“INSULTAR”
Dice el
diccionario que insultar es: ofender a uno con palabras o acciones.
Ofender:
injuriar de palabra.
Injuriar: ultrajar con obras o palabras. Dañar o menoscabar.
Creo que
queda defino lo que significa insultar.
Quien insulta
es, como mínimo, un maleducado e irrespetuoso.
No tiene
disculpa quien insulta para defender una posición, y menos si es una disconformidad
política.
Se pueden
tener muy diferentes ideas, - sobre lo que se quiera - , y ser una persona
educada y respetuosa.
La defensa
del educado tiene enorme valor, porque no es subjetiva, trata de ser objetiva con palabras
respetuosas y entendibles, se comparta o
no, una opinión.
Además quien
es educado no es cobarde.
Insultar es
una manifestación de la cobardía. No tiene argumentos y ofende, insulta.
A ello hay
que sumar que el que insulta falta a los fundamentos de la convivencia.
El respeto
entre los seres humanos es fundamental para que haya una feliz, educada y libre
convivencia.
Los seres humanos
somos, por naturaleza, seres sociables. Nos necesitamos y convivimos en familia
y en comunidad. Algo realmente maravilloso.
La unión hace
la fuerza. Hoy, como nunca, nos necesitamos todos. De las ideas y creencias que
sean.
Sólo
necesitamos educación y la honesta participación para salir de esta tremenda
crisis, en la que nos ha metido el poder económico perverso.
Es crisis de valores
y, como consecuencia, económica.
Hasta tanto
no haya una mayoría participativa, educada y honesta que imprima su proceder,
seguiremos en la crisis, con la que ese poder perverso aumenta, se aprovecha de
la situación de inferioridad para hacer su agosto.
Nunca antes
esos perversos se han enriquecido y aumentado su poder como ahora.
Los
maleducados, pasotas e individualista les están dando esa oportunidad de
aumentar su riqueza material y poder.
Demostrémonos
lo que somos: seres humanos maravillosos unidos por los mismos ideales del bien
y de la libertad. Y exijamos su implantación, “sine qua non est felicitas”,
porque nosotros, la mayoría los imponemos con nuestro comportamiento honesto y
libre.
Aislemos,
mejor convenzamos, a los maleducados, pasotas e individualistas, para poder
anular al poder perverso y brille así para todos la luz de la verdad, siendo lo
que somos: seres humanos libres, y, por tanto, felices.