jueves, 30 de septiembre de 2021

“¿CUÁNTO VALE UNA VIDA?”

 

“¿CUÁNTO VALE UNA VIDA?” 

¿Cuánto vale una vida humana? ¿Hay alguien que conozca o se atreva a valorar una vida única e irrepetible?

Nadie, nadie, tiene derecho, ni autoridad, ni potestad para quitar una vida. Repito: NADIE.

Quien quita una vida, carga la suya con una carga aplastante. Carga con algo irreparable. Carga con algo que ya no puede reemplazar, ni sustituir. La muerte es para siempre. Y el ser humano que muere es siempre una persona única e irrepetible.

Confío en la infinita misericordia de Padre Dios para perdonar. Perdonar al arrepentido de un crimen. Siempre hay perdón para el que está verdaderamente arrepentido. Si se lo pide a Padre Dios con sinceridad, arrepentimiento y con amor.

Matar una vida humana es un crimen. Podrá tener atenuantes, pero no deja de ser un crimen.

Las guerras son injusta por esencia, son injustas "per se”. Aunque provocara una única muerte.

“¡Las guerras jamás han tenido, ni tienen, ni tendrán, justificación, ni legalidad, ni honestidad y menos aún amor!”

El ser humano tiene la potestad y la obligación de dialogar. De exponer su verdad, sus razones; de oír y atender a la otra parte. La otra parte tiene las mismas obligaciones de acatar esa realidad, y buscar conjuntamente una solución a la discrepancia. Nunca la guerra y la muerte, aunque solo sea la de un ser humano.

Para que haya diálogo, los dialogantes tiene que tener valores: educación, buena voluntad, honestidad, humildad,  y libertad.

“¡Cuando la mayoría seamos educados en valores, participativos, honestos, y libres desaparecerán los problemas!” No existirán las guerras.

“¡Podrán existir situaciones problemáticas, que serán solucionables de acuerdo al comportamiento, y a las creencias de las partes!”

No hay edad, ni situación social, ni enemistad… que sirva de justificación alguna por la que se pueda matar una vida humana, por muy criminal que esta sea.

El aborto y la eutanasia son matar.

Benditos sean y seamos los que amamos al ser humano apasionadamente.

Los que creemos en su unicidad, su inviolabilidad, en que somos únicos e irrepetibles, y tenemos un valor infinito.

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¿Cuánto vale una vida? ¿Cuánto vale usted?

¿Me lo puede decir? Le quedaré eternamente agradecido.


miércoles, 29 de septiembre de 2021

“SERVIR A LOS DEMÁS”

 

"SERVIR A LOS DEMÁS"

"¡Servir honestamente, a los demás, es de los hechos más importantes después de servir a Padre Dios!"

"¡La virtud de la honestidad, el gozo y vivencia de la libertad, y de la felicidad propia, se basan en servir a los demás!"

"¡¡¡No hay libertad ni honestidad ni felicidad si no servimos a los demás con honestidad y amor!!!"

"¡¡¡Servir con amor, con honestidad, con humildad y con libertad es el acto cumbre del ser humano, y es el camino de la santidad!!!"

"¡¡¡Hemos nacido para servir a los demás con humildad, honestidad, libertad, y amor; y también para ser igualmente tratados, servidos, por el simple hecho de haber nacido!!!"

"¡Amar apasionadamente al ser humano, es llenar el corazón y el alma de lo más bello del ser humano!"

"¡Servir a los demás debe ser la enseñanza primordial y eterna de todos los padres a sus hijos!"

"¡Cuando la mayoría de la humanidad sirva a los demás, y lo haga por fidelidad, creencia y vivencia, el mundo será lo que tiene que ser: un mundo pleno de felicidad y pleno de libertad!"

¿A qué esperamos? Sin usted no hay posibilidad de tener lo que nos merecemos y debemos disfrutar con los demás: la plena felicidad y la plena libertad.

Y todo para la humanidad entera. ¿Estoy en lo cierto? Si lo estoy ¿A qué esperamos?

Todo ser humano es imprescindible, único e irrepetible. Sólo por ello ocupamos un espacio, un tiempo, y unos hechos únicos e irrepetibles, porque solo usted hará lo suyo, y los demás haremos lo nuestro. Jamás, usted hará lo mío, ni yo jamás podré hacer lo suyo.

La vida es corta en el tiempo, pero muy grande en las posibilidades de hacer actos, hechos.

Sirvamos a los demás como norma y fundamento de la alegría y de la libertad, y viviremos la plena felicidad y la plena libertad.

"¡¡¡Servir a los demás, es la felicidad por siempre jamás, en la tierra como en el cielo!!!"


martes, 28 de septiembre de 2021

“¡RÉGIMEN POLÍTICO DE VIDA!”

 

“¡RÉGIMEN POLÍTICO DE VIDA!”

De acuerdo a mi experiencia, vivencias y creencias recomiendo como régimen político de vida, a grandes rasgos a desarrollar, el siguiente:

"¡El ser humano es único e irrepetible, de valor infinito, nacido para ser feliz y libre, y capaz de hacer el bien o el mal!"

"¡La gran responsabilidad de los padres es educar a sus hijos en valores morales, éticos y religiosos!"

"¡Todo tiene que estar, totalmente, al servicio del ciudadano!"

"¡El pueblo es quién tiene la soberanía y la autoridad, que la delega en los políticos o autoridades que han sido elegidos en elecciones democráticas, y libres. Teniendo el ciudadano la potestad de anular su voto si el elegido resulta ser un deshonesto o ineficaz. Debiendo repercutir  esa censura en el elegido mediante procedimientos reglados.

El ciudadano tiene que estar unido, en la asociación correspondiente, y al servicio de su familia, de sus amigos, y de la comunidad.

"¡La honesta unión en la participación es la solución social!" Para toda la sociedad, sin excepción.

Condición sine qua non es que impere y domine la honesta participación, y la unión, en el comportamiento personal, social, empresarial, político, entes públicos, o instituciones, y como consecuencia que todas y todos estemos, honestamente, al servicio incondicional del bien de los demás, y sin pedir nada a cambio.

"¡La honestidad, la libertad, y el amor al prójimo, son bienes irrenunciables, y de obligado cumplimiento, y por todos, sin excepción alguna!"

Los entes públicos tiene que estar dirigidos por profesionales. Jamás se puede caer en el enchufismo (que es parte importante de la corrupción).

"¡Los dirigentes tiene que ser auténticos, honestos  y leales  servidores de la comunidad!"

La corrupción, y el corrupto, deben estar sometidos a penas de cárcel como el que comete un gran crimen. En este caso es un crimen social.

"¡El premio anual de máxima categoría debería ser al ciudadano que más tiempo le ha dedicado ayudar a los demás, sin pedir nada a cambio!". "¡Al funcionario que más temas ha resuelto satisfactoriamente para el ciudadano!" "¡Y al político, en especial los que tienen y ejercen autoridad, que más ha demostrado ser un auténtico servidor de la comunidad!"

Cuando un ciudadano llega a un ente público tiene que ser dirigido al funcionario que le resolverá el problema. El ciudadano lo que tiene que hacer es enunciar su problema, la causa o causas que cree han originado su problema, y ponerse a la entera disposición de lo que necesite el funcionario. Y el funcionario debe dirigirlo al departamento que le resolverá directamente su problema.

Que jamás se le indique que vaya a aquella otra ventanilla, y de esa lo envíen a otra y otra.

¿Cómo debe desarrollarse la visita de un ciudadano a un ente público? Lo ideal es tener cita previa con día, hora y lugar solicitado por teléfono. El teléfono lo manejan todos, jóvenes y mayores. Internet y sus aplicaciones online a veces son un obstáculo grande para los mayores, y les vuelve limitados y menos autónomos. En la cita el ciudadano expone su tema, y el funcionario le informe de todo lo que le pueda aclarar y solucionar el tema, o le requiera los documentos necesarios para resolver, porque todo procedimiento público debe documentarse y plasmarse por escrito.

El funcionario le debe contestar: le llamaré desde que tenga noticias, que espero sean dentro de x horas o días. Teniendo el funcionario la obligación, y el deseo, de solucionarle el tema o problema, lo antes posible y lo mejor posible.

El ciudadano tiene que corresponder con la misma educación y agradecimiento.

El funcionario y el ciudadano nos tenemos que sentir, siempre, útiles y realizados con los hechos que realizamos. Hechos llenos de educación, honestidad, voluntad de colaboración y de dar solución a los problemas.

En definitiva: "¡Todas y todos tenemos que ser honestos y participativos, buscando siempre, como fin último, la verdad y el bien personal y general!"

Todo régimen político de vida social, y la vida de todo ciudadano, se debe comportar, vivir, de acuerdo a la honesta participación social. Lo demás vendrá por añadidura.


lunes, 27 de septiembre de 2021

“ARRIMAR EL HOMBRO”

 

“ARRIMAR EL HOMBRO”

Me educaron en respetar las leyes de los hombres y las leyes divinas. Me dieron unos valores religiosos con la educación, y a ellos he tratado de dedicar mi vida. He tratado y trato de ser consecuente con esos valores.

Espero que este comportamiento haya sido y sea el correcto tanto para los demás como para mí mismo.

Hago este preámbulo personal, porque no puedo hacerlo sobre otra persona, y todo para mostrar que es absolutamente necesario arrimar el hombro.

La obligación de arrimar el hombre es universal y personal, de todos y de cada uno. Nadie tiene derecho a no arrimar el hombro en los problemas sociales y familiares, a no cumplir con las leyes  de la convivencia humana, a no cooperar al bienestar social, a no frenar los problemas económicos como el desempleo y el paro; y nadie tiene derecho a dedicarse solo a su propio bienestar personal ignorando o no contribuyendo al bienestar social.

Todos estamos llamados a ser cumplidores con las leyes humanas y divinas arrimando el hombro y evitando los escándalos. Nadie se debe considerar superior para no cumplir con las leyes humanas y naturales, y los creyentes añadimos las leyes divinas.

No sólo es una obligación sino una satisfacción tratar de ser, y realmente ser, un buen ciudadano que cumplimos con nuestros deberes en el trabajo, en la familia, en el colegio, en la sociedad...

¿Cumplimos con los impuestos justos, con las leyes justas, votamos en conciencia, participamos honestamente en las acciones públicas...? ¿Y somos honestos en nuestros actos personales? Porque sin buena conducta personal no habrá buena conducta social.

Si así lo hacemos somos un ejemplo de la honesta, necesaria y sincera convivencia, fundamento del bien personal y social.

Arrimando el hombro en la vida personal y social, contribuimos a tener el mundo que merecemos. Un mundo de plena felicidad y de plena libertad. Bienes necesarios para una plena realización porque arrimamos el hombro -luchamos- con nuestro honesto comportamiento y participación. Y si añadimos el obrar por amor convertiremos nuestra vida en un don para la gente, un regalo.

Benditos y alabados sean los que arriman el hombro con su honesta participación tanto en la vida personal, familiar, como social, de ellos será la gloria terrenal y la eterna en el cielo, y esto es para todos, tanto creyentes como no creyentes.

Arrimar el hombro debe ser el comportamiento normal de todo viviente que hace su vida de forma natural. Tan necesaria es la ecología que cuida a los seres vivos y protege el medio ambiente, como una nueva ecología, el habitatismo, que también cuida y protege al hombre, a la humanidad.

Seamos habitatistas, no sólo cuidando el hábitat natural para la vida humana, sino también en el hábitat personal, familiar y social, y seremos ejemplo de arrimar el hombro cuando más se necesita para el bien personal, familiar, y social.


domingo, 26 de septiembre de 2021

“EN EL MUNDO HAY DE TODO"

 

“EN EL MUNDO HAY DE TODO"

En el mundo hay de todo, y no debía de haberlo, porque solo debía haber lo bueno y no lo malo.

El mal lo originamos nosotros: todos somos responsables en alguna medida. Por ello debemos tratar siempre de ayudar, que es una forma de hacer el bien y de sentirse bien.

El mal jamás ayudará. Cuando permitimos el mal, a conciencia, nos olvidamos de que el mal, como el bien, es un bumerán, que regresa al sitio del que partió.

Debemos tratar de comprender y no juzgar. Sé que esto no es fácil, lo digo por experiencia, pero no dejo de luchar por no caer en esa tentación de juzgar, y -me da vergüenza decirlo- casi siempre para mal.

Juzgando mal nos parece que nosotros nos mejoramos, cuando es todo lo contrario.

¡Quien juzga mal, recibirá lo que da!

En el mundo hay de todo. No hay la menor duda. Pero mucho de ese todo mal tiene remedio si cooperamos devolviendo el bien y no el mal.

“¡Ayudar es el gran medio para mejorar!”

“¡Es más fácil ayudar que desear el mal o perjudicar o no ayudar!”

La vida es muy corta y se puede llenar de felicidad: el medio es ayudar al compartir esa felicidad.

La felicidad engendra y desarrolla la felicidad.

De nosotros depende lo que somos y lo que hacemos.

Todos somos responsables, aún el más inconsciente, de nuestros actos y deseos.

Los valores morales, éticos o religiosos son el gran antídoto contra el mal, que siempre busca la forma de dominar.

En el mundo hay de todo y debería servir para ayudar.

Porque hay tantas formas de ayudar como personas, y tantas personas como formas de ayudar.

Todos, sin excepción, tenemos y debemos cooperar al bien de los demás, y con ello fortalecemos el bien personal y el de los demás.

En el mundo hay de todo. Seguro. Pero… ¿qué es lo que domina?  ¿En qué coopero yo?


sábado, 25 de septiembre de 2021

“LA VOCACIÓN”

 

“LA VOCACIÓN”

La vocación debe ser la meta a conseguir con los esfuerzos y trabajos que sean necesarios para vivirla.

La vocación cubre todos los órdenes de la vida: desde las necesidades y apetencias materiales, hasta las espirituales.

No tener vocación es como no mirar por donde voy y, lo que es todavía pero, no saber hacia dónde voy.

La vocación es una necesidad existencial.

No sé si se puede vivir sin tener vocación y sin tratar de convertirla en realidad.

La realidad es parte de la vocación, porque se debe vivir de acuerdo a la praxis propia de cada una, y desarrollarla con el mayor ahínco, voluntad, honestidad, fidelidad y amor.

Personalmente tengo diversas vocaciones, y todas se fundamentan en este principio, que me imprimieron a fuego desde niño: Amar a Padre Dios sobre todas las cosas y a usted como a mí mismo.

Gozo con ver feliz a las personas. Me lleno de alegría al contemplar la risa de alguien que está alegre. Me complace compartir alegrías, y buscar soluciones a las penas con la ayuda de Padre Dios.

Siempre he creído en la necesidad de tener aficiones, porque llenan el alma, el corazón y las ilusiones y nos ponen en camino de la felicidad.

Compartir aficiones es otro medio de vivir vocaciones.

No creo que la vocación sea arrolladora e imponga unas normas que sometan y obliguen a ser un esclavo más que un beneficiario.

Quien vive sometido a la vocación tiene una carga pesada de llevar, y que le costará arrastrar.

La vocación debe ser una satisfacción, una alegría y una manera de vivir mejor.

La vocación debe ayudar, no a perjudicar, y nunca someter, esclavizar o subyugar.

“¡La vocación debe ser una solución, pero jamás una sumisión!”


viernes, 24 de septiembre de 2021

"¿QUÉ ES UN EMPLEADO?" “¿QUÉ ES UN FUNCIONARIO?”

 

"¿QUÉ ES UN EMPLEADO?" “¿QUÉ ES UN FUNCIONARIO?”

¿Qué es un empleado? La persona que ocupa un puesto de trabajo y está a las órdenes de otra.

¿Qué es un funcionario? Un empleado público al servicio del ciudadano.

Trabajar es un derecho irrenunciable de cualquier persona, pero también una obligación personal, social y universal de todos los que ostentan un puesto de trabajo.

¿En qué se basa la responsabilidad del trabajador y del empleador? En la honestidad.

El empleado y el funcionario, también el empleador, tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones: servir a la empresa o a la administración y a la comunidad con honestidad.

Ganar dinero es otro de los derechos y deberes de empleados, funcionarios y empleadores.

Ahora bien, ganar dinero no significa, bajo ningún concepto, explotar al empleado, o al ciudadano, o a quién sea.

Considero que una vez bien cubiertas las necesidades básicas, lo que podríamos llamar el dinero de maniobrabilidad, y aun dejando una reserva a discreción de la honestidad del tenedor de ese dinero, un porcentaje importante del beneficio generado por el trabajo debería servir para aumentar la riqueza social y paliar las necesidades de la comunidad.

¿Qué es la riqueza social? Aquella que sin perder la propiedad del dinero, crea actividades que den puestos de trabajo, porque busca la forma de enriquecer a los que trabajan, a los que dan trabajo, y, en general, a todos por igual.

Por supuesto, la base de todo es la honestidad personal. Creo que todo el mundo es consciente de su honestidad personal.

¿Qué es un empleado? Un servidor y un trabajador de la empresa y de la sociedad.

¿Qué es un funcionario? Un servidor y un trabajador de la institución y de la sociedad.

Las obligaciones y los derechos son iguales para todas las personas que trabajan.

Malo es no trabajar. Malo es explotar. Malo es ser deshonesto, sea como empleado, como empresario, o bien como funcionario.

¿Qué es un empleado? Un trabajador que se beneficia de su trabajo en la empresa, porque es honesto, como también lo es la empresa en la que trabaja.

¿Qué es un funcionario? Un trabajador que se beneficia de su trabajo, y ayuda a la sociedad, porque es honesto, como también lo es la institución pública para la que trabaja.


jueves, 23 de septiembre de 2021

“¿QUÉ ES LA SANTIDAD?”

 

“¿QUÉ ES LA SANTIDAD?”

¿Qué es la santidad? Ser honesto con Dios que nos ha creado. Ser honesto con uno mismo, y con los demás.

La santidad es un patrimonio común e invalorable de la humanidad. Ha habido muchos santos. Hay muchos santos.

El santo mira de frente con humildad, sinceridad y con amor más allá del propio yo.

Nacimos para la santidad. Desperdiciar esa ocasión es perder el tiempo que no regresa jamás. Es perder la vida.

Básicamente la santidad tiene dos vertientes según el conocimiento popular: el santo normal y el santo de altar.

El santo de altar es reconocido por todos los hombres buenos. Es un ejemplo que se pone en alto -en un altar- para que dé luz y guíe. No con su imagen sino con su vida, su historia, su ejemplo, su amor y entrega.

Aspirar a la santidad de altar debe ser la meta de todos. Pero ese reconocimiento es cosa de la Iglesia y de la comunidad, no está en nuestras manos ni se debe buscar.

Todos estamos llamados a la santidad. Desaprovechar esa oportunidad es perder la vida sin necesidad. Hemos de ser santos en nuestra vida ordinaria, en nuestra familia, comunidad y trabajo. Todos los días. Si fallamos, pediremos perdón y seguiremos caminando. Santos en la vida ordinaria. Esos santos son multitud. Quizás algún día la autoridad religiosa escoja a alguno como un ejemplo digno de imitación. Quizás lo ponga entonces en un altar, o en el altar de la historia.

¿Qué es la santidad? Amar al prójimo como a nosotros mismos estando dispuestos a dar nuestra vida por los demás. Y los creyentes ponemos primero amar a Padre Dios, porque le debemos la vida, y porque por él encontramos fuerzas para amar a los demás, a todos, incluso a los enemigos, que también son hijos de Dios.

"¡¡¡El amor a los demás es la gloria terrenal!!!"

El amor redime todos los errores y pecados de una vida si va unido a la lucha por la santidad y al ruego del perdón.

¿Qué es la santidad?  La fe con obras.

"¡¡¡La fe es el medio y la forma para poder vivir en paz y en libertad!!!"

La paz del alma y del corazón lleva consigo la tenencia y el gozo de la felicidad, una felicidad que es máxima si viene de Dios y busca a Dios.

¿Qué es la felicidad? La santidad desarrollada y vivida en el amor a los demás. Y los creyentes añadimos primero el amor a Padre Dios.

Amar a los demás es la cumbre que debemos escalar para vivir y morir con santidad.

¿Qué es la santidad? La honestidad en hechos y dichos convirtiendo la vida en un remanso de paz y de felicidad.

Nacimos para la santidad.

Perder el camino de la santidad es un gravísimo error que debemos rectificar para ser merecedores del bien, y con el bien volver a encontrar el bendito camino de la santidad.

La santidad nos engrandece a cotas inimaginables en la vida y en la muerte. Pensemos en el cielo.

La humildad, la honestidad y el amor a los demás deben ser las vivencias y las metas a alcanzar para vivir, repartir, gozar, y morir en santidad.

La felicidad es real y verdadera cuando se vive, se goza, se disfruta y se comparte en libertad plena.

La plena felicidad y la plena libertad son una consecuencia de vivir en santidad.

No hay verdadera y duradera felicidad, y libertad, sin la santidad.

Benditos y alabados sean los santos, de ellos nace y crece el bien y el amor a los demás. Y los creyentes añadimos el amor a Padre Dios.

¿Qué es la santidad? Vivir y repartir el bien como algo normal.

¿Qué es la santidad? Engrandecer la vida ayudando a los demás.

¿Qué es la santidad? El amor a los demás.


miércoles, 22 de septiembre de 2021

“¿QUÉ ES UN POLÍTICO?”

 

¿QUÉ ES UN POLÍTICO?”

¿Qué es un político? Un servidor honesto y participativo de la comunidad a la que sirve: las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

Para servir con honestidad y participación a la comunidad es necesario que haya un pueblo honesto, participativo y unido.

Ser político es un honor y una responsabilidad que llenan la vida de valor y contenido.

Servir a la comunidad, con una honesta participación, es entrar en el número de los elegidos de la comunidad.

Un político, honesto y participativo, no se improvisa, ni surge por generación espontánea.

Ser político honesto y participativo es la consecuencia de haber recibido una educación – por sus padres o familiares – en valores éticos, morales o religiosos, y haberlos aceptado y vivido con humildad, sinceridad, y AMOR Y AMISTAD.

Ser un servidor honesto y participativo de la comunidad es haber alcanzado la cumbre de la sociedad a la que se sirve, y de la que se recibirá el reconocimiento por toda la eternidad.

Servir con honestidad, participación, y con humildad enriquece, haciéndole a usted, haciéndolo a ella o a él, mejor persona: se crece en valores y se aprende a ayudar a los demás, sin pedir nada a cambio, sino solo el honor y la alegría de ser un servidor, lo que ya nunca se olvidará porque produce una felicidad inimaginable.

A quien tiene autoridad, por ser político en activo, se le presentan muchas oportunidades de ayudar de forma y manera excepcional.

Administrar los sagrados bienes de la comunidad obliga a tener un contacto directo y constante con el pueblo a quien se sirve.

Un político que, por su falta de valores, al no tener una educación firme y segura, se cree un iluminado y actúa como dictador, porque considera al pueblo al que sirve como si estuviera formado por ciudadanos de menor edad en saber y gobierno.

Sin olvidar que si no hay un pueblo honesto, participativo y unido, lo lógico es que sus políticos, y no digamos si tienen autoridad, se conviertan necesariamente en dictadores.

Sin olvidar tampoco que esos políticos, cuando los pueblos no están unidos, tienen la obligación ineludible de buscar la forma de conectar con ese pueblo para recabar la información de lo que tienen por qué trabajar, y luchar por solucionar sus problemas, cooperando, además, a que se unan, para poder ser mejor, como persona y como político, y estar informado de lo que necesita la mayoría de ese pueblo.

Ser un político honesto, participativo y con autoridad es haber llegado a la cumbre de la sociedad, difícil de superar.

Servir con honestidad enriquece y fortalece al político, poniéndolo en el camino de gloria terrenal. También de la eterna.

¿Qué es un político con autoridad? Aquel que representa a un pueblo en la administración de los sagrados bienes de la comunidad, por haber sido elegido democráticamente en unas elecciones honestas (sin listas cerradas) y participativas, en las que el pueblo honesto, participativo y unido le da su voto y confía en su honestidad.

¿Qué es un político? El afortunado que sirve, honestamente, a su comunidad, y del que recibe la información por lo que tiene que trabajar y luchar, y que sirviendo, con honestidad y participación, dedica su tiempo a ayudar.

Servir a la comunidad con honestidad, humildad, lealtad, AMOR Y AMISTAD es uno de los mayores privilegios que tenemos los ciudadanos. Ayudar a los demás es una vivencia que reconforta y se queda grabada de forma y manera indeleble y para toda la eternidad.

¿Qué es ser un político? Un servidor honesto y participativo de la comunidad.


martes, 21 de septiembre de 2021

“¿QUÉ ES LA HUMILDAD?”

 

“¿QUÉ ES LA HUMILDAD?”  

¿Qué es la humildad? Lo que yo pretendo y anhelo tener.

Me atrevo a escribir sobre la humildad en la esperanza que aprenda a tenerla y practicarla, para bien personal y de todas las personas con las que me comunico, y a quienes respeto y comparto AMOR y AMISTAD, más allá de mis carencias y defectos.

Dicen los que saben que la humildad es la virtud que reconoce las propias limitaciones y debilidades; la ausencia de la soberbia.

La soberbia: una característica de los injustos que se sienten mejor que los demás...

No me atrevo a hacer comparaciones. Ni creo que sea bueno.

Comparar dicen que es: examinar una o más cosas con otra u otras para establecer sus relaciones, diferencias o semejanzas.

Comparar es establecer relaciones de semejanza entre dos o más personas o cosas.

Rezo todos los días varias oraciones, entre ellas, una que suelo repetir es: Padre Dios dame humildad, fe, amor, sabiduría y santidad. Y compruebo que tengo que repetirla muchas veces más.

Creo ciegamente en la oración. Mi experiencia me confirma el enorme poder de la oración, y cuando fallo comprendo y entiendo que ha sido porque no he rezado lo suficiente.

¿Qué es la humildad? Lo que todos necesitamos y debemos tener.

"¡La santidad nace y crece en la humildad, en la honestidad y en el amor a los demás!"

"¡Sin humildad no hay posibilidad de comunicar y menos de amar!"

"¡Santísima Trinidad, por intercesión de la Virgen del Pino danos y dame la humildad para que caminemos por el maravilloso y necesario sendero de la santidad y nos dirijamos al cielo!"

Tengo que luchar contra reloj, por el corto tiempo que me queda, lógicamente, de vida, para ser humilde y poder ayudar y ayudarme a quitar defectos y al final entrar en el paraíso de la eternidad.

"¡La humildad nos hace grandes a todos!"

"¡La humildad nos mejora de manera excepcional!"

"¡Santísima Trinidad: danos la humildad, dame humildad, para poder caminar por el sendero luminoso y maravilloso de la santidad!"

"¡Con la humildad y la santidad podemos ayudar, y ayudarnos a alcanzar la presente y eterna felicidad!"

"¡La humildad es la virtud de las y de los grandes!"

"¡Con la humildad se llega a la santidad!"

"¡Con la humildad se fortalece la felicidad!"

"¡Con la humildad se llega a la felicidad terrena y eterna!"


lunes, 20 de septiembre de 2021

“¿QUÉ ES LA PAZ?”

 

“¿QUÉ ES LA PAZ?”

¿Qué es la paz? La tranquilidad, la felicidad y la libertad derivadas de la honesta y educada participación.

La paz es una necesidad para la vida normal personal, social y mundial.
La vida sin paz es un volcán activo de hechos y sentimientos agresivos y convulsivos.

"¡Dichoso quien vive y reparte la paz, porque significa que su alma es un crisol en el que se purifica la vida, los hechos humanos, dando como consecuencia la paz!"

"¡Vivir la paz es una necesidad para alcanzar la felicidad y la
libertad!"
"¡La paz es una vivencia como consecuencia de la conciencia!"
Repartir la paz, eleva la paz, porque la paz se autoalimenta, regenera y se desarrolla con su propia paz, y así, con la suma de los demás, ayuda a que muchas más personas la vivan, y se extienda como una mancha de aceite.

¿Qué es la paz? Lo que necesitamos para tener felicidad.

¿Qué es la paz? Lo que tienen los que aman con honestidad.
¿Qué es la paz? El resplandor de la luz de la verdad que ilumina y
destruye la oscuridad del mal.

¿Qué hacer para tener la paz? Ser honesto, vivir la honestidad, y
participar en la sociedad. Así se construye la paz.

La paz es caminar sin resbalar en el complicado entramado que se ha creado con la deshonestidad y la falta de amor a los demás.
A la paz se llega por la honestidad en el ser y en el hacer.

¿Qué es la paz? Lo que se necesita para vivir con tranquilidad.

"¡La paz es una vivencia como consecuencia de la conciencia de nuestros actos cuando reflejan honestidad!"




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