“MI CONCEPTO DE LA AUTORIDAD”
La
autoridad es una de las mayores responsabilidades y honores que puede tener un
ser humano, pues le da la oportunidad de servir a su comunidad.
“¡La
autoridad emana de la honestidad y del amor a los demás!”
La
autoridad la tiene el pueblo y la delega en los que ha elegido honesta y
democráticamente.
La
lealtad, la honestidad, y el respeto a la libertad y a los demás son cimientos
firmes de la autoridad. Sin ellos no hay autoridad, sino autoritarismo.
Toda
persona tiene derecho a la “presunción de inocencia”.
Actuar
con autoridad y condenar con sanciones sin antes haber aplicado ese principio
de “la presunción de inocencia", es una forma de actuar dictatorial.
Sancionar
como norma es una demostración de ser un maleducado, deshonesto. Es un abuso de
la autoridad.
“¡Por
supuesto es condición sine qua non que haya un pueblo honesto, participativo y
educado!”
Recuerdo
que cuando fui a Inglaterra a estudiar, me maravillaba, ver que los policías,
en Trafalgar Square, avisaban a los conductores que estaban cometiendo un
error. Era en los años 50 del siglo pasado. También recuerdo que no llevaban
pistolas, para no caer en la tentación de disparar. Un policía inglés era un señor
sumamente considerado, admirado y protegido por la propia ciudadanía.
Yo
he vivido un caso sorprendente, que algún día explicaré, por ser un tema largo
de explicar.
Pero
sigamos con la autoridad.
Tener
autoridad es ser reconocido - por lo que es - como una persona honesta y
leal que trata de hacer las cosas con honestidad y lealtad. Tener honestidad
consigo mismo y lealtad al pueblo que sirve con honestidad y lealtad.
Un
pueblo que es honesto y leal consigo mismo y con los demás tiene la autoridad, y
la delega, pero no la pierde.
Tener
autoridad es una de las vivencias más reconfortantes e ilusionantes, y de una gran
responsabilidad.
“¡La
autoridad se creó para ayudar, no para sanciona!”
Por
supuesto, hay quien merece ser sancionado, y debe ser sancionado, porque falta
a los deberes de buen, honesto y educado ciudadano.
“¡Nadie
tiene autoridad para perjudicar, sino para ayudar!”
“¡La
autoridad se ejerce por delegación del propio pueblo en donde ejerce la
autoridad!”
“¡El
abuso de autoridad es la dictadura pura y dura!”
“¡Amar
y ayudar son sinónimos de autoridad!”
El
abuso de autoridad deslegitima la autoridad. Deja de ser autoridad.
“¡Benditos
y alabados sean las autoridades honestas y leales, con ellos nace y se
desarrolla la libertad!”
“¡La
libertad es la vivencia de la autoridad, la vivamos tanto personal como
socialmente!”
“¡Todos
somos y tenemos autoridad!” Ejercerla y vivirla es una obligación ineludible
para poder vivir en libertad.
Uno
de los grandes fundamentos de la libertad es la educación y la honestidad.
Porque, repito, de ellas emana y crece la autoridad.
Para
ejercer y practicar la autoridad se tiene que ser muy honesto y educado,
teniendo sumo respeto y consideración a quien ejerce y aplica la autoridad.
“¡La
autoridad es recíproca, va del que ejerce la autoridad al que la recibe, y del
que la recibe a quien ejerce la autoridad!”
Benditos
y alabados sean los pueblos honestos y educados que respetan las reglas de
urbanidad, y de aquellas autoridades que la ejercen con educación,
honestidad, y lealtad.
Tener
autoridad es ser un ser privilegiado en la sociedad.
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