lunes, 30 de julio de 2018

“HABLAR CARA A CARA”






“HABLAR CARA A CARA”


Los seres humanos pueden tener tendencia a someterse a la esclavitud, según sea  la falta de educación y de preparación.
 ¿Aceptamos con facilidad la esclavitud? No. Si no es así: ¿Por qué somos tan fácilmente esclavos de los medios que facilita la técnica como es el móvil, el coche, el ordenador…?
Hemos luchado y derramado sangre por conquistar la sagrada y necesaria libertad, y va a resultar que sin embargo somos unos esclavos.
En el siglo XXI, en el que hemos conseguido adelantos en la técnica jamás imaginados –y solo estamos en el principio–  somos esclavos de la técnica que han desarrollado.
¿Cómo convencer que no hay nada como mirar a una persona a los ojos, oír su voz y entonación, sentir su proximidad, su presencia, y saber y entender de lo que estamos hablando,  y no limitarse a leer lo que han escrito otros sin saber quién ha sido y si ha salido de su corazón y de su verdad, o si es solo decir y escribir sin sentir?
Todos estos comportamientos ilógicos, irracionales, miméticos, copiando lo que otros dicen y escriben, sin tener criterio propio, forman una definición de la esclavitud.
Hablar cara a cara es y ha sido la forma y manera que hemos usado durante millones de años para entendernos.
Inventan medios maravillosos de la comunicación, que ha hecho posible la maravillosa globalización, y lo que es un gran medio lo han convertido en un fin esclavizador.
“¡¡¡Menudo tiempo nos espera!!!” Para colmo imitamos tanto que usamos palabras inglesas (quizá hasta con presunción y mal empleadas) en vez de españolas, cuando tenemos un idioma riquísimo en su vocabulario. El mimetismo  y el exceso de copia informal o incluso de copia fraudulenta están manifestando la falta de identidad de un pueblo subyugado a los foráneos.
Le puedo decir a usted: ¡Qué buena persona es! Y se puede interpretar de forma positiva o peyorativa, porque puede haberse dicho con sorna, con burla, como crítica, y no como alabanza. Esto se sabe de forma inmediata en una conversación presencial. Pero no a distancia.
¿Cómo se puede diferenciar esa frase en un medio digital y saber qué sentido tiene? Usted me lo dirá.
No hay ni habrá nada más claro y efectivo que “el cara a cara” en una conversación. Lo demás puede ser interpretativo con el riesgo de equivocarse y afirmar lo contrario a lo que dice.
¿Cómo podemos titular, describir, desarrollar con palabras el momento decadente que volvemos a vivir en una sociedad dominada por las imágenes y medios digitales?
Que se lo pregunten a los romanos cuando entraron en decadencia y una clara demostración era la depravación personal y social, y como ejemplo fue el destape de la mujer.
Lo oculto, soñado y deseado estaba  a la vista, y ya no había ilusión de ver y acariciar lo que todos veían sin necesidad.
Hay jóvenes hoy que se masturban con pornografía en la red y no lo consiguen con una mujer. “¡¡¡¡Habrá mayor aberración!!!”
Terminaremos no teniendo ilusión por ver el cuerpo maravilloso de la mujer y acariciarlo, porque sin tener que desnudarse muchas ya van casi desnudas por la calle o en el trabajo, no se ofrece ya la ilusión de ver y acariciar lo que estaba y está reservado  para el amor.
¿Estamos nosotros ya en una degeneración y por tanto en plena decadencia camino de la aniquilación?
Por favor: Usted me lo dirá.
Hablar cara a cara, esto no lo sustituirá el móvil ni la tecnología, porque no se podrán besar ni acariciar, solo se verán en pantalla y no en la realidad. No surgirá el amor. No se comprenderán.







viernes, 27 de julio de 2018

“¡VIVIR PARA CONTAR Y AYUDAR”





“¡VIVIR PARA CONTAR  Y AYUDAR”  


Vivir para contar y ayudar debe ser la forma de cooperar al bien de los demás de forma natural.
He vivido y trato de vivir intensamente, cargando mí vida de acontecimiento que me han dado la esperanza de contribuir a la felicidad de los demás.
La educación fue quien abrió el camino del amor. Queriendo y amando he conseguido recibir más de lo que he dado.
Mi larga vida – los años son la experiencia y de ella la ciencia – me lleva a decirles: ¡que la honestidad con el amor dan la plena felicidad!
¿Cómo convencer de esa realidad?
Hay quien pierde su vida comprando, teniendo y gastando dinero y tiempo y estando siempre en el mismo lugar: esperando lo que nunca llegará, porque el amor y la felicidad con la honestidad, se tienen o no se tienen, pero no se venden; se consiguen con la vivencia de la verdad.
“¡Benditos sean los que amando reparten felicidad porque aman la verdad!”
La vida es muy corta para perderla en la tenencia de cosas de poco valor.
¿Qué es lo que realmente vale y sujeta el amor? La honestidad.
Perder la vida sin necesidad es enriquecer a otros, quienes, por lo demás, sólo tendrán lo que menos trascendencia tienen: dinero y poder. Lo que les hará ser fieras sin necesidad.
Se da lo que se tiene. Quien tiene amor reparte amor, quien tiene dolor reparte dolor, salvo los santos.
¿Qué quiere tener para dar? Lo que tenga dará.
Aquí está mi experiencia, mi ciencia y mi esperanza en el amor.
“¡¡¡Quien tiene amor, reparte amor, y no hay mayor valor!!!”
“¡¡¡Vivir para contar, y con el amor ayudar!!!”



miércoles, 25 de julio de 2018

“¡LA IGUALDAD EN EL GÉNERO HUMANO!”






“¡LA IGUALDAD EN EL GÉNERO HUMANO!”  
 
Todos los seres humanos nacemos iguales en derechos y deberes.
No se nace con la libertad. La libertad es un bien y un atributo que hay que conquistar.
La única diferencia entre los seres humanos es la educación en valores éticos, morales o religiosos, y la preparación intelectual y material.
No educar a los hijos es tararlos para toda la vida, por lo que es un pecado gravísimo con consecuencias trascendentales para la vida de nuestros hijos.
“¡Entre los males del maleducado se cuenta el de estar predispuesto a la esclavitud!”
Hemos luchado durante muchos siglos, y ha costado muchas vidas, por conseguir la libertad. Y un mal educado, o un no educado, es un ser que no tiene libertad y se convierte en esclavo con facilidad.
“¡Para tener libertad hay que respetar, ser honesto y leal, y amar a los demás!”
La libertad - quizá el mayor bien de la humanidad - hay que tenerla para repartirla, compartirla con los demás, igual que la felicidad.
“¡Ser libre es poder elegir, libremente, entre el bien y el mal!”
Cuando usted vea a una persona caminando y mirando al móvil, sin mirar donde pisa, sabe que es un mal educado y está viendo a un esclavo.
“¡La igualdad es una herencia natural, un derecho inalienable que nadie le puede quitar!”
“¡Las desigualdades las hemos creado los mismos seres humanos!”
Vivimos, desgraciadamente, una época de desigualdades.
“¡El progreso no ha eliminado las desigualdades, y no lo ha hecho porque tanto el progreso como las desigualdades las hemos creados los seres humanos!”
Entre las mayores desigualdades del momento actual destacan: la violencia de género (no respetar al otro); las desigualdades de educación y cultura; la esclavitud; el aprovecharse de la necesidad del otro para sacarle partido, normalmente económico…
Las mayores desigualdades las crean los poderes perversos. Todo lo compran, todo tiene un precio, extorsionan y corrompen con el fin de tener más dinero y poder.
Reitero que los poderes perversos tienen como meta y fin ganar y tener dinero y poder. Y los hay de todos los tamaños.
“¡¡¡La mayor de todas las desigualdades es el crimen, matar!!!”
Las desigualdades son el caldo de cultivo en el que se desarrolla el mal. Y en las que el mal se aprovecha para su beneficio maligno y fatal.
“¡Faltar, usar y atacar a la igualdad del ser humano es un pecado de lesa humanidad!”
“¡La igualdad en el ser humano es un valor vital que hay que proteger y cuidar hasta con la vida si fuera necesario!”
“¡Las desigualdades merman las capacidades de la libertad y de la felicidad!”
“¡¡¡Nacemos y morimos iguales!!!”
Benditos y alabados sean los que luchan por la igualdad de la humanidad, de ellos es la gloria terrenal y son los próceres de la humanidad.
“¡Nacemos, vivimos y morimos iguales!” Tenemos los mismos derechos y deberes, salvo que se sea reo de faltar a esa igualdad.
“¡¡¡Quien ataque la igualdad de la humanidad es reo de pecado universal!!!”
La igualdad en el género humano no es un regalo, es un derecho inalienable, al que todos tenemos derecho porque todos somos iguales en deberes y derechos.
“¡¡¡La igualdad fortalece la honestidad, incrementa los valores de la vida, y nos hace libres y felices si somos honestos de verdad!!!”!
“¡La igualdad en el género humano es inalienable, una necesidad para el progreso, para la felicidad y para la libertad!”
“¡Sin igualdad no hay felicidad y menos libertad!”

lunes, 23 de julio de 2018

“¡REITERAR QUE SOY JUBILADO!”





“¡REITERAR QUE SOY JUBILADO!”   


Soy jubilado desde hace 22 años. ¡Nada menos!  Y sigo en activo. Tanto que ahora trabajo más horas que cuando estaba en actividad laboral y comercial.
Creo ciegamente, por educación, creencias y honestidad, que los jubilados tenemos la ineludible obligación de trabajar por el bien de los demás, y cuanto más mejor. Ahora tenemos todo el tiempo del mundo, y “¡la ciencia de la experiencia!”
Me crea una enorme preocupación ver a jubilados mirando al cielo y esperando a la muerte aburridos.
Los jubilados, tenemos una gran cantidad de tiempo libre. Perderlo sin hacer nada, y no hacer nada por los demás, lo considero un pecado grave, gravísimo, de enorme egoísmo, pasotismo, y de muchos calificativos terminados en ismo.
“¡Con el agravante de que la felicidad no existe si no se comparte con los demás!”
¿Qué piensan esos jubilados mirando al cielo? No lo sé, y no se lo deseo.
“¡La vida tiene un valor incalculable y perderla -el tiempo nunca vuelve, jamás vuelve– es una pérdida incalculable e irrecuperable!”
No se necesitan horas. Solo se necesita tener la buena voluntad de ayudar.
“¡¡¡¡¡¡¡Todos, sin excepción, nos necesitamos los unos a los otros!!!!!!!”
“¡La vida tiene sentido, cuando con sentido le damos valor a la vida!”
Siempre digo y repito que el día que me muera mi mente dirá: “menos mal que se ha muerto este hombre, me ha traído en jaque desde que nació, y sigue sin parar!”
Soy jubilado y si hubiese días de 26 horas me ayudaría un poco más.
Hago este llamamiento a todos los jubilados: que no pierdan su tiempo, que siempre se puede ayudar, y esto nos hace sentirnos vivos y útiles a la sociedad.
“¡¡¡No hay mayor satisfacción que ayudar a los demás!!!”


viernes, 20 de julio de 2018

“¡¡¡LAS INSTITUCIONES Y LAS METAS A CONQUISTAR Y A CUIDAR!!!”






 “¡¡¡LAS INSTITUCIONES Y LAS METAS A CONQUISTAR Y A CUIDAR!!!” 


Las instituciones y las metas no nacieron por generación espontánea sino como consecuencia de necesidades.
Las instituciones y las metas deben ser ideales y respetadas como algo fundamental y necesario.
Respetar y proteger las instituciones y las metas es una obligación personal y social ineludible e incontrovertible.
“¡¡¡Las instituciones y las metas nacieron porque las hicimos para el bien personal, social, nacional y mundial!!!”
Por no respetar las instituciones y las metas se es reo de maldad porque daña lo que todos necesitamos para una vida feliz, libre y normal.
“¡Lo normal es vivir de acuerdo a las instituciones y a lograr las metas que hemos creado y tratamos de alcanzar, para vivir mejor con felicidad y libertad!”
Las instituciones nacionales en nuestra forma de Estado democrático son la Administración Pública, el Gobierno, la Monarquía, las Leyes, la Patria, y las metas personales y sociales son, entre otras, la honestidad, la libertad y la felicidad.
“¡¡¡Considero la felicidad y la libertad como metas especiales por ser una necesidad!!!”
“¡Las instituciones que creamos fueron por necesidad!”
“¡La necesidad de vivir en armonía es un hecho racional!”
Lo irracional es crear instituciones y no respetarlas, sino vituperarlas, atacarlas y quedarse tranquilo cuando algo o alguien ha desvirtuado su contenido y ha cometido, o está cometiendo, un pecado de lesa humanidad.
El Gobierno, la Monarquía, las Leyes, la Seguridad Social, las Instituciones Civiles, las Instituciones Religiosas, la Patria, la Libertad, la Felicidad… son instituciones y metas a proteger y tratar que brillen por su “buen hacer” por hacer el bien propio y de los demás.
Desconsiderar, maltratar, abandonar… las instituciones es un signo evidente de decadencia moral y material, que arrastra a una sociedad y hasta a una nación.
“¡No hay riqueza material ni espiritual sin instituciones honestas, cabales, reales y ágiles. Teniendo como fin servirle a usted y a la comunidad!”
El respeto, consideración y protección a las instituciones es el gran signo de un pueblo honesto y participativo que lucha por el bien propio y el de los demás.
“¡¡¡Anatema y condena a quien vitupera y ataca a sus Instituciones, será reo de maldad. Con su comportamiento daña a lo que hemos creado entre todos para la felicidad y la libertad!!!”
Hemos nacido para la felicidad y la libertad por eso hemos creado durante siglos las instituciones, para que velen y luchen por la felicidad y la libertad, material y espiritual, metas irrenunciables por las que hay que luchar.
“¡¡¡Las instituciones y las metas las creamos para la felicidad y para la libertad, y para que nos sirvan en la solución de los problemas personales, locales, nacionales y mundiales!!”

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