“¿QUIÉN ES MI VECINO?” “AYUDAR”.
¿Quién es mi vecino? ¿Lo
conozco?
¿Quién es mi vecino? Debería ser
mi amigo más cercano.
¿Qué es ayudar? Ayudar es
compartir, en especial el amor, para ser y sentirme solidarios.
¿Qué es la solidaridad? El
sentir el placer y el dolor de mi vecino como el mío propio.
“¡La vida sin solidaridad es
vivirla en la mayor y más absoluta soledad!”
La insolidaridad es caminar solo
en medio de la multitud sin conocerla ni verla, y menos quererla.
“¡¡¡La grandeza del ser humano
se mide por lo que comparto con los demás en ayudarle!!!”
“Los dos cuartos de la viuda de…
“. Las únicas monedas que tenía para su sustento, las da y entra en el parnaso
de la feliz eternidad.
Su solidaridad vacía su bolsillo
y llena su alma de la plena felicidad.
¿Existe Padre Dios? ¿Cómo no va
a existir Padre Dios que era quién único podía pagar a la inminente necesidad
de la viuda? Hasta los humanos nos horrorizamos de la escena ¿Cómo no puede
existir Padre Dios? ¿Quién pagaría una deuda tan grande?
Usted, yo, el vecino…
La viuda caminó segura y cierta
por el camino de la plena santidad, para encontrar a Padre Dios y recibir
la paga a su celestial santidad.
¿Qué es ayudar? Solucionar.
¿Ayudo o soy ayudado? ¿Me
quieren o no me quieren?
¿Qué es mi vida? ¿Solo y
únicamente la mía?
¿Qué hago con lo que me sobra?
¿Lo gasto, lo guardo o lo doy en ayuda a quien lo necesitad?
¿Qué sentido tiene y le doy a mi
vida? ¿Quién soy para los demás? ¿Qué son los demás para mí?
¿Qué es mi felicidad? ¿De qué me
sirve mi felicidad?
¿Cuál es la felicidad de mi
vecino? ¿Dé que le sirve la felicidad a mi vecino?
¿Sé cuál es el color de los ojos
de mi vecino?
¿Nos miramos, nos saludamos y
nos vemos? ¿O pasamos de largo sin saber cuál es el color de sus ojos?
¿Mi hombro y mi alma han sido el
apoyo y cobijo de mi vecino?
¿Mi sonrisa, mi saludo, mi
pregunta es la alegría de mi vecino?
¿O paso de largo sin saber cuál
es el color de sus ojos, y menos me preocupa su problema, o paso de largo
agachando la cabeza para no ver su realidad?
¿Ayudar es el verbo que todos
conjugamos? ¿O callamos para no pronunciarlo y declinarlo?
¿Oculto y bajo mi vista para no
saber cuál es el color de los ojos de mi vecino?
¿Soy feliz en mi soledad y me
regodeo en ella, no queriendo dejarla por ser mi eterna compañía?
¿Mis problemas son tan
importantes y graves que me hacen caminar solo en medio de la multitud que me
rodea?
¡A dónde voy! ¿En dónde estoy?
¿Qué camino he tomando? O sigo solo.
¿QUIÉN ES MI VECINO?.
¿CUÁL ES EL COLOR DE SUS OJOS?
¿ES MI AMIGO MÁS CERCANO?
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