“LA EDUCACIÓN”

“LA EDUCACIÓN”

“¡La educación es el cimiento de la felicidad y de la libertad!”

Sin educación no existe convivencia pacífica. Sin ella hay corrupción, agresividad y maldad material y espiritual.

Los padres somos los únicos que tenemos la ineludible obligación de educar a nuestros hijos.

Los colegios y universidades informan y pueden cooperar a la educación, pero no tienen la obligación primordial. Esa es sólo de los  padres.

Por supuesto, “nadie da lo que no tiene”. Y no tener educación es un gravísimo problema tanto para cualquier familia como para la sociedad.

Quien no tiene educación no la puede dar, salvo que tenga “ciencia infusa”.

Una de las maneras claras de comprobar la educación de un pueblo es ver cómo queda el lugar que ha sido ocupado por una fiesta popular. Si  hay basura es el grito aterrador de que hay, como mínimo, una mayoría de pueblo maleducado.

“¡Los jóvenes son la esperanza y la realidad del futuro!”

La juventud –como ocurre en todo ser humano normal– es, en especial, buena por naturaleza. Pero también por el estado actual de nuestra naturaleza hay inclinaciones malas.

Lo que contribuye, básicamente, a hacer malos a los jóvenes es: la  falta de educación de valores éticos, morales o religiosos, la  indisciplina por falta de autoridad, y los malos ejemplos.

“¡Cada ser humano tiene una ineludible obligación, personal y social, de  ser honesto, educado y participativo!”

“¡Tanto la felicidad como la libertad se aprenden de niños, y para que las tengamos hemos de compartirlas!”

“¡¡¡No hay bien personal si no lo hay social!!!” Hay efectos negativos: la corrupción es consecuencia de la falta de una mayoría honesta y participativa.

La educación es un bien fundamental para la felicidad y la libertad, en las que se sustentan el comportamiento personal, y social  dependiendo de la mayoría.

“¡No basta con amar, hay que ser bueno!” “¡No basta con procrear, hay que educar!”

Sin la educación familiar ¡no hay felicidad ni libertad personal y social!

Alabados y bendecidos sean los padres que educan a sus hijos, les  dejan el gran y mayor tesoro para sus vidas, y han cumplido con ellos,  con sus hijos, con la sociedad y con Padre Dios.

“¡¡¡La educación es el fundamento de la felicidad y de la libertad,  personal y social!!!”