de la lealtad.


lunes, 28 de noviembre de 2022

“¡¡¡ENTRE MÁS DOY MÁS ME SOBRA!!!”

 

“¡¡¡ENTRE MÁS DOY MÁS ME SOBRA!!!”

He dicho y repito que no me cansaré de decir la maravillosa vivencia de que cuanto más doy más me sobra.

¡Por favor! Le ruego que pruebe, que haga la experiencia de dar con toda honestidad, humildad, desprendimiento y amor. Verá el resultado. No es inmediato, porque tiene que demostrarse a usted mismo, como a los demás, que lo hace convencido con todo amor y libertad, y sin pedir nada a cambio, sino por el deseo de ayudar.

Dar y ver que se incrementa de lo que uno da, es la gran maravilla de la vida terrenal, porque con ello se ayuda a los demás, se incrementa de lo que se da y al igual la santidad.

Hay muchas cosas para dar: dinero, amistad, amor, cariño, ayuda… Todas son formas definidas de dar: en la medida, forma y cantidad que damos, en esa misma medida recibimos y nos aumenta de lo que damos.

La vida es una maravilla de valores y vivencias que si se pierden por apatía, por pasotismo, por despreocupación, por no dar en general, es un pecado de lesa humanidad.

Una de las mayores formas de perder la vida y su contenido es pasar de todo y no dar y repartir de lo que tenemos y debemos dar para ayudar.

¡Por favor! No lo olvide.

¿Se es feliz porque hacemos felices?

Pruebe, con perseverancia, a dar amor, humildad, honestidad… con prodigalidad de todo lo que tiene y recibirá con creces lo que ha dado y regalado con honestidad y sin pedir nada a cambio.

“¡¡¡Bendito y alabado sea usted por el regalo que hace en ayudar a los demás sin pedir nada a cambio dando el amor y la ayuda con prodigalidad!!!”

El resultado, ¡Ya me lo dirá!


domingo, 27 de noviembre de 2022

“¡QUÉ LES PROPONGO A LOS JÓVENES!”

 

“¡QUÉ LES PROPONGO A LOS JÓVENES!” 

Propongo a los jóvenes que no olviden que la juventud es una época maravillosa, enormemente creativa e irrepetible. Que no vuelve jamás y que hay que aprovecharla.

La juventud debe vivir su momento y tratar de convertir la época presente en ilusionante, esperanzadora y de crecimiento de las virtudes, por haberlas recibido de sus padres y aceptado con responsabilidad.

No olviden, jóvenes amigas y amigos, que la  vida es intransferible, única e irrepetible.

Las distintas épocas de la vida son momentos de nuestra historia que nos van marcando y orientando de una a la siguiente, y así hasta el final de la vida.

Esto lo sabemos todos. No estoy descubriendo nada. Pero me parece, al menos por las apariencias, que, en esta época, la juventud tiene unos condicionantes desconocidos con anterioridad.

Esta es una época de escasas conexiones personales, de joven a joven. No así virtualmente.

Se vive una vida de intensa actividad, dominada por dos instumentos técnicos: el móvil y el ordenador.

¿Se viven informaciones virtuales con el móvil u ordenador, y que no se viven de persona a persona, y cuando se viven no suele ser de una manera continuada, sino esporádicas? ¿Estoy es lo cierto? No estoy seguro, aunque muchos indicios me inclinan a responder que sí.

La facilidad de la comunicación y de la información por vías técnicas, el móvil y el ordenador, es arrolladora, subyugadora y esclavizan. No ocurre lo mismo en las relaciones interpersonales. ¡Por favor! ¿Estoy equivocado?

Ruego, encarecidamente, que me corrijan o que me confirmen si lo que estoy diciendo es correcto o no.

¿Es bueno que para proponerle algo a la juventud debe de estar basado en las vivencias anteriores, para que fundamentadas en ellas sirvan para las siguientes generaciones?

Mi aportación personal, que deseo hacer – según mi leal saber, entender y vivir – es que lo virtual puede parecerse a la realidad, pero no es lo mismo que la realidad, y en algunos casos no lo será jamás.

Jamás las palabras, de persona a persona, sustituirán a las vivencias virtuales. Las caricias, las miradas, los susurros, todo aquello que nos une en el amor, no tienen comparación en la realidad virtual.

El amor es unión y comunicación personal, no una relación virtual.

¿Qué les propongo a los jóvenes? Menos móvil y más comunicación personal.


sábado, 26 de noviembre de 2022

REITERAR: “¿QUÉ ES AMAR?” “¿QUÉ ES EL AMOR?”

 

REITERAR: “¿QUÉ ES AMAR?”  “¿QUÉ ES EL AMOR?”


¿Qué es amar? Sentir y desear lo más profundo y lo mejor por la persona amada.

Amar es vivir, en grado máximo, la contemplación y la pasión.

Vivir sin amar es vivir en el páramo de la soledad y de la ausencia de la felicidad.

Nacimos para amar y para ser amados.

La falta del amor es vivir en soledad.

¿Qué es el amor? Convertir en verdad y en realidad la felicidad.

La verdad es una expresión vivencial de la honestidad y del amor.

El amor y el amar se conjugan igual, porque se viven igual.

Vivir sin amor y no amar es estar fuera de la realidad.

No creo que haya vida humana que no ame y sea amada.

Sin amor, la vida se materializa: se convierte en un horror y en un espanto, que anula todo lo bueno del porvenir.

¿Qué es amar? ¿Qué es el amor? Amar es desear y vivir la felicidad con intensidad. Y amor es la consecuencia de amar con pasión.

El materialismo y todo lo que anule, de alguna manera, la vivencia y los sentimientos del amor y del ser amado, debería de estar castigado con la pena de olvido.

Amar y el amor se complementan de tal manera que no hay el uno sin el otro.

No dejemos de amar y tratemos de ser amados con el mayor amor de que seamos capaces de sentir y de dar hasta la eternidad.

El amor no tiene fin, como tampoco lo debería tener el ser amado.

¿Qué es amar? ¿Qué es el amor? Lo que nos une, profundamente, sin ataduras más que las del amor, por amor y nada más que el amor.

Amar y el amor se complementa y se unen, hasta el punto que no se sabe cuál es uno y cual es otro.

Amar y el amor nos debe unir hasta morir. 

Amar y el amor nos da la plena felicidad.


viernes, 25 de noviembre de 2022

“¡QUÉ LES PROPONGO A LOS JÓVENES!”

 


“¡QUÉ LES PROPONGO A LOS JÓVENES!” 

Propongo a los jóvenes que no olviden que la juventud es una época maravillosa, enormemente creativa e irrepetible. Que no vuelve jamás y que hay que aprovecharla.

La juventud debe vivir su momento y tratar de convertir la época presente en ilusionante, esperanzadora y de crecimiento de las virtudes, por haberlas recibido de sus padres y aceptado con responsabilidad.

No olviden, jóvenes amigas y amigos, que la  vida es intransferible, única e irrepetible.

Las distintas épocas de la vida son momentos de nuestra historia que nos van marcando y orientando de una a la siguiente, y así hasta el final de la vida.

Esto lo sabemos todos. No estoy descubriendo nada. Pero me parece, al menos por las apariencias, que, en esta época, la juventud tiene unos condicionantes desconocidos con anterioridad.

Esta es una época de escasas conexiones personales, de joven a joven. No así virtualmente.

Se vive una vida de intensa actividad, dominada por dos instumentos técnicos: el móvil y el ordenador.

¿Se viven informaciones virtuales con el móvil u ordenador, y que no se viven de persona a persona, y cuando se viven no suele ser de una manera continuada, sino esporádicas? ¿Estoy es lo cierto? No estoy seguro, aunque muchos indicios me inclinan a responder que sí.

La facilidad de la comunicación y de la información por vías técnicas, el móvil y el ordenador, es arrolladora, subyugadora y esclavizan. No ocurre lo mismo en las relaciones interpersonales. ¡Por favor! ¿Estoy equivocado?

Ruego, encarecidamente, que me corrijan o que me confirmen si lo que estoy diciendo es correcto o no.

¿Es bueno que para proponerle algo a la juventud debe de estar basado en las vivencias anteriores, para que fundamentadas en ellas sirvan para las siguientes generaciones?

Mi aportación personal, que deseo hacer – según mi leal saber, entender y vivir – es que lo virtual puede parecerse a la realidad, pero no es lo mismo que la realidad, y en algunos casos no lo será jamás.

Jamás las palabras, de persona a persona, sustituirán a las vivencias virtuales. Las caricias, las miradas, los susurros, todo aquello que nos une en el amor, no tienen comparación en la realidad virtual.

El amor es unión y comunicación personal, no una relación virtual.

¿Qué les propongo a los jóvenes? Menos móvil y más comunicación personal.

jueves, 24 de noviembre de 2022

¿QUÉ ES EL ABORTO?

 

¿QUÉ ES EL ABORTO?

¿Qué es el aborto? Un crimen que puede o pretende ser autorizado.

¿Por qué creo que se aborta? Por ignorancia, por egoísmo o por cobardía: no quiero pensar ni creer que se aborta por maldad.

Hay muchas cosas o circunstancias que pretenden o buscan justificar un aborto.

¿Tiene justificación el aborto? Nunca.

Entonces, insisto ¿por qué se aborta? Honestamente no creo a una madre tan criminal que mate a su hijo con premeditación y alevosía. Pero, lo cierto, es que se aborta.

¿Cómo se puede hacer reaccionar a la persona que va a abortar? Tratar de hacerle reflexionar y que compruebe que abortar, que quitar una vida es matar. Que esa madre vive porque su madre no la abortó, mientras que ella va abortar y matar. Por conciencia a quien la tiene. Que no hay disculpa para matar. Que la vida es una propiedad del ser que vive, y nadie tiene el menor derecho a quitarla, como seguro no quiere que se la quiten a quien va a matar.

Si con lo dicho no hay quien reacciona, no tengo más argumentos para demostrar que nunca hay razón para matar, sea abortar como cualquier otra forma de quitar la vida, un bien sagrado, único e irrepetible.

Ni aún al mayor criminal se le puede quitar la vida, por mucha justicia que se aduzca.

Nadie, pero nadie, tiene la autoridad y potestad para quitar la vida. Sí la tiene para cuidarla y protegerla, que es una ineludible obligación personal y mundial.

No hay país, ni sociedad que, honestamente, tenga autoridad para matar, y menos abortar porque es la peor y la más vil de las muertes.

Con el aborto la víctima no tiene voz ni voto, solo vida para que se la quiten.

¿Qué es el aborto? Cercenar la vida de un inocente que no tiene la menor posibilidad de defenderse, de protegerse y de seguir con vida.

¿Qué es el aborto? La forma más fácil de quitar la vida.

¿Qué es el aborto? El pecado irreparable de quitar la vida.

¿Qué es el aborto? Matar sin conciencia y con alevosía.

¿Qué es el aborto? El camino que no tomó nuestra santa madre.

 


miércoles, 23 de noviembre de 2022

“¿QUÉ ES AMAR CON O SIN PASIÓN?”

 


“¿QUÉ ES AMAR CON O SIN PASIÓN?”

Amar es darlo todo con ilusión y sin esperar nada a cambio.

Amar sin pasión es enfriar el amor, ponerle en la senda de la desaparición.

Amar sin pasión desvirtúa el significado y la vivencia del amor.

La existencia feliz necesita del amor, porque el amor llena el corazón de ilusión, de pasión, de bella locura  y de felicidad.

El amor es pasión.

La pasión sin amor es pura y monda sexualidad.

La pasión con amor es amor pleno.

Vivir de espaldas al amor es perder el tiempo –que nunca regresa–, sumergirse en un materialismo perverso que termina por arruinar lo bello que tiene la vida con el amor.

El amor es belleza sin igual.

Amar sin pasión es desvirtuar y mistificar la realidad del amor.

Amar con pasión es vivir el amor con intensidad y valor.

En el amor no hay medias tintas ni medios valores, el amor o es amor o es un sucedáneo como puede ser la atracción.

El amor sin pasión mistifica la realidad y la convierte en una parodia.

Amar con pasión es vibrar con ilusión y elevar el amor a las cotas de lo soñado convertido en realidad, que debe ser la verdad.

Amor con o sin pasión debe ser claro y evidente, que no haya dudas, porque la elección es evidente.

La felicidad es la consecuencia del amor, y la plena felicidad es la consecuencia del amor con pasión.

“¡Amor profundo es siempre con pasión!”.

“¡El amor debe ser pasión!”


martes, 22 de noviembre de 2022

“¿QUÉ ES UNA COMUNIDAD?”. “¿QUÉ ES UNA SOCIEDAD?”

 

“¿QUÉ ES UNA COMUNIDAD?”. “¿QUÉ ES UNA SOCIEDAD?” 

Una comunidad es un conjunto de ciudadanos reunidos por la cercanía.

La comunidad tiene unos límites físicos, en las cuatro direcciones.

“¡Una comunidad debe ser una hermandad!”

“¡La falta de hermandad en una comunidad conduce al aislamiento personal y social unas personas se alejan de las otras y se pierde el poder de la unión y de la participación!”

“Divide y vencerás con y repartiendo el mal”. Este refrán sigue en vigor y cada vez con mayor eficacia.

“¡El ser humano, como ser social, necesita a sus iguales!”

Nadie es autosuficiente. Todos dependemos de los otros. 

De la misma manera: una comunidad unidad y participativa soluciona todos sus problemas, fortalece la hermandad, eleva la felicidad y, si es en libertad, refuerza y prolonga la felicidad.

“¡¡¡La unión vecinal es una necesidad vivencial, existencial y tiene una gran utilidad!!!”

“¡¡¡El progreso de los pueblos está relacionado con la honesta participación individual y con la unión vecinal!!!”

¿Qué es una sociedad? El conjunto de ciudadanos que conforma un territorio mucho mayor que una comunidad.

Una sociedad es y puede ser una Nación, un País y hasta parte de un continente.

También se llama sociedad a la unión de un grupo de vecinos con unos fines determinados. Las hay mercantiles, deportivas, recreativas, sociales, vecinales (…)

La sociedad en la que vivimos tiene su propia vida e historia. Tenemos que reforzarla con nuestra honesta participación.

“¡¡¡La honesta participación es el fundamento de todos los bienes y fortunas de una comunidad y de una sociedad!!!”

“¡¡¡La unión vecinal es el cimiento más sólido de la felicidad personal y social!!!”

La unión vecinal se aprende de niño y se practica de mayor. No se improvisa ni surge por generación espontánea.

La unión vecinal exige una historia, una cultura, una educación y unos valores de cohesión y unión que no se improvisan, sino que son una consecuencia.

“¡¡¡Benditas y alabadas sean las comunidades y sociedades que mantienen su honesta participación en una constante y real unión, que la fortalecen cada día y que son un ejemplo para las generaciones siguientes!!!”

¿Qué es una comunidad? ¿Qué es una sociedad? La consecuencia de la educación en valores honestos y comunitarios, que le llevan a una unión.


lunes, 21 de noviembre de 2022

“¿QUÉ ES SER SANTO?”. “¿QUÉ ES LA SANTIDAD?”

 


“¿QUÉ ES SER SANTO?”. “¿QUÉ ES LA SANTIDAD?”

La meta ineludible y tremendamente apetecible de todo ser humano debe ser caminar hacia la santidad.

La santidad es vivir las virtudes en grado superlativo. Es algo alcanzable, algo por lo que vale la pena vivir y morir.

Vaciar la vida por no darle contenido ni valor al sacrificio voluntario de ayudar a los demás, es ir en el camino contrario a la santidad.

La educación en valores, la aceptación de los mismos y el deseo y el esfuerzo de vivirlos lo más intensamente posible: eso es santidad.

La vida es muy corta para desperdiciarla y perder el tiempo con egoísmos, individualismos, pasotismo y todos los ismos habidos y por haber.

“¡El amor engrandece el alma, llena el corazón e inunda la vida de felicidad, que es la antesala de la santidad!”

Ser santo es muy grande y tiene un valor incalculable. Todos tenemos acceso a la santidad, con independencia de creencias y religiones.

“¡¡¡El santo reparte santidad y la santidad es felicidad, que, si se comparte, aumenta y fortalece la libertad!!!”

“¡¡¡La libertad es cimiento de la felicidad y de la santidad!!!”

La honestidad es un valor que concentra necesidades y sin ella, sin la honestidad, no hay manera de ver, ni de lejos, la santidad.

La vida sana y alegre, el hábitat natural, el Planeta, la humanidad, la felicidad, la libertad, el amor, la belleza… son necesidades imperiosas para la vida natural, y con ellas poder ir hacia la santidad.

“¡¡¡No hay santo ni santidad sin la vida natural!!!”

“¡¡¡La santidad es vivir la naturalidad con santidad!!!”

“¡¡¡Ser santo y la santidad es una necesidad para poder vivir con plena felicidad en plena libertad!!!”

Ser santo y la santidad son las metas a alcanzar.

Ser santo y la santidad es vivir para ayudar.

Ser santo y la santidad nos llevan a la eternidad.

“¡¡¡Tenemos que tratar de ser santos para vivir la verdad!!!”

“¡¡¡La santidad, el ser santo, no es cuestión de credos, sino de hechos!!!”


domingo, 20 de noviembre de 2022

“¡¡¡LA JUSTICIA, LA MISERICORDIA Y LA FIDELIDAD!!!”

 

“¡¡¡LA JUSTICIA, LA MISERICORDIA Y LA FIDELIDAD!!!”

Son deberes esenciales que todos debemos cumplir.

La hipocresía es una forma de faltar a esos deberes.

La virtud de la justicia se fundamenta en la intocable dignidad de la persona humana, que, para los creyentes, es: creada a imagen y semejanza de Padre Dios, y destinada a una felicidad eterna.

Los humanos nos merecemos un respeto total, con un ordenamiento justo de leyes civiles. Los católicos nos debemos unir a aquellas leyes que defiendan el derecho a la vida, entre otros.

A diario se nos presentan ocasiones para ser justos. Y por eso debemos emitir, cuando no queda otro remedio, juicios sobre otros, cuidando exquisitamente, de las palabras por el daño que se puede causar, desprestigiando o acusando de algo falso, en ese caso sería calumnia.

Todos tenemos que ser justos de palabra, de obra y de pensamiento, con todos.

Vivir la justicia es ir más allá del mero hecho de no causar daño, es traducirlo en oraciones y obras por los creyentes, y los no creyentes en obras y ofrecimientos con obras, como puede ser hacerle pasar un buen rato, un rato feliz.

Con esos comportamientos remediamos males, eliminando injustas situaciones, y creamos el ambiente necesario y exigente para que llegue la justicia a todos.

Cada persona debe plantearse cómo vive la justicia en sus circunstancias  normales: en la familia, en el trabajo, con los amigos, en las distintas asociaciones. En general ¿Cómo vivo personalmente la justicia con cada uno individualmente, y cómo me esfuerzo para que se viva la justicia en la comunidad?

La justicia no debe limitarse a serlo en el aspecto económico de sueldo justos;  es más, debe actuar en todos aspectos de un ser humano, respeto a la vida y sus circunstancias, tales como el trabajo, la familia, etc.

También acerca del respeto al ambiente de la vida social, a la felicidad, a la verdad, a la laboriosidad, en especial a la honestidad.

La calumnia, la maledicencia, y la murmuración son  injusticias.

El Apóstol Santiago dijo de la lengua que es “un mundo entero de maldad”       .

Todos tenemos la obligación de defender la justicia,  exigirla y practicarla. Comenzando por los más cercanos y luego los lejanos.

Somos justos cuando damos a cada uno lo suyo.

El orden económico no debe concebirse como un orden independiente y soberano, sino sometido a los principios superiores de la justicia social y particular, corrigiendo los defectos y deficiencias de la vida económica, teniendo muy en cuenta la dignidad de la persona.

La justicia social exige, también, considerar al trabajador,  no como una mercancía, sino un ser cargado de valores trascendentales.

Tanto  el trabajador, como el empresario, han de ser justos, y por la honestidad, ir más allá de la norma.

Un gran aspecto de la justicia es crear y dar trabajo a toda persona honesta, que desea trabajar. El paro es una lacra personal, familiar y social, que hay que desterrar.

El que trabaje cumple con la justicia, cuando hace su labor con el mayor esmero y competitividad.

El empresario cumpla con la justicia, haciendo su labor con justicia distributiva con el mayor esmero, y procurando que cada uno ocupe el puesto que le corresponde por su capacidad y competencia, lo que hará que el resultado sea bueno y se mejore la competitividad.

Los estudiantes han de estudiar, para no faltar a la justicia pues la sociedad prima su situación mediante ayuda en los presupuestos y las becas para que lleguen a ser buenos y honestos profesionales. Y así todo ser humano debe trabajar con esfuerzo para no faltar a la justicia.

Con frecuencia deberíamos examinarnos para vivir, ante Dios y ante los hombres; para ver como cumplimos  los deberes hacia los demás y hacia nosotros mismos.

Viviendo los deberes de la justicia, viviremos la misericordia y la fidelidad en todos los actos, pactos y promesas, y la consecuencia será una vida personal, familiar y social honesta, feliz, y podremos los medios para hacer un mundo en el que se viva más felizmente, por nuestro justo proceder.

       


sábado, 19 de noviembre de 2022

“¡¡¡AYUDAR A GRABAR LOS NUEVOS VALORES!!!”

 

“¡¡¡AYUDAR A GRABAR LOS NUEVOS VALORES!!!”

No pongo en duda que los jóvenes de hoy tienen valores, aunque algunos sean diferentes a los de los mayores.

La diferencia no es obstáculo para la comunicación. A los de mi generación, los que entonces eran mayores, nos enseñaron valores, en especial valores religiosos. Y nos enseñaron a ser consecuentes con ellos. De igual modo, los que hoy somos mayores podemos acompañar a los jóvenes en la búsqueda y la vivencia plena de los valores.

El ejemplo es muy importante.

Nuestros actos reflejan nuestros valores.

Los actos de los jóvenes también deben ser la vivencia de sus valores, me consta que hay quien los viven hoy.

Los valores no son teorías. La actuación de unos y otros es lo que les da vida.

El crecimiento de ONGs pone de manifiesto que los jóvenes tienen valores, como los de un grupo de mi pueblo.

Hay integrantes del 15 M, honestos e idealistas, con valores.

¿Qué ayudó a los de mi generación a fijar los valores?

 La educación de nuestros padres, su confirmación en los colegios y en el ambiente.

Desde niños vimos, oímos y vivimos los valores. Aprendimos que aprender es necesario, pero insuficiente: hay que esforzarse por poner los valores en práctica. Y aprendimos que siempre hay tiempo para rectificar.

Los niños de hoy deben ver, oír y vivir los valores.

Vivir en y con valores no se improvisa.... Vivir en y con valores no termina nunca. 

Hay que empezar desde niños.

La mayor obligación de los padres es transmitir valores a sus hijos.

Nuestros padres cumplieron esta tarea con esfuerzo, dedicación, constancia y cariño. No conozco otra receta para los padres de hoy en día.

Ser consecuentes: la coherencia es la pedagogía adecuada para enseñar y transmitir valore

¿Creyentes no practicantes? Los que tenemos fe, sabemos que la incoherencia es estéril. Creyentes practicantes. Cuesta, no es fácil. Pero no estamos solos: confiamos en la ayuda de la oración. Pero educar en valores y vivir con valores también obliga a los que no tienen fe.

Así, uno y otros, colaboraremos a vivir aquello para lo que hemos nacido: ser felices. Solo lo seremos si vivimos de acuerdo a nuestros valores.


viernes, 18 de noviembre de 2022

“¡¡¡AMAR!!!”

 

“¡¡¡AMAR!!!”

Amar es un hecho y una vivencia que enaltece, embellece, ilusiona y nos transporta a un más allá de la cotidianidad, que llega a ser eterno.

“¡¡¡Amar es soñar, nacer, vivir, y morir, pero soñar!!!”

Los cimientos del amor son la fe, la honradez, la pasión, y la libertad.
La fe mueve montañas, las montañas del amor.

La honradez mueve los comportamientos que conducen a ser felices.
La pasión enaltece el amor, lo complementa con el añadido de amar más allá del querer, amar con toda el alma, con toda la integridad de la persona.

La libertad, como la felicidad, son dos cimientos para amar y para
lograr una vida plena, segura, cierta y natural y normal. Y
recíprocamente, sin amor no hay felicidad ni libertad.

Amar llena el alma, llena el corazón de vida, de hechos y de sueños para una realidad consecuente con nuestro ser.

Amar es vivir lo idílico y de ensueño que tiene la vida.

“¡¡¡No se puede vivir, normalmente, sin amar!!!”

La educación en valores éticos, morales o religiosos son el fundamento de una vida de amor lograda.

Amar apasionadamente es elevar al ser humano a la cumbre de la plena felicidad y de la plena libertad.

Hemos nacido para amar y ser amados.

Se ama y se es amado por ser humanos, por ser personas.

Amar y ser amado es la necesaria experiencia vital –desde que se nace hasta que se muere– para tener la plena felicidad y la plena libertad.
Amar y ser amado necesita de la honestidad, de los valores, y de la fe en la otra persona, en los otros.

La vida cobra verdadero y real sentido con el amor.

Sin amor no hay nada digno de ser vivido y menos de morir por ello.
Amemos, apasionadamente, sin resquicios de vacíos ni olvidos ni
mentiras, y seremos –pues es para lo que hemos nacido– felices y libres, amando con el mayor de los valores: con entrega total, sin pedir nada a cambio.

¿Lo cree y lo practica usted también? ¡Qué afortunado es!


jueves, 17 de noviembre de 2022

“¡SEAMOS AVAROS DEL TIEMPO DESDE LA OBLIGACIÓN RELIGIOSA!”

 

“¡SEAMOS AVAROS DEL TIEMPO DESDE LA OBLIGACIÓN RELIGIOSA!”


La Sagrada Escritura nos enseña, que todo tiene su tiempo y su momento.

Las circunstancias y acontecimientos de la vida son parte del plan divino. Y hay veces que no sabemos interpretarlo.

Es humano no acertar y poner los intereses lejos de lo que realmente nos debe importar.

Por eso tenemos que rezar constantemente pidiendo la ayuda divina y la de Nuestra querida Madre la Virgen del Pino, para ser “avaros del tiempo”.

La fidelidad y honestidad a los deberes que nos corresponden dependen de la suerte y circunstancias que ocurran en la vida.

Pero sean las circunstancias que sean debemos ser avaros del tiempo, para aprovecharlo y para hacer las cosas con la intensidad que pone el amor, tanto en el obrar, en el sufrir como en esperar.

La avaricia del tiempo es clara: porque el único tiempo que tenemos es el presente. El pasado ya no vuelve y le futuro no ha llegado.

Perder el tiempo es imperdonable.

No tenemos otro tiempo que el presente, que es el que debemos santificar.

Hoy y ahora es el momento que tenemos para ofrecérselo con amor y pasión a Padre Dios, a los hombres y a todo nuestro hábitat natural. No esperemos por nuevas o mejores oportunidades, la mejor es la de este momento. Hoy y ahora.

San Pablo exhortaba a los primeros cristianos diciéndoles "aprovechen el tiempo presente". Hay que aprovechar el tiempo y trabajar para realizar nuestra vida y sacar la familia adelante y contribuir a la sociedad.

Ese trabajo debe estar retribuido justamente. Pero hay que ir más allá. Para ello necesitamos someternos a un orden y aportar con nuestra honesta participación en la búsqueda del bien de los demás, con entrega, sin pedir nada más a cambio.

No seamos perezosos en hacer lo fácil o cómodo por no cumplir con nuestras obligaciones. No podemos ser amigos de comienzos y no de terminar lo que comenzamos.

El hodie et nunc, el hoy a hora, debe ser el acatamiento de nuestras ineludibles obligaciones del momento, haciéndolas con el mayor amor apasionado.

Necesitamos las gracias de Padre Dios, nuestra voluntad y nuestra
libertad para aprovechar el hoy y ahora. Y así enriquecer nuestra vida natural (laboriosidad, honestidad, participación...) y sobrenatural (fe, humildad, sapiencia y santidad), ayudando a los demás para alcanzar la vida eterna en la contemplación de Dios.

Seamos avaros del tiempo para gozar y tener la inenarrable dicha de tenerte, Padre Dios, y aspirar al cielo prometido. No teniendo preocupaciones y angustias inútiles por lo que hicimos ayer o lo que pueda suceder mañana, viviendo con serenidad e intensidad cada día.

"¡No se agobien por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio; a cada día le basta su afán!".

Tratemos de vivir con fe, esperanza y caridad cada momento de la vida, siendo avaros del tiempo, que es el momento que tenemos.

Ahora es el tiempo de hacer.


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