sábado, 27 de febrero de 2021

“¡SENTIR A DIOS!”

 

“¡SENTIR A DIOS!”               

Tratar de sentir a Padre Dios debería ser una constante del día a día.

Tratar de sentir a Padre Dios es una vivencia imborrable para toda la vida.

Tratar y conseguir sentir a Padre Dios es una sensación indescriptible.

Tener una comunicación con Padre Dios, sentir a Padre Dios, es algo indescriptible. Trataré –espero conseguirlo- de explicarlo, con palabras, lo que es una vivencia, lo que es una sensación al sentir la presencia de Padre Dios.

Hay muchas formas, supongo, de poder llegar a esa comunicación, a esa sensación, a esa vivencia.

Cada persona es un mundo. Por eso trataré de explicarlo. Se me hace muy difícil, pero lo intentaré.

¿Cómo se siente a Padre Dios? Rezando con un gran recogimiento, pidiéndole que nos dé esa vivencia con insistencia, y dejando el corazón y el alma en un vacío, que solo Él lo pueda llenar. Amando y adorando con pasión e insistencia.

“¡Creo que lo más importante es estar en gracia de Dios!”

Creo que el recogimiento debe ser profundo, por haberlo hecho muchas veces, hasta aprender a centrarse, concentrarse, y vaciarse de todo, para dejarle ese hueco que Padre Dios llenará con una sensación.

“¡Querer es poder!” “¡Amar es el poder de dar!” “¡Adorar es creer, es querer, y amar a Padre Dios con toda intensidad!”

"¡El amor y la adoración a Padre Dios son el cimiento sobre el que debemos edificar las vivencias de cada día, para llegar a la vivencia de la comunicación con Padre Dios!"

“¡Rezar, rezar, rezar con todo el amor y adoración que sea posible!”

Meditar en el amor y la adoración a Padre Dios contribuye a irse acostumbrando a vaciarse para dejarle ese espacio a Padre Dios.

“¡¡¡Padre Dios siempre nos oye!!!”

Nosotros somos los que nos olvidamos de Él.

Debemos ejercitarnos, lo más posible, en vaciarnos, en meditar, en desear y rogar, EN REZAR CON EL ALMA LIMPIA, Y DEJAR QUE PADRE DIOS NOS CONTESTE.

Es todo un proceso que, quién lo comienza, ya no parará hasta el momento de la muerte.

JAMÁS EXIGIR.

Pedir y esperar.

Eso creo y eso digo.

Cuando llegue a ese momento, ya nunca lo olvidarán.

“¡Cuánto se pierden los llamados ateos o no creyentes!”

“¡Padre Dios ilumina a tu pueblo, y danos ese maravilloso momento de sentirte en los más hondo de nuestro ser!”

Sentir a Padre Dios es un regalo y, como tal, hay que ser merecedor de él, y quedar eternamente agradecido.

Se sorprenderán, y tendrán esa indescriptible sensación de sentir a Padre Dios.

Benditas y benditos sean.

¡Cuánto he aprendido de todos ustedes!

Gracias por esa maravillosa amistad de hermano, en la que compartimos todo con AMOR Y AMISTAD.

A Padre Dios le pido, les conceda esa maravilla.

“¡La fe, la oración, la humildad, el amor, y la adoración, son el camino para llegar a Padre Dios!”

Y Él nos compensará con la dicha de sentirle.


viernes, 26 de febrero de 2021

“VIVIR EN EL RECUERDO”

 


 “VIVIR EN EL RECUERDO”

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE MI MUJER.

Haber sido amado y haber amado, -que es lo mismo-, es una de las maravillosas vivencias que depara la vida humana.

El poder de la mente es tan grande que contribuye y consigue mantener – aunque sea latente – el amor vivido, y con sus recuerdos puede endulzar las amarguras de la soledad.

Solía decir, refiriéndome a mi soledad: “si me quieren castigar, déjenme solo”.

No he aprendido a vivir solo, pero sí he conseguido compartir mi soledad.

He aprendido a vivir de añoranza y de recuerdos, y rememorándolos volver a sentir las emociones vividas casi como si fueran la realidad tal como pasó.

"¡Volver a poner en la  imaginación el amor es el gran complemento a la soledad!"

“¡Amar es tener ilusiones y compartirlas con el ser querido!”

La soledad con buenos recuerdos, -por la ausencia del ser querido-, logra reducir al mínimo el dolor de la ausencia, lo que quizá pasa es que dulcifica la amargura. No es un dolor amargo, más bien podría decirse que es una sensación agridulce, pero no triste.

¡Gracias, Padre Dios por haberme dado fe! ¡Cuánto me ayudas!

A quien no tenga Dios, le aconsejo;  - si Dios mismo me lo permite: buscarlo o inventarlo.

Al vivir en el recuerdo, con añoranza, y algo de tristeza, sólo he encontrado alivio en la fe.

Padre Dios, tu amor, correspondido por el mío; y el amor de los que me han querido, me quieren, y he querido, Su amor y el mío hacia Él, me permiten, y me ayudan a vivir con ilusiones, aún en la soledad, y aún sin  la presencia del ser querido, sin sus caricias ni sus susurros, y sin su apoyo.

“¡La soledad no debe ser razón o causa del olvido!”

Se olvida cuando no se ha querido o no se quiere.

“¡Cuando hay amor jamás se olvida!”

¿Y todo esto a qué viene?

A recomendar, con toda humildad y cariño: “seres que se quieren, quiéranse más”. Yo, hoy, no solo recuerdo, sino creo que estoy en comunicación directa con ese ser querido, que me ha precedido, y me espera cuando Padre Dios lo tenga destinado.

No desaprovechen ocasión de amarse, de decirlo y de repetirlo. No desaprovechen las vivencias del amor y sus consecuencias.

Potencien y eleven, en la medida de las posibilidades, el amor y sus momentos más destacados.

No dejen para después la caricia, la palabra, el gesto, todo aquello que sea manifestación y demostración de cariño entrambos.

Y vayan guardando esas vivencias  en la memoria del amor, que es el alma, en la que se guarda todo lo que de más grandioso tiene le vida de la mujer y el hombre.

Fortalezcan los cimientos del edificio que los amantes van construyendo, para cuando les llegue la muerte y la ausencia del ser querido, no se resquebraje o se sienta el edificio, por estar bien cimentado en vivencias y recuerdos.

Busquen mucho el amor de Padre Dios y de su Madre. Quiero decirles que debemos rezar mucho: eso nos ayudará  poderosamente, aunque me haya quedado sólo, y sin el ser que tanto he querido.

El rezo me ayuda a no estar solo, me dulcifica la ausencia, y la fe me ayuda a confortarme.

Sigo estando solo, pero sin amarguras, sólo un amago de la tristeza y el vacío de la soledad, que me acompañarán hasta el último día de mi vida terrenal.

Quieranse mucho, no desperdicien ocasión, -no suelen repetirse las mismas circunstancias.

“¡¡¡No hay mayor felicidad que amar y ser amado!!!”

“¡¡¡Vivan hoy con el amor y mañana con el recuerdo!!!” 

“¡¡¡Pero siempre amando!!!”


jueves, 25 de febrero de 2021

“LA INCOMPRENSIÓN Y LA COMPRENSIÓN”

 



“LA INCOMPRENSIÓN Y LA COMPRENSIÓN”

La incomprensión suele ser una causa de que haya mala interpretación, malos entendidos, interpretación sesgada, o del “que sea como yo quiero”.

"¡La incomprensión, a su vez, suele ser una consecuencia de querer imponer!"

"¡Imponer es obligar por la fuerza, no por el convencimiento, y no respeta la libertad!"

Es más fácil la incomprensión que la comprensión. La comprensión exige una educación en valores morales, éticos o religiosos.

"¡Comprender exige  una mente y corazón abiertos, educados, respetuosos  y con valores!"

"¡Rebatir o confrontar ideas o propuestas honestamente es bueno, educado y conveniente!"

Imponer la incomprensión, obligando, no es nunca algo conveniente, ni necesario, y menos beneficioso.

"¡Comprender y respetar aumenta la amistad, el saber, y el querer, y desarrolla el amor!"

Los seres humanos siendo comprendidos y comprensivos nos sentimos mejores, ilusionados y esperanzados, y ese sentimiento allana la dificultad del camino.

"¡Comprender y ser comprendido es una necesidad que contribuye a la felicidad y es un componente importante de la libertad!"

La incomprensión suele ser de ideas inamovibles, de quienes consideran sus ideas las únicas verdaderas y las mejores, y no aceptan la oposición.

Cuando la incomprensión es noble, por legítima y respetuosa disparidad de opiniones, existe la ventaja y la posibilidad de que, por la reflexión, y por el correcto conocimiento y entendimiento, se cambie de criterio, se gire de incomprensión a la compresión.

La justa y noble incomprensión y la comprensión dependen, en definitiva, de la humildad, de la educación, del respeto a la libertad, y todo por amor.


miércoles, 24 de febrero de 2021

“EL ODIO, LA VENGANZA Y EL RENCOR”

 

“EL ODIO, LA VENGANZA Y EL RENCOR    

Vivir con odio, con deseos de venganza es una forma de amargarse la vida sin finalidad y sin  rentabilidad.

¿Qué valor tiene el odio? ¿Qué valor tiene la venganza?

Odiar es recomerse constantemente, vivir pensando en la venganza, amargado día y noche, sin más compensación que la amargura.

La guerra, la pendencia, la maledicencia… nos conduce por el sendero angosto, amargo y aterrador de la vida y la muerte sin valor.

La vida es invalorable, única, irrepetible, creadora, desarrolladora del bien o del mal, según vivamos por la educación recibida con los valores aprendidos y heredados, vividos y con hechos causados.

“¡La vida es maravillosa y perder el tiempo en odios, rencores y venganzas es amargarse la vida sin fin, ni remedio, y menos con una solución beneficiosa!”

La paz, soñándola despierto o dormido, viviéndola despierto o dormido, nos hace crecer en las virtudes de la caridad, de la humildad, en especial  del amor.

La caridad y la humildad nos hacen caminar por el sendero luminoso, brillante y apasiónate de la vida llena de valores y de la honesta participación.

Con la caridad y la humildad vamos por el camino de la santidad, y con ellas fortalecemos la honesta participación con valores, y reforzamos la humildad.

Lo bueno llena el corazón, lo malo lo rebosa de amargura y de dolor.

¿Se vive feliz y libre con odio, rencor, venganza?

“¡La libertad y la felicidad son, se tienen, y se viven con  el amor, sin odio sin venganza y sin rencor!”

¿Cómo y quién puede vivir con felicidad y libertad con odio, con venganza y con rencor?

“¡El amor es, y se tiene, la felicidad y la libertad!”

El odio, la venganza y el rencor son angustias, opresión y la perdición, sin logros y sin remisión.

El odio, la venganza y el rencor desaparecen con el amor.

“¡¡¡Quién ama, y con pasión, llena su vida de felicidad y libertad, y con ellas ayuda a los demás, fortalece sus virtudes, y camina por el maravilloso sendero de la santidad!!!”


martes, 23 de febrero de 2021

“LOS ILUMINADOS Y LOS QUE ILUMINAN”

 



“LOS ILUMINADOS Y LOS QUE ILUMINAN”

Todos pertenecemos a uno de los dos grupos: iluminado o los que iluminan, y todos sabemos al que pertenecemos.

Por supuesto, el pertenecer a los iluminados o los que iluminan, es por propia voluntad. A nadie se le obliga a pertenecer a uno de los dos grupos citados.

Salvo ignorancia en grado superlativo, por no haber recibido educación familiar ni preparación escolar e intelectual, siempre se puede pertenecer tanto a los iluminados como a los que iluminan.

Espero no estar equivocado, no quisiera ni deseo pertenecer al grupo de los iluminados, deseo fervientemente pertenecer al de los que iluminan.

"¡Ayudar, iluminar el camino de otras personas llena el alma, llena el corazón, fortalece la felicidad y ayuda a la libertad!"

"¡Benditos y alabados sean los que iluminan, porque de ellos es la gloria terrenal y luego la eterna felicidad!"

Hay quien se siente y se cree un iluminado y actúa como tal. Lo que le conduce por un camino fatal.

¿A qué grupo pertenece? ¿A los que iluminan o a los iluminados?

Cuando me lo diga le diré el camino que recorrerá, y puede que me atreva a decir hasta dónde llegará. Aunque cada uno en el fondo lo sabe.


lunes, 22 de febrero de 2021

“¡A LOS DESCENDIENTES DIRECTOS DEL PROFETA MAHOMA!”

 


“¡A LOS DESCENDIENTES DIRECTOS DEL PROFETA MAHOMA!”

Todos los que somos descendientes directos del Profeta Mahoma (Muhammad) deberíamos unirnos y formar una HERMANDAD, porque todos descendemos del mismo padre y, por tanto somos hermanos. A Él le debemos la sangre que corre por nuestras venas, y las responsabilidades  inherentes a ese ancestro directo.

LA HERMANDAD desarrollaría acciones para paliar los problemas de la humanidad.

La HERMANDAD tiene dos acepciones: la relación de parentesco que existe entre hermanos; y la relación de afecto y solidaridad que se da entre un grupo de personas o pueblos.

LA HERMANDAD que es para unir, y no separar.

LA HERMANDAD que solo será para ayudar.

LA HERMANDAD es más allá de creencias religiosas, políticas o comerciales, incluso intelectuales.

Los descendientes directos del Profeta tenemos la obligación, moral y material, de colaborar en los problemas de nuestro tiempo.

Tenemos que corresponder a la responsabilidad que hemos recibido, siguiendo las muchas indicaciones que dejó dicho nuestro antepasado el Profeta Mahoma.

Tenemos que demostrar que, no solo nos preocupa los problemas de los más cercanos,   sino que nos preocupan los problemas de toda la humanidad.

Para ello debemos sumar esfuerzos y propongo esa HERMANDAD.

Mi correo email es: lugarcorrea@yahoo.es.

Estoy a la entera disposición de todos los que nos responsabilicemos como descendientes directos del Profeta Mahoma.

Espero que estas letras, dichas con la mente, el corazón y el alma, lleguen a todos los que somos hermanos descendientes del Profeta Mahoma, y, que nos une el mismo antecesor directo.

Demostremos al mundo que aceptamos nuestra responsabilidad, y que nos unimos en una HERMANDAD para ayudar a los problemas de nuestro tiempo.

De Dios, de Allah, recibiremos las bendiciones por nuestra voluntad y por nuestros actos dirigidos a una efectiva cooperación a la solución de tantos problemas. Todo esto lo haremos como responsables del honor de descender directamente del Profeta Mahoma, y lo haremos con toda la mente, el alma y el corazón.

Aquí me tienen.

Reitero mi correo email: lugarcorrea@yahoo.es.


sábado, 20 de febrero de 2021

“LA TIBIEZA”

 

“LA TIBIEZA”

La tibieza es la calidad del tibio. Tibio es quien es flojo, descuidado e indiferente.

El tibio es frío en el amor. Quien ama no puede ser tibio.

Así como la tibieza es una especie de plano inclinado y resbaladizo por el que uno se desliza hacia abajo, el amor es todo lo contrario: es el cimiento de los grandes hechos. El amor es ascendente. Puede subir muy alto, hasta la contemplación de Padre Dios después de la muerte santa.

El tibio nunca se excede. Se mide para no moverse de lo suficiente, de lo imprescindible para la vida material o para la vida espiritual.

Trata de justificar su falta de lucha y su falta de exigencia personal dando razones de naturalidad, de eficacia, de salud. Pretende que los demás sean indulgentes con su comportamiento.

En los tibios es muy común el apego a las cosas,  a caprichos, a la excesiva comodidad.

Todos estos comportamientos los llegan a sentir como una necesidad subjetiva.

La tibieza debilita el alma, como el cuerpo. Es un tobogán de bajada hacia los pecados sociales y morales.

Cuando el alma está adormecida por la tibieza, se pierden los verdaderos objetivos y valores en la necesaria lucha interior que atraigan y que puedan ilusionar y redimir.

“¡Para los tibios la solución no es la participación, es la aceptación sin condiciones!”

La tibieza suele comenzar por un conjunto de pequeñas infidelidades, que no se han reparado y que se aceptan como normales.

“¡Los tibios suelen tener un gran desaliento, en especial con Padre Dios!”

Han perdido la alegría y la prontitud. “¡Viven al ralentí!”

“¡Su fe está apagada, por la lógica consecuencia del enfriamiento de amor!”

Dios nos libre de la tibieza. Se lo agradeceremos eternamente.


viernes, 19 de febrero de 2021

“EL RECUERDO DE COMPAÑEROS, AMIGOS, VECINOS Y FAMILIARES”

 


“EL RECUERDO DE COMPAÑEROS, AMIGOS, VECINOS Y FAMILIARES”

Quien no recuerda a sus compañeros, amigos, vecinos y familiares o es un olvidadizo o es un desagradecido.

"¡No sólo hay que recordar a los muertos, también a los vivos!"

"¡La amistad, el amor,  y el cariño son componentes y vivencias de los bien nacidos!"

Se es bien nacido por tener padres que educan en valores, y siguen educando hasta la muerte.

La muerte interrumpe la conexión terrenal (pero no la espiritual, que perdura por toda la eternidad, para siempre). En la vida se tiene el recuerdo filial, fraternal, paternal, marital, vecinal, familiar, social y universal.

"¡Caminar por la vida olvidando, y no recordando, a compañeros, amigos, familiares y vecinos es perder el camino con peligro de caer al vacío!"

"¡Los compañeros, amigo, vecinos y familiares son seres queridos que se nos han ido añadiendo en el camino, acompañándonos, y jamás deben caer en el olvido!"

Si caen en el olvido hay que preguntarnos qué hemos hecho o qué han hecho para ese olvido.

Hay males de los que somos culpables, y entre ellos el olvido de compañeros, amigos, vecinos y familiares.

"¡Quien tiene un amigo, sea compañero, familiar o vecino, tiene un tesoro invalorable. Olvidarlo nos puede y nos debe llevar al desierto del vacío, al camino del olvido, por ser un desagradecido!"

"¡El olvido es el mal que aparta lo vivido del presente y del pasado! ¡No deja huella que recuerde y guarde lo vivido!"

El recuerdo de compañeros, amigos, vecinos y familiares debe ser una constante hasta el momento de la pérdida de la vida por la muerte.

"¡Los compañeros, amigos, vecinos y familiares somos viajeros en el mismo transporte de la vida! ¡Si los olvidamos perdemos lo vivido, y nosotros mismos caeremos en el olvido, por ser unos desagradecidos!"

"¡¡¡El recuerdo de compañeros, amigos, vecinos y familiares nunca lo debemos olvidar para ser bien nacidos, y para agradecerles el cariño, el amor y la amistad recibidos!!!"

jueves, 18 de febrero de 2021

“¡CÓMO AGRADECER A LAS Y LOS QUE ME HA LEÍDO!” “¡CÓMO AGRADECER A LOS QUE HAN COMENTADO!”

 


“¡CÓMO AGRADECER A LAS Y LOS QUE ME HA LEÍDO!” “¡CÓMO AGRADECER A LOS QUE HAN COMENTADO!”

¿Cómo agradecer a las / los que me han leído?

Contándoles algo de la historia de un Dios misericordioso.

Llevo más de 8 años recibiendo el apoyo, con palabras y hechos, de las / los que han tenido la benevolencia de encontrar en mis escritos el deseo de ayudar por medio de la información.

Informar conlleva una gran responsabilidad, que espero haber sabido cumplir, por mis creencias, que son: creo en Padre Dios, al que le pido su ayuda cuando redacto, y al que amo y adoro con pasión.

Siempre rezo un Padre Nuestro al comenzar mis escritos, y cuando me trabo, vuelvo a rezar otro; y, hasta la fecha, he podido terminar todos los que he comenzado. Ese es mi secreto.

Lo digo con toda sinceridad: no tengo los conocimientos necesarios para escribir todo lo que he escrito.

Mi fe en Padre Dios, tan real y verdadero que solo me falta verlo, me ayuda y pone en mi mente y en mi corazón lo que escribo, lo que usted ha leído. Eso es lo que creo. Eso es lo que deseo.

No me siento un iluminado. Líbreme Dios.

En mis escritos están mi experiencia, mi alma y mi corazón. Trato de ser consecuente con la educación y los valores que me dieron.

Me educaron en el amor a Padre Dios y a usted como a mí mismo. Esto tiene un poder enorme, como lo demuestra el simple hecho de que usted me haya leído.

Mi inspiración es una ayuda que pido constantemente.

No cabe duda que muchas de las cosas que traslado al papel son vivencias, que están relacionadas mi larga experiencia.

Tengo 90 años. He tratado emplearlos en informar, con el deseo de ser útil a los demás.

La convicción de ser un servidor de los demás es la catapulta que me ha lanzado a escribir.

Creo, ciegamente, que la honesta participación es la solución; y si es en la unión, no solo es la solución, sino el remedio eficaz y efectivo para cualquier problema personal, social o nacional, para cualquier problema mundial.

Lo he vivido, y espero seguir viviéndolo mientras Padre Dios me lo permita.

Gracias por haberme hecho el honor, y la responsabilidad, de leer mis artículos. Espero que las creencias y vivencias que me mueven le hayan sido, y sean, de utilidad, como lo es usted para mí por su bondad.

Hemos compartido el AMOR y la AMISTAD.

Que ya, para siempre, será lo que nos una hasta la eternidad.

Gracias por su bondad, que refuerza mi voluntad y mi responsabilidad.

Sin usted, de nada hubieran servido los muchos deseos de ayudar por la información.

Todo se ha basado en el amor a Padre Dios y a usted como a mí mismo. He tratado de ser consecuente, con mis fallos, errores y pecados, de los que me arrepiento de todo corazón, en la esperanza de que, después de mi muerte, sea recibido en el cielo de la Santísima Trinidad que amo y adoro con pasión.

¿Cómo agradecer a los que han hecho comentarios? Rezando, cada día, por su bienestar terrenal, y luego por la eterna contemplación de la Santísima Trinidad, que eso es, para mí, el cielo.

¿Cómo agradecer a los que me han leído? Dándole gracias a Dios, al que amo y adoro con pasión, y pidiéndole por que usted viva en la plena felicidad, con la plena libertad.

¿Cómo agradecer? Rezando y actuando.

Es lo que todas y todos debemos hacer.

Esa es mi gran experiencia: Rezar y actuar.


miércoles, 17 de febrero de 2021

“¡UN AÑO MÁS SIN LA HERMANDAD MONOTEÍSTA!”

 


“¡UN AÑO MÁS SIN LA HERMANDAD MONOTEÍSTA!”

Ha pasado un año más sin que se consiga esa unión y hermandad de las religiones monoteístas: que los miles, los millones de fieles creyentes, recemos al mismo tiempo, por la misma intención. ¡Hace tiempo que hubiéramos conseguido la solución de nuestros problemas!

¿A qué se debe que no haya esa unión, esa hermandad? Eso es lo que quisiera saber yo.

Por favor, ¿alguien sabe por qué no se produce esa necesaria e imprescindible unión y hermandad de los creyentes monoteístas?

Llevo más de un año tratando de llegar a los dirigentes de las religiones monoteístas, y no he conseguido nada.

Hago lo que sé y puedo. Seguiré rezando.

“¡Ojalá supiera lo que tengo que hacer para conseguir conectar con los dirigentes de las religiones monoteístas!”

Perseveraré en el intento, mientras tenga vida y posibilidades.

Dios, al que tanto amamos y adoramos, me está echando una mano, porque aún no he desfallecido.

Quizá me impulse la fe, y el ver lo fácil que es la solución: lo tengo tan claro que no cejaré.

La desconexión entre las religiones monoteístas es algo que no llego a entender. Probablemente habrá razones que se me escapan, razones que desconozco.

O mis escritos no llegan, o soy yo el que no lo consigo.

Con frecuencia me hago estas preguntas: ¿cómo es posible que amemos y adoremos al mismo Dios? ¿Cómo no somos capaces de unirnos?

Por todo ello seguiré insistiendo: que recemos juntos, a ese Dios, al que amos y adoramos, para pedirle que nos solucione la pandemia del coronavirus, y la espantosa crisis económica, social, empresarial, nacional y mundial.

Me mantendré en el intento mientras me queden fuerzas.

Porque estoy tan seguro que Padre Dios nos oirá y solucionará lo que le pidamos, que seguiré hasta que El quiera.

Por ello sigo rezando a Padre Dios, de todos nosotros, para que ilumine a quiénes sea necesario (supongo que a los dirigentes), y se cree esa unión fraternal monoteísta, y de ella surja una comisión encargada de decir, a todos los fieles del universo, el día y la intención, para que, millones de fieles, recemos, al mismo tiempo, y por lo mismo. Y Padre Dios, al que amamos y adoramos, nos lo concederá.

¡Padre Dios de los monoteístas! Ilumina a los dirigentes de las religiones monoteístas, o a quien corresponda, y danos la solución.

Seguiré insistiendo mientras tenga las posibilidades, la salud, y la mente, en condiciones de seguir adelante.

“¡Padre Dios de los monoteístas!” Danos la solución.

“¡¡¡Por favor Padre Dios, se Tú el mediador y convéncelos Señor!!!”

Para que los dirigentes se unan y creen, lo que yo llamo “Comisión”, quien decidirá la petición y el tiempo, para que millones de files recemos por la misma intención.

“¡¡¡¡¡¡¡¡Y nuestro Padre Dios nos lo concederá!!!!!!!”


martes, 16 de febrero de 2021

“¡¡¡HACIA LA SANTIDAD!!!”

 

 “¡¡¡HACIA LA SANTIDAD!!!” 

Es absolutamente necesario que siempre aspiremos a lo más alto, en todo, y en especial a la santidad.

Pero nunca hemos de olvidar que la santidad se basa en la gracia de Dios, sí, y también en las obras.

Decía San José María Escrivá "Fomenta tus santas impaciencias..., pero no pierdas la paciencia".

Apuntemos siempre a lo más alto que podamos en la santidad. Requiero esfuerzo, lucha, y no desalentarnos jamás ante los tropiezos y retrocesos que experimentemos.

"¡La perseverancia es la madre de la esperanza!"

Luchar y esperar, con perseverancia, para conseguir vencer un defecto o adquirir una virtud, ya es estar en el camino de santidad.

"¡La humildad, la madre de la perseverancia, nos lleva a la felicidad!"

La soberbia es la madre de la impaciencia, de la falta de perseverancia, y la enemiga de la humildad.

Tenemos que ser pacientes comenzando por nosotros mismos. “¡Lo digo por propia experiencia!” Tengo ya una larga experiencia, pero no cejo en seguir buscando la santidad.

"¡Comenzar, cada día, de nuevo, es de sabios, de humildes y de santos!"

"¡Siempre hay la posibilidad del perdón como consecuencia del  honesto arrepentimiento ante nuestros tropiezos, fallos y pecados!"

¡¡¡Qué alegría comenzar de nuevo!!!

"¡La vida de quien quiera ser santo es comenzar constantemente de nuevo!"

"¡Buscar la santidad, querer llegar, es estar ya en camino de la santidad!"

“¡La santidad es la meta y el fin para la plenitud de la felicidad y de la libertad, es el camino de la  eternidad!”

“¡La santidad es la plena felicidad, en libertad!”

No hay santos en la tierra mientras vivimos, porque siempre podemos fallar y traicionar incluso a nosotros mismos. Pero sí podemos luchar por caminar seguros imitando los logros de los santos que nos han precedido y que tanto nos han enseñado.

Ir hacia la santidad debe ser el camino y la meta de la vida.

Ir hacia la santidad es de verdaderos sabios.

Ir hacia la santidad es como un adelanto, ya en la tierra, de la gloria celestial.


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