martes, 30 de abril de 2013

“EL AMOR Y SUS OBRAS”



“EL AMOR Y SUS OBRAS”

El amor es la vivencia cumbre del ser humano.
Dios es Amor. Amor que se difunde y prodiga infinitamente.
La crucifixión fue el  gran acto de Amor de Dios por los hombres. Y la Resurrección la demostración de la Divinidad de Jesucristo, el fundamento de la religión cristiana.
Nuestra obligación, como creyentes, es corresponder a ese Amor. Amor con amor se paga. Y lo hacemos cumpliendo sus Mandamientos.
Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, por eso el corazón del hombre está hecho para amar.
Cuánto más amamos y nos aman, más felices somos.
No podemos vivir sin amor. Sería una vida estéril y vacía de contenido.
La santidad no consiste principalmente en luchar contra el pecado, sino en amar a Jesucristo.
El amor es el grado sumo de la amistad. Y lo demostramos con nuestros actos a lo largo de la vida: en la familia, con los amigos, con la comunidad.
La fidelidad y la lealtad, que deben ser nuestra norma de conducta, son expresiones del amor.
¿Hago, en este momento, lo que debo hacer?
¿Intento buscar la perfección en mi vida y en mi trabajo? ¿Lo hago participando?
El amor debe existir y permanecer, luchar por ello, aún en la mayor aridez.
El amor verdadero, sea sensible o no, empapa todos los aspectos de nuestra existencia. Unidad de vida. Y lo hacemos cumpliendo con nuestro deber.
El trabajo, la familia, la amistad, los afanes diarios, la búsqueda del bien común, para ser felices..., tienen que ser consecuencia del amor.
Santificarnos con las realidades terrenas. Hacerlo todo por y con amor.
Amar sin condiciones, sin esperar nada a cambio, perfecciona las relaciones humanas hasta tal punto que las santifica y las llena de la plena felicidad, porque vivimos la plena libertad.
Amemos y seremos felices y libres. Las obras del amor forman una montaña cuya cumbre es la libertad plena y feliz.

domingo, 28 de abril de 2013

viernes, 26 de abril de 2013

“AGRADECIMIENTO”



“AGRADECIMIENTO”

Quiero dejar constancia escrita de mi agradecimiento a Doña Carmen Guerra, Concejala Delegada del Distrito Tamaraceite, San Lorenzo, Tenoya, del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, por el maravilloso homenaje que organizó con ocasión de mi nombramiento como "Vecino Ilustre". También quiero dar las gracias a todos los que asistieron, así como a todos los que, aunque quisieron, no pudieron hacerlo, como bien dijo mi amigo Vicente Antonio Díaz Melián.
No me siento capaz de narrar el acto, de describir las emociones, de resumir las palabras que se dijeron sobre mi persona (...) etc. Solo puedo decir que se grabó en mi alma un recuerdo que sentiré eternamente.
Es de bien nacido ser agradecido. Mi familia y un servidor lo estaremos sin límite de cantidad, de calidad y de duración.
¿Qué es para mí el agradecimiento?
Una maravillosa y bella forma de relacionarnos con Dios y con los hombres.  Es un modo de rezar a Dios y de hacer más grata la convivencia.
Para los católicos, la Sagrada Eucaristía es la mayor acción de gracias que podemos ofrecer al Señor.
Agradecer es una forma de manifestar la fe en los demás, y demostrarles el amor, tratando de ser humilde.
La ingratitud es  uno de los pecados que lastran al ser humano.
Cuando hayamos cruzado la Frontera del Más Allá, comprobaremos lo mucho que le debemos a tantas personas, y que, en su momento, no supimos apreciar ni agradecer. O que no pudimos agradecerlo, porque no conocíamos el que nos hacían tantas mujeres discretas y tantos hombres discretos.
El agradecimiento exige atención.
El agradecimiento se olvida cuando se apaga la fe en Dios y la confianza en los hombres.
“Ni un vaso de agua que deis en mi nombre quedará sin su recompensa”
El agradecimiento fortalece la amistad, eleva el alma y reconforta al que la recibe como al que la da.
Sin la virtud del agradecimiento, la convivencia es muy difícil.
Sólo puedo decir: ¡gracias! ¡muchísimas gracias! Estoy tan agradecido que el pago se aleja de mis posibilidades humanas. Por eso recurro a la ayuda divina: a Padre Dios le pido, en este momento y siempre, la plena felicidad y la plena libertad para todos Ustedes.
Necesito quererles aún más, necesito ser mejor con todos y con cada uno. Es la única forma de agradecer lo que no puedo pagar.
Gracias. Que Padre Dios y su Madre la Virgen Santísima les bendiga, a Ustedes, a sus familias, a sus amigos y a sus vecinos. Yo lo hago teniéndoles siempre en mi alma, en mi corazón y en mis oraciones.
Gracias de parte de este pobre  esperanzado y eterno agradecido.

martes, 23 de abril de 2013

¡LE LLAMAN PROGRESO! Y SOMOS CULPABLES.



¡LE LLAMAN PROGRESO! Y SOMOS CULPABLES.  


Se contamina y se destruye justificándolo como progreso o bienestar.
¿Cómo es posible que admitamos semejante daño y dislate?
Las lluvias o no las hay o son torrenciales. El viento se ha acelerado a velocidades inimaginables. Hay donde no había.
Volamos hacia una destrucción del medio ambiente de forma huracanada.
La tierra –llamado Planeta Azul- que heredamos, la estamos dejando casi inservible, es cuestión de tiempo y lo será.
La velocidad a la que vamos es tan acelerada que me impide ver y calcular. ¿Ver el desastre que se avecina es progreso y es desarrollo caminar hacia un mundo inhabitable?¿De qué me vale tener tecnología si no me sirve para sobrevivir? Las próximas generaciones nos maldecirán, y con razón. ¿Qué les estamos dejando?
Los vientos y las lluvias destruyen cultivos y hasta las obras creadas por nosotros. Pregúntenles a los norteamericanos. Aún hay campos inundados y ciudad bajo el agua.
Las ciudades costeras desaparecerán.
Los perversos nos están dominando y son el origen y causa de gran parte del mal. La otra es nuestra culpa. Ellos son más ricos en dinero y poder, pero navegamos en el mismo barco. Están y estamos contribuyendo, directamente, a la masacre, y contra nosotros mismos. ¡No va a haber dinero suficiente para pagar el tener una vida natural en este Planeta! Y nosotros sus cómplices, ya sea por pasotismo o individualismo. ¿Hasta cuándo? ¿Estamos ya en el punto de no retorno? Nos ahogaremos juntos en los recursos de ellos.
Me siento impotente, malhumorado y decepcionado. Si no fuera por las creencias religiosas y mi amor apasionado por el ser humano, ya hubiera tirado la toalla. Esto no es un lamento, es un grito desgarrador, de angustia y dolor. Destrucción de las ilusiones y de las esperanzas, cuando existe solución. Seguiré gritando en el desierto, pero seguiré. Mi conciencia me obliga y aunque el tremendo desastre me arrastra, me agarraré al árbol que, arrancado por el huracán, flota arrastrado por el río tormentoso de la destrucción y contaminación.
El sol se me está obscureciendo y solo me queda la luz de la esperanza y de la conciencia humana.
¿Cómo puedo influir para que se pare esta hecatombe? Si hay alguien que lo sepa, que lo diga, POR FAVOR Y POR DIOS.
Conseguiremos parar y comenzar a restaurar el daño causado.
Espero con angustia pero con fe en la humanidad -que aún no la he perdido–, que  podamos tener lo que hemos tenido, un Planeta maravilloso y habitable.
Reitero: no olvidemos que todos, por activa o por pasiva, contribuimos.
No sólo son responsables los perversos, lo somos nosotros también, a nuestra medida. Pero los somos.
Creo ciegamente en el ser humano y en su conciencia, apelo a ellas, para el bien de todos -incluidos los perversos– y tengamos el mundo que nos merecemos, por el progreso de la honesta participación y de la libertad.

domingo, 21 de abril de 2013

MÁXIMA DE MI VIVENCIA Y CREENCIA.



MÁXIMA DE MI VIVENCIA Y CREENCIA.

“Para ser libre se necesitan valores,
educación, protesta,
y amar al prójimo aún con dolores”.

viernes, 19 de abril de 2013

“QUIENES OPINAN DIFERENTE”


 “QUIENES OPINAN DIFERENTE”
                                                           
He tenido la suerte de vivir épocas muy diferentes. En todas, he tratado a personas que tenían opiniones distintas a las mías.
A veces, algunos, han elevado sus opiniones a la categoría de dogmas. Y han considerado que las opiniones de los demás estaban totalmente equivocadas.
Utilizamos con gran recurrencia las palabras "democracia" y "libertad". ¿Las vivimos plenamente? ¿Cuál es su verdadero sentido?
Una de las concreciones de la libertad es la libre exposición de las opiniones. Algunos utilizan este derecho desde el anonimato, sin decir su nombre. Otros lo hacen de manera limitada: dicen sí o no y nunca explican sus razones.
Poder opinar no significa tener la razón.
Puedo opinar que el color rojo es feo. Mi disgusto no es la verdad.
Decir “no me gusta", o, "no estoy de acuerdo”, no me acerca a la verdad ni a la mentira.
La opinión que no se fundamenta con argumentos no es racional.
Limitarse a afirmar "no creo en Dios", o "no creo en tal idea" y no ofrecer argumentos es insuficiente.
Dar una opinión razonada es dar fundamento a las propias creencias. Entre el "pienso que esto es lo correcto por esta razón", y el "esto no es verdad porque no me lo creo" hay una gran diferencia.
Para opinar hay que ser honesto. Creer exige un plus de honestidad.
Se puede opinar diferente. No es honesto atacar por no pensar igual que otros.
Las creencias y las opiniones honestas merecen ser respetadas, se esté a favor o en contra.
Es fácil decir que no estoy de acuerdo y no tener argumentos. Pero no es educado y es muy poco honesto. En especial cuando estas palabras se pronuncian desde la oscuridad del anonimato.
No basta decir que no o que sí. Cuando uno quiere decir su opinión hay que fundamentarlo, con argumentos ciertos, no imaginados. Y siempre respetando las verdades de otros.
La libertad sin respeto, no es libertad.
No cabe la menor duda de que hay muchas opiniones en la calle. Algunos las copian sin argumentos.
Muchos opinamos con frecuencia. Siempre pretendo que mis opiniones sean honestas. Puedo estar equivocado, por lo que ruego me lo hagan saber. Me harán un gran favor. Quienes me ayuden, se harán un gran favor y nos lo harán a todos.
Opinar honestamente y con argumentos es una necesidad a la que apelo con urgencia.
Gracias por haberme leído. Espero su opinión honesta y argumentada, para bien de todos, y con los mejores deseos que Padre Dios nos bendiga, a todos.

martes, 16 de abril de 2013

“HACIA UNA NUEVA ERA”


“HACIA UNA NUEVA ERA”

Aunque el ser humano es social por naturaleza, creo que estamos viviendo todo lo contrario.
El Concilio Vaticano II nos recuerda que “el hombre, por su íntima naturaleza, es un ser social, y no puede vivir ni desarrollar sus cualidades sin relacionarse con los demás”.
El Papa Pío XI en su Encíclica Divini Redemptoris, dice: “la sociedad es un medio natural que el hombre puede y debe usar para obtener su fin”.
Por desgracia, hoy presenciamos, con la mayor naturalidad, la siguiente paradoja: cuanto mayor es el núcleo habitado, mayor es la incomunicación entre sus habitantes, y mayor es su agresividad.
Reiterar que los vecinos, puerta con puerta, no se conocen. Ni siquiera se saludan. Y en los pueblos pequeños todo el mundo se conoce. Eso era lo normal en mi juventud incluso en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Nos saludábamos, nos conociésemos o no. Dar los buenos días, o las buenas tardes, distinguía a las personas educadas.
Hoy existe un deterioro educacional que nos conduce al aislamiento. Ni nos conocemos, ni nos saludamos. Cada vez nos alejamos más los unos de los otros, y cada vez hay más agresividad.
Este comportamiento, esta separación crea un vacío personal y un deterioro en las relaciones interpersonales.
La ausencia de las relaciones humanas, - tan necesarias para la vida normal, la familia, la comunidad -,  crea como consecuencia la infelicidad.
¿Caminamos hacia una nueva era?
Por la experiencia vivida como persona, me atrevo a sugerir que esa era tiene que integrar, de manera armónica y real, la persona y la sociedad con LA NATURALEZA, el medio en el que podamos vivir felizmente los humanos.
Para realizar esa aspiración disponemos de todos los elementos necesarios: la experiencia, la ciencia y las creencias que junto a valores éticos o religiosos, nos permitirán ver los errores cometidos por los comportamientos egoístas y consumistas, y lo sustituyamos por comportamientos solidarios con nosotros mismos, con los demás y con la Naturaleza.
Para esto, lógicamente, se necesita ser conscientes y desear el cambio, y no con palabras, como las mías, sino con hechos.
El mal aún no ha vencido al bien.
Nunca es tarde para mejorar.
Los humanos somos buenos por naturaleza, y el medio y la educación influyen poderosamente en nuestros hábitos y comportamientos.
Seamos lo que somos: humanos buenos, y para ser buenos humanos tenemos que comunicarnos los unos con los otros, para así poder ser un humano bueno.
Como siempre, de nosotros depende, de usted y de mí, para llegar a la  necesaria nueva era.
        



viernes, 12 de abril de 2013

“LOS PADRES AYER Y LOS DE HOY”


“LOS PADRES AYER Y LOS DE HOY”

En un pasado no muy lejano, los padres teníamos autoridad. ¡Lo ha dicho tu padre! Y ya no había más que hablar.
El mundo ha evolucionado. Los cambios han afectado también al sentido de la autoridad paterna.
Afortunadamente, en especial para las madres, hoy se comparte todo, incluso en los ingresos. Antes, mientras que el padre se ocupaba de los ingresos familiares, la madre cuidaba de la casa y de los hijos.
En una familia educada, era norma natural de conducta la total y absoluta obediencia al padre.
La madre tenía un poder de decisión superior al padre en los asuntos familiares. El padre se apoyaba en su mujer para tomar las decisiones más importantes.
Los temas estaban más estratificados. Había un reparto de poderes y de obligaciones.
Era más fácil criar y educar a los hijos. Los padres tenían mucho más tiempo para dedicarse a sus hijos. La madre, normalmente, no trabajaba fuera de casa, y podía dedicar todo su tiempo y cariño a sus hijos.
Hoy la sociedad tiene que buscar una solución a los padres que tienen hijos.
No se puede educar a los hijos sin dedicarles tiempo todos los días: al levantarse, al acostarse, las comidas a sus horas, ver lo que comen y cómo lo comen, los baños etc. etc.
¿Cómo pueden educar a sus hijos un padre y una madre que trabajan a las mismas horas?
Es imposible.
Pienso que una parte importante de la drogodependencia, de la agresividad, de las separaciones matrimoniales etc. tiene su origen en la falta de una educación familiar diaria. Quienes pasan por estas situaciones conflictivas se criaron sin la dirección diaria de sus padres.
Nunca tiempos pasados fueron mejores, pero la sociedad se deteriora con lo que hacen sus componentes. Creo que la sociedad está gravemente enferma en cuanto se refiere a la familia.
No hemos retrocedido en prestaciones. Hemos retrocedido en valores.
No sabemos valorar los hechos, porque no tenemos los parámetros de seguridad y de confianza que proporciona la educación recibida en la convivencia familiar diaria.
Tener hijos es sin duda una de las cosas más grandes que podemos hacer los seres humanos. Como todo hecho responsable, éste también implica una correspondencia ambiental.
El ambiente familiar tiene que ser de autoridad, respeto y cariño. Esto sólo se consigue mediante la presencia (física, no virtual) de los padres en la convivencia diaria y en todos los momentos importantes de la vida de los hijos de menor edad.
Intentemos que los padres compartan la dicha, la alegría y la responsabilidad de la convivencia diaria con sus hijos, dándoles la educación necesaria, para que con ella puedan ser seres humanos buenos, sociables, felices y libres.
Seamos lo que tenemos que ser: buenos padres, hoy y siempre, para tener buenos hijos. Sólo se necesita cariño y tiempo ... y también un poco de imaginación.

martes, 9 de abril de 2013

“¿POR QUÉ AGACHAMOS LA CABEZA?”



“¿POR QUÉ AGACHAMOS LA CABEZA?” 

Agachamos la cabeza por dos razones: por respeto, o por falta de respeto.
Las personas educadas agachan la cabeza por respeto.
Las personas maleducados lo hacen por falta de respeto.
Quien se comporta como una persona bien educada, inclina la cabeza (se quita el sombrero, decimos a veces) ante quien se ha ganado una  alta consideración moral, como señal de respeto.
El mal educado la inclina por mala educación. Y me explico.
Tengo por costumbre -así me lo han enseñado- saludar a quien me encuentro. La mayoría me mira de frente y me devuelve el saludo. Unos pocos se empurran, desvían la cabeza por mala educación, y no te saluda.
Es verdad que la Real Academia explica que quien hunde u oculta la cabeza, quien se empurra, lo hace por disgusto o por mohína. Pero, por desgracia, cada vez me encuentro con más personas que giran la cabeza por falta educación. Disgustan a los demás y se disgustan a sí mismos.  
En ocasiones he entrado en un ascensor lleno, con diez o más personas, y nadie ha contestado a mi saludo. Esto me ha ocurrido, sobre todo, en la ciudad. El campo es más saludable y no solo porque el aire  esté más limpio. Todavía hoy, en el campo, se tiene por malcriado al que entra y no saluda.
Hay normas y comportamientos que fortalecen la convivencia. Otros la disminuyen y la dificultan tanto que llegan a hacerla imposible. Anulan la convivencia.
La educación es necesaria en todos los órdenes de la vida.
La felicidad es compartir. La libertad la fortalece e incrementa, siempre que se ejerza con un mínimo de educación.
Para ser feliz y libre es absolutamente necesario ser bien educado: tener muy claras y practicar unas normas de conducta que pongan de manifiesto algo tan fundamental como lo es el respeto.
Todo ser humano merece respeto.
Debemos fomentar los actos que aumenten nuestra felicidad. Si nos sentimos felices y contentos contribuiremos a la felicidad de los demás. Saldremos de nuestro "empurramiento", si se me permite la expresión. No eludir el contacto visual. Al contrario: mirada limpia, amable; cuando menos respetuosa; y mejor aún, comprensiva y alegre.
Compartir la educación engendra el bien. Recibir mala educación engendra el mal.
Los problemas diarios de la vida son suficientes. No hace falta añadir otros, sobre todo cuando, todos,  podemos mejorar el ambiente y la sensación de bienestar de una manera bien sencilla: buenos días, por favor, muchas gracias, ¿cómo le va? 
El bien es difusivo. La buena educación genera una atmósfera que regenera al maleducado. Los efectos de la buena educación se multiplican de manera exponencial. Cuando uno percibe que le tratan con respeto, crece. Y comienza a tratar mejor a los demás. 
El poder de una mayoría honesta y educada es de tal magnitud, que no hay nada que se le resista: ni las crisis de valores, ni las crisis económicas.
La situación actual es culpa de los maleducados. De los activos y de los pasivos, pues por ambos caminos se puede llegar a la perversión.
Reciban el saludo de quien les quiere con alma apasionada, y espera saludarles personalmente, mirando de frente, y con la cabeza levantada.

domingo, 7 de abril de 2013

MÁXIMA DE MI VIVENCIA Y CREENCIA.


MÁXIMA DE MI VIVENCIA Y CREENCIA.

Democracia no es repartir la riqueza,
            sino crear y dar oportunidades con largueza.      


viernes, 5 de abril de 2013

“LA FAMILIA Y LA SOLEDAD”



“LA FAMILIA Y LA SOLEDAD”

La familia es tan importante que gracias a ella hemos nacido usted, yo y todos. No tener familia es un gravísimo problema y una enorme desgracia.
 No hay nación si no existe la familia.
 No hay paz, y menos social, si no existe la familia.
 Y no hay felicidad si no existe la familia.
 La familia no se improvisa, se crea cuando hay razones para ello.
La familia no se forma espontáneamente, se necesitan unos conocimientos adquiridos desde niños.
 No existe un comportamiento familiar cuando los padres no son lo que deberían ser.
 No hay disculpas para que los padres, a conciencia, dejen de ser lo que tienen que ser, ya sea porque ambos trabajan, o por cualquier otra razón que desestructure la familia.
La sociedad tiene que buscar la solución a estos graves problemas que hoy padece la familia. Usted y yo, todos estamos involucrados. La solución no sólo depende del vecino, también depende de mí.
La sociedad tiene que buscar los cauces necesarios para que los padres sean lo que son.
¿Saben que ya no sólo hay mayores en soledad, es decir, que se sienten solos? Hoy hay jóvenes que se sienten solos, que también sienten la soledad. Cuando hay una juventud maravillosa.
Los problemas de la familia han ido aumentando de forma peligrosa. Y esto nos afecta a todos, en especial a los jóvenes.
No van a estar solos los mayores, ahora ya lo están los no tan mayores, los jóvenes, y esto es mucho peor, peligroso y triste.
Le estamos sumando muchos problemas y amargura a la vida, y dejándoselas a las nuevas generaciones. ¿Y en cuánto al medio ambiente?
 Ya no sólo no tienen trabajo los jóvenes, ahora los dejamos solos.
 Y la única compañía sincera, segura y necesaria es la familia.
 Los padres, los abuelos, los tíos y los primos, todos constituimos la familia.     
Pero para ello tiene que existir el cimiento de unos padres que pueden y actúan como tales, que están en todos los momentos decisivos de sus vidas, que no son solo los de las comidas: son los de los estudios, el cuidado de saber con qué amigos están, el cuidado de la notas, el corregirles en la mesa, en darles valores que sean el cimiento de sus vidas, y que puedan decir ¡qué padres he tenido! ¡Han vivido para nosotros!
Esto que acabo de decir era la normal.
No creo que épocas pasadas fueron mejores.
Creo que las sociedades, como los seres humanos, enferman.
 La cura la tenemos fácil, de nosotros depende.
Y ahora que el problema se ha ido agravado tenemos que buscarle soluciones, que las hay.
La familia está atacada por muchos flancos: no se protege la vida, los hijos se crían solos, los profesores no son respetados, no se controla el desmadre, la agresividad es normal,  algunos tienen lujos sin saber el esfuerzo y trabajos de sus padres para dárselo etc. etc.
Creo que algunos padres no les están dando y enseñando valores éticos o religiosos.
Todos, sin dejar uno, estamos obligados a contribuir a restablecer los cimientos y las vivencias del valor incalculable de la familia.
Tenemos que tener la conciencia clara del daño que se está causando no sólo a la sociedad sino a personas en concreto, y en especial a niños y jóvenes.
Tenemos que ser conscientes del daño personal, social, nacional y mundial que se está creando con la destrucción de la familia.
¿Qué les estamos dejando?
 Creo, sinceramente, que todos tenemos que preguntarnos:
¿Qué estoy haciendo por la familia, y qué les estoy dejando a mis hijos?
Y a esas preguntas, esas o tales respuestas.


martes, 2 de abril de 2013

“LAS INCONGRUENCIAS”


                                “LAS INCONGRUENCIAS”
El mundo camina hacia un desastre real, no se pone coto y se sigue la contaminación y destrucción de forma exponencial.
Hace 60 años -ayer- pregonábamos los problemas del medio ambiente y de la Naturaleza -por ser nuestro medio natural- y los efectos destructores de la humanidad eran minúsculos comparados con los de ahora.
Ahora hasta los niños conocen y comentan los efectos destructores de la contaminación y destrucción, y se hace en cantidad exponencial, arrasando en todos los sentidos.
Ciudades costeras desaparecerán. Habrá sequias e inundaciones. Ya los huracanes tienen una fuerza inusitada. Que se lo pregunten a los Estados Unidos.
Soy de los que creo que contaminar crea unas "bajas presiones" que "atraen y aceleran" los malos tiempos. Y cada día peor. ¿Es o no incongruente?
Aún en las zonas rurales todo el mundo se conoce, se saluda y son solidarios.
En las ciudades, a mayor número de personas, mayor es la desconexión entre ellos. Vecinos puerta con puerta no sólo no se saludan ni se conocen, puede que hasta se consideren enemigos. La gran incongruencia: a mayor concentración urbana, mayor es la desconexión. Incomprensible, cuando debía ser todo lo contrario.
Los humanos nos llamamos racionales, y a los animales les llamamos irracionales ¿Quiénes se comportan de una forma y quienes de otra? La gran incongruencia.
Hay grupos humanos que son maleducados, violentos, corruptos, pasotas e individualistas. Se hacen notar, desgraciadamente, unos por activa y otros por pasiva. Les da vergüenza dar las gracias. Vuelven la cara para no saludar. En el tráfico no dejan paso, insultan, son agresivos y sumamente maleducados.
¿No es una incongruencia que hoy con técnicas y progresos inimaginables haya ese grupo insolidario y maleducado?
Afortunadamente, viene una generación, de los 30 hacia abajo, maravillosa. Son educados, solidarios, honestos y participativos. De ellos esperamos ese mundo mejor que nos merecemos, dejar de ser esclavos del poder perverso,  y ser libres.
Pero sigamos con las incongruencias.
He llegado a sentirme extraño y hosco en mi propia tierra, a causa de ese grupo notoriamente mal educado y agresivo.
Hay quien vuelve la cara para no saludar o quien no responde al saludo. Es como si les diese vergüenza ser educados.
Fui concejal en los años 70. Todos, sin excepción, éramos honestos, lo puedo asegurar. Trabajamos por los demás sin pedir nada a cambio. No existía la corrupción. Ahora no creo que sea necesario explicar el tema por su gravedad y notoriedad.
La corrupción es una lacra que nos está perjudicando gravemente, a parte del mal ejemplo, los daños materiales y sociales son incalculables.
Creo que hay ya demasiados temas para avergonzarnos de nuestro comportamiento personal y social.
Nunca es tarde si la dicha es buena.
Amo a mis conciudadanos y sigo creyendo en ellos. Pero sin una honesta participación no hay solución, y sin ella no hay felicidad ni libertad.
Creo y espero, ciegamente, en esa nueva generación que viene. Ellos nos redimirán y harán que el futuro sea mañana y que la felicidad y libertad vuelvan a ser plenas.
Que no haya incongruencias, y si surgiera alguna, desaparezca rápidamente, porque somos congruentes.

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