“¡LA EDUCACIÓN!”. “¡LA EDUCACIÓN RECIBIDA Y NO ACEPTADA!”

 

“¡LA EDUCACIÓN!”. “¡LA EDUCACIÓN RECIBIDA Y NO ACEPTADA!”

La educación es la herencia que recibimos de nuestros padres de mayor valor, después de la vida,

Es tan importante la educación que casi “somos lo que nos han educado o han dejado de educar”.

Todo tiene una impronta de acuerdo a la educación recibida y aceptada.

En mi larga experiencia, por los años vividos y compartidos, la educación define el comportamiento personal, y de todo aquello en lo que tenemos influencia.

La persona educada es libre. La persona maleducada no puede ser libre.

Uno de los fines y razones de la libertad es el respeto a los demás.

“¡Quien no respeta ni es educado abusa de la libertad porque hace mal uso de ella y con perjuicio de los demás!”

“¡El mal se crea, se propaga y se desarrolla con la mala educación!”

Un maleducado es fuente del mal, genera y desarrolla el mal y lo reparte con facilidad.

No educar es tarar. “¡Y cuando hay una mayoría de maleducados, las crisis son lo normal!”

Apelemos a que los padres sean honestos y quieran a sus hijos dándoles la herramienta del buen proceder por la educación recibida.

Ser padre es de lo más grande y de más valor que podemos ser en esta Tierra. Podemos crear nuevas vidas. Conlleva deberes y derechos. Y entre los principales deberes es educar, y entre los principales derechos es educar a los propios hijos, antes que el Estado o la sociedad. El derecho de los hijos es ser educados por sus padres. El Estado y la sociedad deben ayudar, en especial en los casos de situaciones difíciles.

Anatema a quien recibe educación y no la acepta, porque hará daño sin tino y sin concierto, se dañará a sí mismo, y será razón de males y principio de generaciones maleducadas, serán creadores del mal propio y ajeno.

Educar y ser educado es el complemento directo para la felicidad propia y ajena, y para poder vivir y repartir la sagrada libertad.

Dichoso el educado, tiene padres educados, y educará haciendo que siga existiendo la educación para el bien de generaciones, y así poder vivir y repartir la felicidad en la libertad.

Libertad y felicidad son una consecuencia de la educación recibida y aceptada.