“EL ESTABLECIMIENTO DEL HORROR”

 

“EL ESTABLECIMIENTO DEL HORROR”

Me había olvidado lo que es la falta de libertad, como también lo que es el terror y el horror en un pueblo.

¿Cómo se puede convertir en realidad lo que parece una irrealidad?

¿Qué poder tan grande tiene el ser humano para aguantar y generar la adversidad?

¿Y cómo unos pocos pueden tener tanto poder?

¿Cómo puedo ayudar?

Aquí estoy no sólo obligado sino deseoso de poder ayudar.

¡Qué injustos somos algunos seres humanos! Cuando nos afecta directamente el daño por el amor, nos horrorizamos, existiendo en muchas partes del Planeta tierra la injusticia, y hasta la muerte y no nos espantamos, y no nos horrorizamos como ahora que me llega al alma, me abraza y me amarga la esperanza y me nubla la templanza.

¡Padre Dios! Bendice y organiza a ese pueblo que tanto quiero.

No bastan estas palabras, aquí me tienen. Aquí estoy.

¿Cómo puedo ayudar?

¡Por favor! Unámonos y participemos honestamente más allá de nuestras fronteras. Y lo mismo lo hagan los de dentro.

Seamos lavadura que fermente en las almas, y los pueblos sean lo que tienen que ser, son y nunca han dejado de ser: buenos, felices y libres.

Ruego, roguemos, creyentes o no. Hagamos una constante oración, y no sé qué hechos en acción, que ayuden a que desaparezca la ignominia, la injusticia en nombre de la justicia, y renazca el bien, la felicidad y la libertad, y desaparezca el oprobio en toda esa o aquella nación.

¡Aquí estoy, sigo estando y estaré! Lucharé, mi vida y mis oraciones están dispuestas a cooperar a que desaparezca el establecimiento del horror en nombre de la libertad con perjuicio de humanos indefensos y necesitados.

¡Aquí estoy! Aquí estoy no sólo obligado sino deseoso de poder ayudar.

¡Aquí estoy! Aquí deberíamos estar. Aquí debemos estar.

 

“¡¡¡ESTAR EN GRACIA DE PADRE DIOS!!!”

 

“¡¡¡ESTAR EN GRACIA DE PADRE DIOS!!!”

Estar en gracia de Padre Dios es gozar la dicha de vivir en gracia por  
la ausencia del pecado mortal, vivir en la Comunión de los Santos.
Pecar mortalmente es alejarse de Padre Dios por actos indignos,  
merecedores de castigo, necesitados del perdón.

“¡¡¡Padre Dios es amor y eterno perdón!!!”

Padre Dios es el bien. Por Él tenemos el deseo del bien, y la  
contemplación, posesión y vivencia eterna del bien.

Padre Dios es la esencia del bien, de inimaginable belleza. Todo lo  
veremos después de la muerte en su contemplación por toda la  
eternidad, que eso creo que es el cielo.

Y todo lo vivimos y viviremos por la gracia de Padre Dios estando en  
gracia, amándole apasionadamente mientras dure la vida, y así luego  
gozarle eternamente.

Estar en gracia de Padre Dios es gozar las mieles y bendiciones que  
Padre Dios reparte sin medida, llenando nuestros corazones y las almas  
del espíritu que infunde, llenando la vida de gracia sin medida.

Bien vale la pena luchar contra las constantes tentaciones, que nos  
pueden apartar de la dicha de la gracia, y estar ausentes de la vida  
del espíritu, la vida de Padre Dios, Santísima Trinidad, que se vive en la  
corte celestial.

Dichosos los santos, llenos de gracia, que viven la presencia real de  
Padre Dios en sus vidas, y son merecedores de llegar a la vida eterna  
y a la contemplación de Padre Dios. Todos estamos llamados a ser santos.

“¡¡¡Tener la santidad es estar en gracia de Padre Dios!!!” 
“¡¡¡Hay grados de santidad. Hasta llegar a la heroica santidad!!!”

Estar en gracia de Padre Dios es vivir la dicha de la gracia, merecer  
la eterna felicidad en la presencia de Padre Dios, y ello por toda la  
eternidad.
Bendito sea el santo. Bendito sea el que está en gracia de Padre Dios.

Tendremos el cielo prometido, si somos merecedores de la vida eterna,  
si perseveramos y estamos en gracia, en la gracia santificante de  
Padre Dios.

Pidamos la gracia de las gracias, para tener la gracia de la contemplación de Padre Dios por toda la eternidad, y estar en la presencia eterna de Padre Dios. Una felicidad que no tiene límites.

“¡¡¡LA VOCACIÓN!!!”

 

“¡¡¡LA VOCACIÓN!!!”

La vocación suele ser el deseo de ser y hacer algo determinado en la vida, con cierta prontitud y anhelo.

“¡La vocación es la manifestación del esfuerzo y la dedicación!”

Los seres humanos hemos sido llamados a tener una vocación, a encontrarla, vivirla y a desarrollarla.

“¡La gran vocación es a lo divino, por lo divino y de lo divino!”

“¡Aceptada la vocación, no debe ser sometida a revisión; lo que toca es su realización!”

La vocación contribuye a la grandeza de la vida, a la coherencia de la vida, y al valor transcendental y eterno de la vida.

“¡¡¡La santidad es el fin de la vocación!!!”

La vocación en los creyentes es el amor a Padre Dios. El vivir para Él y con Él, morir por Él, y el vivir para por los demás.

La vocación nos debe conducir hasta el fin de la vida.

“¡¡¡Amar a Padre Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mimos es la gran y obligada vocación de todo ser humano vivo y activo!!!”

El pasotismo es enemigo de la vocación. La vocación es acción.

El pasotismo es la inacción.

“¡Padre Dios nos libre del pasotismo, y del pasota, del individualismo y del individualista!” Porque ellos son la causa, el error y el efecto del mal con repercusiones personales y sociales, por la falta de vocación.

Las crisis económicas, el paro, la corrupción… son consecuencia de la falta de la honesta vocación.

La vocación es compartir lo bueno para mejorar lo malo y para agradecer las dichas de la vida. Descubrir la vocación es un momento transcendental de la vida personal, familiar y social. Descubrir la vocación es marcar el destino y, por ello, es fundamental y necesario. De la contestación a la llamada de la vocación depende la felicidad y el aumento de la libertad.

“¡La vocación es un momento trascendental en la vida!”

“¡La conciencia de la vocación eleva al hombre a la cúspide de la responsabilidad y de la ciencia!”

No basta con tener y mantener la vocación, hay que estar renovándola para ser fieles y seguros servidores.

La vocación y hacerla realidad llenan la vida de ilusión, para vivirla con pasión y dedicar el tiempo que sea necesario para su realización.

“¡¡¡La vocación llena el alma de pasión, nos hace el bien, disfrutamos del bien y repartimos el bien!!!”

“¡¡¡IMPORTANCIA DEL AMOR, DE AMAR Y SER AMADO!!!”

 

“¡¡¡IMPORTANCIA DEL AMOR, DE AMAR Y SER AMADO!!!”

Amar y ser amado es tan importante y vital que insisto en el tema con el mayor cariño, queriendo también yo amar y ser amado.

Amar y ser amado es un fin alcanzable y necesario para una vida natural, feliz y llena de contenido y valor.

"¡El amor llena todo, no hay vacío que no cubra, ni hueco que no llene!"

"¡No se puede vivir con felicidad y libertad sin amor!"

La falta del amor es la consecuencia de la desgracia, de la vida vacía, y todo por causa de la incultura, tanto de la incultura paternal como de la incultura intelectual.

Hemos nacido para amar y ser amados.

Hemos nacido para ser felices y libres.

Al amor limita el mal ya sea consentido o el llegado sin aviso, y esto es así tanto para un malcriado como para un despreocupado.

Vivir sin amor es vivir sin pasión y sin ardor.

No se puede vivir feliz sin amor.

"¡El amor lo llena todo y facilita hacer el bien, y lo llena todo de contenido, trae la felicidad y la libertad!"

Amar y ser amado es caminar gozoso por el sendero luminoso de la plena felicidad y de la plena libertad, pudiendo ser el camino de la santidad, si nuestro amor es a fondo perdido y si damos con generosidad todo el que tenemos sin mirar a quien y con pasión y entrega.

Hemos nacido para amar y ser amados. Quien no ama o no es amado tiene que preguntarse a sí mismo la causa, porque no es normal ni natural.

Somos Seres humanos, libres y dueños y responsables de nuestros actos.

La incultura, el pasotismo, individualismo, el egoísmo... son cimientos del mal perverso, donde no hay ni bien ni amor; son camino de la ceguera en esta vida y, como consecuencia, queda esa terrible ausencia de amar y de ser amado.

Amar y ser amado es vivir la plena felicidad y la plena libertad con la obligación del esfuerzo y la honesta participación en la búsqueda del bien ajeno y personal.

"¡El bien de la felicidad del Ser humano es amar y ser amado, y serlo para hoy y siempre, con la honesta participación en la búsqueda del bien personal y ajeno!"

"¡Amar es dar amor con plena confianza, hoy y mañana!"

 "¡Amar es dar y recibir amor todos los días de la vida!"

"¡Amar es dar la vida sin pedir nada cambio!"

"¡Amar es creer de noche y de día!"

"¡Amar es dar amor sin más!"

"¡La importancia de amar y ser amado es tan vital y necesaria, que no existe felicidad ni libertad sin el amor!"

"¡Amar y ser amado es llenar el alma y el corazón del ser amado de noche y de día, y así todos los días!"

Amar y ser amado es la meta de cada día, hasta el final de nuestra vida.

Sin amor no hay felicidad ni libertad.

"¡Amar es amar; nada más!"

“¡¡¡PASAR HACIENDO EL BIEN!!!”

 

“¡¡¡PASAR HACIENDO EL BIEN!!!”

“¡Ojalá digan y repitan de nosotros que hemos pasado haciendo el bien!”

Hacer el bien es la obligación de todo Ser humano.

Nadie está exceptuado de hacer el bien.

“¡Es de buen nacido hacer el bien ahora y siempre, hasta el final de nuestra vida, cuando encontraremos el final que hayamos merecido!”

Nuestra vida debe de estar llenas de obras de caridad y de misericordia.

Misericordia y caridad en actos tan sencillos como saludar con cariño, sonreír, disculpar errores…

Pasar haciendo el bien en todos los sentidos.

La gran tragedia, la gran tragicomedia del momento actual es debida a la falta de la honesta participación y unión, en especial a la participación, en la unión, haciendo el bien sin pedir nada a cambio.

Una de las formas elocuentes de hacer el bien es dar buen ejemplo con hechos y no sólo con palabras.

Bienaventurados los mansos, que hacen el bien, porque ellos poseerán la tierra.

No nos olvidemos que somos Seres humanos y que tratamos con Seres Humanos. Que no somos ángeles.

Anatema a quien escandaliza. El escándalo tiende a separar las almas de las otras almas, y, en especial, de Padre Dios.

Por el contrario, la caridad nos une y nos lleva a Padre Dios. Padre Dios es la pura caridad.

“¡¡¡A mayor poder del mal, mayor poder haciendo el bien!!!”

Aún no ha vencido el mal al bien. ¡Claro! Si nosotros pasamos haciendo el bien.

Pasar haciendo el bien es ir acumulando actos de reparaciones y de desagravios, creando un patrimonio y un tesoro de honesta participación -ganado aquí en la tierra- que nos sirva, además, como inventario a mostrar el día que crucemos la frontera del Más Allá.

Vivamos haciendo el bien, pasemos haciendo el bien, y la recompensa ahora será mirar de frente, con humildad, y no tener que agachar la cabeza por el mal hecho y realizado.

“¡¡¡Pasar haciendo el bien es ser merecedor del honor y la alegría de amar y ser amado con todo valor!!!”

“¡¡¡La honesta participación en la unión es pasar haciendo el bien, repartiendo el bien y generando el bien!!!”

“SER SOEZ”

“SER SOEZ”

Ser soez es una manifestación incuestionable de ser una persona maleducada o malcriada.

Hago el distingo entre maleducada y malcriada por las siguientes razones:

a)   Maleducado es la persona que no ha sido educado, o mal educado.

b)   Malcriado es quien habiendo recibido educación de sus padres no la usa en determinados momentos expresándose con palabras y frases soeces. Y otras sólo siendo mal-criado.

Hay quien es soez como manifestación de confianza, de abuso de la relación.

Hay quienes dicen, refiriéndose a una gran persona: “¡Eres un tipo de puta madre!”.

Puta es, ha sido y será la palabra usada, de forma peyorativa  y despreciativa, para señalar a una señora prostituta, ramera que se entrega al comercio su cuerpo por interés.

No creo que existan acepciones para cambiar el significado de una palabra. Podrá tener un sentido más fuerte o menos, pero el significando sigue siendo el mismo.

De acuerdo a las palabras y frases que se usan denotan el grado de educación y cultura de esa persona, y si hay un grupo, de ese pueblo, que usa esas mismas frases, demuestra que es un pueblo maleducado o malcriado.

Ser soez, es ser soez. No tiene vuelta de hoja, por mucho cariño, amistad que se tenga.

Nunca ha existido, ni existirá, circunstancia que admiten, y de por buena, una manifestación soez.

Lo soez es soez.

Ruego a aquellas personas que, por equivocación o por desconocimiento usan esas palabras y frases soeces, que las eliminen, y se sentirá más personas.

“¡¡¡La educación es la madre de la buena relación!!!”

“¡¡¡La malcriadez es la madre del soez!!!”

Gracias por haberme leído.

Gracias por ser tan buena persona, porque quién lee esta reflexión tiene que ser una gran persona, y, por supuesto, no soez.

Que Padre Dios  y su santísima Madre La Virgen María le bendiga, y bendiga al mundo entero, eliminado el comportamiento soez, y sustituyéndolo por el mundo educado.

“¡¡¡La educación es la madre de la buena relación y de la buena participación!!!”

“¡¡¡EL VALOR DEL SER HUMANO!!!”

 

“¡¡¡EL VALOR DEL SER HUMANO!!!”

¿Cuánto vale un ser humano? ¿Quién es capaz de valorar a un ser humano? ¿Existe cantidad que pueda pagar al valor de un ser humano?

Somos únicos e irrepetibles. No ha existido ni volverá a existir un ser humano igual a uno mismo.

La grandiosidad humana es tan inmensa que somos la especie más importante del Planeta Azul, La Tierra.

“¡Nos distinguimos y nos hacemos invalorables porque somos libres, porque conocemos y actuamos con libertad!”

“¡La libertad es la distinción que tenemos los seres humanos con respecto a todo lo demás que habita en este Planeta!”

“¡Los seres humanos somos capaces de hacer el bien o el mal!”

Es inconcebible la miseria, es inconcebible matar, es inconcebible no amar.

Hemos sido creados para amar, ser felices y ser libres.

Los creyentes unimos a esto que somos hijos de Dios Padre y que hemos nacido para adorar a Padre Dios y aspirar a la vida eterna en Su contemplación, en su compañía.

Somos eternos hermanos de Nuestro Señor Jesucristo, hijos también de su madre la Virgen Santísima e hijos de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¿Los seres humanos somos iguales al resto de la fauna terrestre?

Somos animales, pero racionales. Tenemos la libertad.

¿Cuánto vale un ser humano?

Sabiendo lo que somos y lo que valemos... ¿Cómo es posible que haya corrupción? ¿Cómo es posible que permitamos la miseria, que permitamos el mal habiendo soluciones?

¡La educación en valores complementa y enriquece al ser humano de forma exponencial!

El valor del ser humano es tanto que vivir y amar nos hace invalorables y eternamente felices, cuando la honestidad se hace constante en la constante participación, dando como resultado el bien convertido en plena felicidad y en plena libertad.

Amar y ser amado, complementan y fortalecen las vivencias, convirtiéndolas en el camino inenarrable de la plena felicidad y la plena libertad.

El valor del ser humano es invalorable, eterno y el fundamento de la plena felicidad y de la plena libertad.

¿Cuánto vale el Ser Humano?

“¡LA DESFACHATEZ!”

 

“¡LA DESFACHATEZ!”

La desfachatez suele ser una consecuencia de la mala educación, tener poca preparación intelectual y muy mala fe.

La desfachatez es descaro, desvergüenza, insolencia.

Quien tiene la tristeza y la desgracia de tropezarse con una persona con desfachatez, le compadezco.

Las personas con desfachatez suelen atacar con premeditación y alevosía. Cuando improvisan son  mordaces y tremendamente ofensivas.

Buscan, con verdad o con mentira, argumentos para defenderse por que suelen sentirse ofendidas con mucha frecuencia, lógicamente, nunca dialogan y menos oyen a su objeto de la envidia.

La desfachatez es tan aterradora y compartida, que se hereda, en especial porque en la casa de personas así se habla y se comentan siempre con desfachatez, lo que transmite al resto de la familia.

La desfachatez es una de las grandes lacras personales, familiares y sociales que tiene el ser humano.

Es muy difícil corregir la desfachatez. Hay que ser muy virtuoso, muy santo para darse cuenta de su tremendo error de comportamiento y vivencias, y corregirlo.

¡Dichoso el que con desfachatez, cambia a la honestidad, amabilidad y al amor al prójimo, venciendo esa tremenda tara y convirtiéndose en una persona normal!

Rezar es el camino recto hacia la santidad y hacia el vencimiento de la triste y espantosamente desagradable desfachatez.

Para vencer la desfachatez se necesita la virtud de la humildad y educación. Algunas personas tienen que tener una humildad en grado superlativo. Les cuesta mucho vencer la desfachatez con la normal humildad.

Recemos todos porque esas desgraciadas personas con desfachatez, se venzan y cambien a la honestidad repartiendo la humildad, la verdad y la realidad con sinceridad y grandeza de corazón, y verán a Padre Dios.

“¡¡¡AMAR LA VERDAD Y A LA LIBERTAD!!!”

 

“¡¡¡AMAR LA VERDAD Y A LA LIBERTAD!!!”

Amar tratando de vivir la verdad es algo necesario para vivir plenamente la realidad.

Amar la verdad es ser educado, honesto, participativo y poder vivir la plena libertad.
Amar a la libertad es una necesidad.

La plena felicidad está unida a la plena libertad.

La verdad nos hace libres.

La libertad es la gran responsabilidad que, junto con la honesta participación y la unión, hace grandiosa la vida y grande a los pueblos.

La felicidad es la vivencia continuada de la verdad y de la honesta y participativa libertad.

La mentira es el pozo profundo de la deshonestidad. Pozo en el que cabe casi toda la maldad.

La educación en valores es la mejor forma de vivir y tener la plena felicidad y la plena libertad, y poder amar a la verdad y a la libertad.

Con la verdad no hay fronteras para la honesta realidad.

Vivamos siempre con la verdad, lo contrario es vivir en el error y en la irrealidad con la complacencia del mal.

Amar la verdad es vivir en la realidad.

Mentir es vivir en la irrealidad, con el agravante de la deshonestidad.

Aquí hay muchas frases para meditar. ¿Está de acuerdo?

Amar la verdad y la libertad es caminar por el sendero luminoso que nos conduce a Padre Dios, y a nosotros mismos, para que podamos ser plenamente libres y plenamente felices.

“¡LE FELICITO PORQUE ESTÁ CUMPLIENDO CON LA ORDEN DE CONTAMINAR!”

“¡LE FELICITO PORQUE ESTÁ CUMPLIENDO CON LA ORDEN DE CONTAMINAR!”

¿Cómo podremos agradecer y pagar a los depredadores, a los
contaminadores su inestimable cooperación a la desaparición de nuestro hábitat natural?

Al menos felicitémosles y felicitémonos por contemplar nuestra
contribución –tanto activa como pasiva– en esa maravillosa labor de contaminar y destruir lo que tan tontamente llamamos hábitat natural. No se sorprenda.

Le felicito porque está cumpliendo, a rajatabla, con su inestimable
cooperación a destruir el malvado y desastroso Planeta Tierra.

No nos cansaremos de felicitar y envidiar a ese poder –que llaman
perverso, “cuando es maravilloso”– que ha conseguido que seamos “plenamente felices en la esclavitud”; que hemos aceptado con la expresión de nuestro eterno agradecimiento.

Tontos e idiotas aquellos ilusos que aún siguen creyendo y luchando por tener lo que ellos llaman: un Planeta Azul de la Tierra pleno de natural habitabilidad.

A esos, pocos, pero insistentes luchadores habitatistas, hay que
convencerlos, incluso con amenazas, persecuciones y hasta la muerte, para que dejen de importunarnos con sus alegaciones y demostraciones de que la vida natural es mejor que la antinatural, impidiendo -al menos están tratando de obligarnos- que sigamos  contaminando  y destruyendo lo que tanto nos cuesta destruir, aunque ya hay hechos evidentes de que lo vamos consiguiendo, como el deshielo de esos nefastos polos terrenales que almacenan agua.

Convenzamos a los habitatistas con nuestro honesto y efectivo trabajo y placer de contaminar y destruir al espantoso Planeta Tierra, para que así consigamos ser merecedores de los mayores halagos y felicitaciones por lo arrollador de nuestro ilusionante trabajo destructivo y contaminante.

Que no haya nadie que pueda ser tachado de habitatista, de tratar de conservar el hábitat natural, sino de honestos, prácticos y efectivos destructores y contaminadores.

A usted se lo recordamos, con el mayor de los odios, envidias y
maledicencias, que no deje de contaminar, que ya tendrá la dicha y la recompensa del mundo inhabitable. Al que estamos llegando, afortunadamente, gracias a su inestimable y efectiva colaboración.

Le felicito porque está cumpliendo con las necesarias y efectivas
órdenes que damos de contaminar y destruir al malviviente Planeta Tierra.

Anatema al habitatista. Felicitación y gloria al contaminador.
Firmado: Lucifer.

Y yo te digo: "¡¡¡Lo que tú hagas así te harán!!!"

Uno recibe la cosecha de lo que siembra. Cuanto más se cuide, mejor será la cosecha.

“¡LOS EMOTICONOS!”

 

“¡LOS EMOTICONOS!”

Me adhiero a todo lo que sea progreso, entendiendo por progreso todo lo que sea intrínsecamente bueno, y de lo que nos beneficiemos todos.

Sin la informática no hubiéramos progresado como lo hemos hecho, y supongo que el avance en los próximos años aún será mayor.

Al concepto de progreso hay que seguirle añadiendo la aclaración o ampliación del tema de que se trate.

Como ejemplo: los emoticonos.

Un emoticono es una representación de una expresión facial -una carita- que se utiliza en mensajes electrónicos para aludir al estado de ánimo del remitente.

Un emoticono debería enviarse para confirmar lo dicho, no para que el receptor se haga o tenga que imaginarse lo que quiere decir el remitente, salvo excepciones lógicamente.

Los sentimientos nunca se deberían mistificar o dejar a la interpretación, que siempre suele ser equivocada. En los sentimientos nunca debe haber interpretaciones.

Cuando algo es interpretativo, solemos decidir o juzgar de acuerdo a nuestros deseos, que puede que no sean iguales a los del remitente. Podrán ser parecidos, pero no son iguales, y en esta disquisición la variedad es enorme.

Cuando el emoticono es tan claro que no hay dudas, la interpretación suele ser semejante a la que ha querido expresar el remitente, pero en algunos casos la interpretación es un craso error, porque lo que uno ha entendido no es lo que quería decir quién nos remitió el emoticono.

Y surgen problemas, como en toda comunicación confusa.

“¡Querer es poder y querer es amar!” Y no es lo mismo el poder que el amor, si no hay el querer por medio.

Siempre debemos expresarnos con la mayor claridad posible, que no exista la menor posibilidad de interpretación, en especial en todo lo relacionado con las cosas importantes, como es el poder, y como es el amor.

Ahorrar es bueno, pero no lo es a toda costa, a cualquier precio, como ocurre en la usura. Lo mismo pasa con las palabras y los hechos. No conviene ser tan breve que por ahorrar palabras esenciales induzcamos al equívoco.

El emoticono debe ser siempre como una confirmación -emotiva- de lo dicho. Nunca debe ser irónico o interpretativo.

Y lo mismo para todo: la humilde honestidad tiene que ser clara y evidente, sin lugar a dudas o interpretaciones.

La honesta y sincera exposición, complementada con emoticonos, no debe suponer interpretación, sino confirmación de lo dicho.

Que nunca exista la interpretación errónea con los emoticonos. Que no se dé pie al error. Que siempre haya la correcta, ineludible y clara comunicación: lo que significa información clara e interpretación verdadera.

“¡¡¡SOMOS ETERNAMENTE ETERNOS!!!”

 

“¡¡¡SOMOS ETERNAMENTE ETERNOS!!!”

Somos eternamente eternos porque hemos sido creados por Dios desde la eternidad, y después de la muerte viviremos eternamente.

Esta vivencia eterna es una de las grandes demostraciones de la existencia de Dios.

No hay mente ni ser humano capaz de crear de la nada, eso solo lo puede hacer Dios. Y tiene que ser “uno”, porque Dios no tiene delegaciones, de otra forma no sería Dios. Dios es único y eterno. ¿Quién puede crear de la nada si no es Dios? El que lo haga es Dios.

San Agustín dijo que “el tiempo existe sólo dentro del universo”. Dios existe fuera del tiempo.

Tanto nos ha amado Padre Dios que nos ha creado y nos ha dado vida eterna, para gozar de su presencia en el cielo. ¡Claro, nos envió a su Hijo Jesucristo! Quien dijo: “Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que crea en él no perezca sino que tenga vida eterna”.

¿Qué es para mí el cielo? El cielo es la contemplación eterna de Padre Dios. No existe ni existirá nada que pueda superar “dicha dicha”.

Somos únicos e irrepetibles, lo hemos sido y lo seremos desde toda la eternidad y para siempre jamás.

Somos de un valor incalculable. Así debemos valorar nuestra vida y nuestros actos, que deberían ser hechos conforme a esta consideración.

Como ser humano que todavía esté vivo no puedo comprender la eternidad de forma completa. Más o menos vislumbro que la eternidad es existir antes, durante y después.

Si, tenemos que hacer todo para merecer la eterna contemplación de Padre Dios. El cielo.

La eternidad es eterna y atemporal.

Dios es independiente tanto del tiempo como del espacio, haciéndonos volver a la eternidad.

Si esto lo viviéramos con la intensidad de la realidad de la verdad, el mundo sería un paraíso, que es para lo que hemos nacido.

Si no tenemos ese paraíso con plena felicidad y plena libertad es porque no nos comportamos como hijos de Dios, lo cual obliga a una total honestidad.

No dejo de aceptar que esta idea o realidad de la eternidad puede ser no aceptada por algunas personas. Yo sólo les preguntaría: el cosmos y el hombre ¿se han creado (solo Dios crea) a sí mismos?

Si nos hemos creado a nosotros mismos, entonces seríamos dioses.

Espero haber expuesto mi creencia y mi esperanza, así como lo eternamente eternos que somos los seres humanos.

¡Dios mío! Danos y dame la fe, y la luz que ilumine a lo más importante del ser humano: lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos.

Ruego, con el mayor cariño y agradecimiento que aquellos que tengan la razón de lo contrario nos la expongan, necesito su ayuda. Gracias.

“¡¡¡LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA!!!”

 

“¡¡¡LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA!!!”

¡Este principio, tan antiguo como la especie humana, suele ser tan mal aplicado desde la antigüedad! Aun siendo un principio fundamental en la vida personal, familiar, empresarial, judicial, social y política.

De la misma manera que es un pecado acusar, en especial, sin fundamento o razón, lo debería ser dejar de denunciar el mal.

Los humanos tenemos tendencias; por regla general somos buenos, Influye poderosamente la educación recibida de nuestros padres., tanto en valores éticos como religiosos.

Vivimos un mundo opuesto a este principio de la inocencia, aunque se mencione como fundamental.

Hay quienes pregonan la inocencia, - pero no la practican -, teniendo obligación de hacerlo por su actividad.

El mayor ejemplo lo vivimos en algunos entes públicos. Acusan como norma.

No sé a qué se debe ese comportamiento.

Por supuesto: hay entes públicos que no están al servicio total del ciudadano, sí para acusarlo. Puede haber hasta departamentos ejecutivos que van más deprisa que los trámites normales del procedimiento.

Cualquier persona que acuda a un ente público debería recibir, primero, un comportamiento sumamente educado; segundo, buscarle sobre la marcha la solución al problema; y, tercero, solucionarlo con la mayor rapidez.

El ciudadano se debe sentir atendido y satisfecho por la educación recibida, por la demostración de querer solucionarle su tema y por la prontitud.

Y el funcionario tiene que sentirse enormemente satisfecho de haber cumplido con su deber, por su profesionalidad, educación y buena voluntad.

¿Cuál es la dificultad para ese comportamiento de ambas partes?

La falta de honradez, de educación y de profesionalidad, por la falta de la presunción de inocencia.

“¡¡¡DESCONECCIÓN ENTRE GENERACIONES!!!”

 

“¡¡¡DESCONECCIÓN ENTRE GENERACIONES!!!”

Tengo 92 años. Hoy en día las diferencias entre generaciones son cada vez mayores.

Nunca ha habido tanta información y ésta ha circulado de manera tan rápida. Paradójicamente, nunca ha habido tanta desconexión entre generaciones. Y esto me preocupa.

Los viejos podemos aportar algo a las siguientes generaciones.

Personalmente me siento más válido hoy que cuando era joven. Es la experiencia, no es otra cosa. “¡¡¡La vejez es la madre de las ciencias!!!”.

Se dice que el diablo es más sabio por viejo que por diablo. Algo hay de razón.

Sigo y seguiré insistiendo en la necesidad de relacionarnos. De compartir nuestras inquietudes y conocimientos, con el único propósito de ayudarnos.

Los viejos necesitamos a los jóvenes, son nuestra ilusión, el recreo de la familia, y el futuro de la nación. Y, además, los queremos mucho.

“¡Los seres humanos somos sociables, lo que implica relación!”

El aislamiento y la separación generan desilusión, pena y profunda tristeza. Y, lo que es aún peor, incomprensión.

Esto deben saberlo los jóvenes.

Si Dios quiere, también llegarán a ser mayores, viejos, ... como yo. Podrán estar en activo, como afortunadamente lo estoy yo, y al mismo tiempo preocupado por ustedes. Lo mismo les pasará a ustedes.

Quiera Dios que así sea. La incomunicación entre generaciones no es natural. Es perjudicial para la humanidad y para la propia felicidad generacional.

Siempre nos necesitaremos los unos a los otros.

Desconfío de quien desoye y rechaza la cooperación. Quien así actúa, me da la sensación de que no ama.

¿Acaso hay mayor satisfacción que querer, que amar al ser humano? Sólo lo supera el amor a Dios. Amor a Dios, amor a las personas, amor a la libertad, la participación.

He intentado construir mi vida sobre cuatro pilares: Dios, la familia, los amigos y la comunidad. En la medida que me he relacionado con ellos, en esa misma medida ha aumentado mi felicidad. No sé vivir, ni quiero vivir sin ellos: son parte integrante de mí ser, de mi actuar y de mi respirar, de mi vivir.

Les recomiendo a los jóvenes cimentar sus vidas en valores éticos o religiosos, para tener una vida llena y compartirla: fundamentos de la libertad y la felicidad.

Los jóvenes no deben olvidar, principalmente, dos cosas:

- “los humanos somos seres sociables”

- “y no hay libertad y felicidad sin la relación y la participación”

Reitero el profundo cariño que les tengo, admiración y esperanza en que podamos compartir conocimientos, alegrías, vivencias y experiencias.

Y podamos sentirnos realizados, felices y libres, porque estamos o hemos cumplido con el primer mandamiento: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mimos.

Pocas veces he tenido tan pocas visitas al blog. Parece que el tema interesa poco. Me preocupa. Seguiremos intentando conectar con los jóvenes, lo creo absolutamente necesario e imprescindible para construir un mundo mejor: aunque ellos son los arquitectos, no podrán hacerlo si no nos tienen en cuenta.

“¡¡¡LA SEGURIDAD PERSONAL!!!”

 

“¡¡¡LA SEGURIDAD PERSONAL!!!”                 

Después de Dios, la libertad, y con ella, -de forma inseparable-, la seguridad y el respeto a las personas.

Cualquier hecho que atente a la libertad y a la seguridad tiene que ser castigado severamente. El atacado tiene que recuperar, cuanto antes, su libertad de convivir en paz. Sentirse seguro y recibir reparación. El atacante debe cesar en su acción y responder por el mal causado.

En ningún caso, ninguna persona tiene que llegar a modificar su rutina, o a cambiar su puesto trabajo, porque sufre amenazas, o -no quiero ni pensarlo- porque es objeto de agresiones físicas.

La violencia, física o moral, quita la razón a quien pudiera tenerla.

Las diferencias entre personas educadas y libres se resuelven dialogando o acudiendo a un tercero, que resuelve el caso como el juez, o incluso como un buen componedor. Nunca nadie está legitimado al recurso a ninguna clase de violencia.

“¡¡¡Todos los seres humanos tenemos un valor incalculable, único e irrepetible!!!”

Esto origina un derecho de respeto y de protección irrenunciable. Un derecho que nunca puede ser conculcado y que no decae nunca.

Quien recurre a la violencia tiene que ser apartado, inmediatamente, de la comunidad, de la sociedad. No puede convivir con los demás.

Y si las leyes no nos protegen, hay que cambiarlas.

La libertad tiene que ser protegida en su totalidad y en todo momento.

No se puede permitir que una persona honesta, en especial si se trata de un profesional de la educación, de la sanidad, de la policía etc., no pueda vivir tranquila por las amenazas de otra, por muchas razones que pueda tener. El ejercicio de la violencia la desautoriza; su pretensión se hace ilegítima.

“¡¡¡Ninguna razón, ningún argumento permite coartar la libertad y la libre convivencia!!!”

Cicerón echó en cara a Catilina sus insidias: “Quousque tandem, abutere, Catilina, patientia nostra? Me apropio de sus palabras: ¿Hasta cuándo gobiernos, poderes fácticos ... abusarán de nuestra paciencia? ¿Hasta cuándo tendremos que aguantar al maleducado, al pasota, al individualista, a todo aquel o aquella que no respeta la libertad y la seguridad de los demás?

La convivencia en paz y con respeto es un derecho irrenunciable que todos tenemos que apoyar y que todos podemos exigir. Y los jueces deben atender estas reclamaciones.

Si no sucede así, al menos deberíamos preguntarnos: ¿Qué estoy dejando de hacer? ¿Qué debo hacer? Porque el reproche de Cicerón, "Quousque tándem …", no era la queja estéril de un victimista.