sábado, 31 de diciembre de 2016

“EL ÚLTIMO DÍA DEL AÑO 2016”.



“EL ÚLTIMO DÍA DEL AÑO 2016” 
    


¿Cómo ha llegado el último día del año? Seguro que de acuerdo a cómo lo hemos vivido.
El último día del año nos debería servir, entre otras cosas, para hacer un corto examen de conciencia, repasando lo que hemos hecho y lo que no. Para tratar de aprender así de los errores cometidos por acción u omisión.
La vida es de un valor incalculable, y perder el tiempo – que no se recupera jamás – es un dislate que puede llegar a ser un gran mal personal, familiar y social.
Ojalá comencemos el nuevo año con ilusión, honestidad y fidelidad. Así viviremos la vida con contenido, valor, amor y felicidad, camino de la santidad.





viernes, 30 de diciembre de 2016

“¡¡¡FELICITARLE DESEÁNDOLE LO MEJOR!!!”.




“¡¡¡FELICITARLE DESEÁNDOLE LO MEJOR!!!”



Se acerca, y a una gran velocidad, el nuevo año 2017, y antes de que termine deseo y necesito agradecerles el haber leído mis escritos que, con tanto cariño y responsabilidad, he tratado de ayudar aportando  información y opinión, ideas, propuestas, propósitos, ánimos.
El gran logro universal del siglo XXI es la globalización.
La globalización, como todo, se puede usar para el bien como para el mal, dependiendo de quién es el comunicador y sus creencias y vivencias.
La unión y la honesta participación siguen siendo la solución de los problemas personales y sociales, tanto de los locales como de los nacionales o universales.
La globalización nos ha unido como nunca antes. Ahora es posible enterarse de lo que sucede en las antípodas en segundos.
Si este poder de la globalización se usa para ayudar, el camino del mal es desaparecer y el bien de progresar.
Pero si la globalización se usa para el mal –que la siguen usando los poderes perversos y la corrupción– y si no hay una mayoría habitatista que respete la naturaleza y al ser humano en su hábitat, caminamos certeros al mal de forma normal.
Que sean estas palabras de gozo y alegría, sin dejar de decir la realidad del momento, para que la felicidad y la libertad las gocemos plenamente y las compartamos con los demás para que esa felicidad y libertad duren y se prolonguen en el tiempo.
Muchísimas felicidades a todas y a todos.
Que el próximo año 2017 se cumplan sus deseos y les conduzcan al bien. Que ese bien lo compartamos con los demás, para que la felicidad tenga continuidad y se expanda por todo el mundo y por igual. Y que a la felicidad le sumemos la vivencia plena de la libertad, y así seamos seres humanos felices y libres, para compartirlas y ver el futuro con claridad.
Como honestos habitatistas protejamos el hábitat natural y respetando y amando convirtamos el 2017 en esplendoroso para usted, familia, amigos, vecinos y para el mundo entero. Ese es mi deseo.
Le felicito deseándole lo mejor, para hoy y siempre, y que ese bien lo compartamos para que la felicidad sea plena y eterna.
Le felicito y le deseo que el 2017 goce de la plena felicidad y la tenga en la plena libertad.
Muchísimas felicidades y gracias por tanto.

lunes, 26 de diciembre de 2016

“PEDIR PERDÓN”.




“PEDIR PERDÓN”



Pedir perdón debe de ser un gesto y un hecho que manifiesta y demuestra el arrepentimiento al daño causado.
Los seres humanos tenemos la debilidad de ser pecadores. Pero eso no es lo peor: lo peor es no arrepentirse y no pedir perdón.
Siempre debemos pedir perdón para, por lo menos, tratar de compensar, y si es posible remediar, el daño causado.
Quien pide perdón con honestidad y amor merece que su perdón sea aceptado. Merece ser perdonado.
Los grandes aliados del perdón son la humildad y la honestidad.
La humildad es la virtud que inspira la necesidad y da la fortaleza de pedir perdón.
La vida está llena de errores y de pecados, pero quien  se arrepiente y pide perdón merece ese perdón con la penitencia que le fuere impuesta, como pago del daño causado.
Pedir perdón es un medio necesario para poder caminar por el sendero del bien.
Pedir perdón debe ser el fin del error y del pecado, si ha sido pedido con toda la debida honestidad y sinceridad.
Debemos fortalecer la humildad, que es la gran virtud de la convivencia, de la paz y del amor.
Sin humildad la vida se llena de pena y de dolor. El arrepentimiento y pedir perdón con humildad es el medio de corregir y de enmendar el daño causado.
La humildad fortalece la vida y debe ser el medio para conseguir el perdón cuando se pide con humildad.
Pedir perdón debe ser el acto y el gesto final para alcanzar el perdón.
Pedir perdón debe ser el fin del pecado y del error.




sábado, 24 de diciembre de 2016

“FELICITARLE A USTED Y AL MUNDO ENTERO DESDE LA FIDELIDAD”.




“FELICITARLE A USTED Y AL MUNDO ENTERO DESDE LA FIDELIDAD”. 



Aún sigue una parte de los seres humanos - nuestros auténticos y necesarios hermanos - viviendo guerras, miseria, sufrimientos y muertes, y otra parte vive con una enorme tranquilidad y pasividad olvidando a los demás.
El olvido no quita ni resta la realidad.
La realidad define y condiciona la felicidad y la libertad.
No hay derecho a unos con tanto y a otros con tanta necesidad.
La realidad la formamos y condicionamos con nuestro comportamiento, y de acuerdo a los valores heredados y practicados, y así  conformamos y vivimos nuestra realidad.
No quiero ni deseo ser derrotista porque no conduce a nada. Deseo y lucho porque vivamos y seamos fieles, felices y libres y esa sea nuestra realidad.
Que la fidelidad, la felicidad y la libertad sean la vivencia plena de la realidad de cada uno de nosotros, lo que les deseo de alma y corazón.
La realidad es solo una, y si somos fieles y consecuentes con ella, tendremos esa ambicionada felicidad y libertad, que al compartirlas las ampliamos de forma exponencial.
Muchísimas felicidades para hoy y para siempre al mundo entero, para usted, su familia, amigos, vecinos y el resto de la humanidad.
Muchas felicidades y, como creyente, que Padre Dios les bendiga como les bendigo yo.
Ustedes son formidables y les necesito imperiosamente, hoy y siempre, como también les necesitan los demás.
Compartir y ayudar es pura felicidad y lealtad.
Feliz Navidad.

viernes, 23 de diciembre de 2016

¿QUÉ VALOR TIENE LO QUE HAGO?



¿QUÉ VALOR TIENE LO QUE HAGO? 


¿Qué valor tiene lo que hago? El valor que le den los demás.
Los hechos, lo que hago, tienen valor de acuerdo a la honestidad,  la sinceridad y al amor: a lo que hago y también como lo hago.
Todo lo que hacemos tiene un gran valor si lo hacemos con amor.
Amar es llenar los corazones de ilusiones, de esperanzas y de anhelos de conseguir la felicidad y de compartirla con los demás.
No hay amor si no se comparte. En la medida que amo y lo comparto, en esa misma medida camino hacia la felicidad en la búsqueda del bien sin igual de la eterna felicidad.
¿Qué valor tiene lo que hago? Puede que el que yo le dé.
El valor de las cosas que hacemos está en relación directa al deseo y al esfuerzo del valor que tenga lo que hacemos.
La vida ¡Qué maravilla!  
La vida debe ser el logro y la realización de lo que deseo y hago con amor y honestidad.
Vivir ¡Qué maravilla!
El valor de la vida comienza con el valor y el amor de nuestros padres, que fueron generosos y nos entregaron su vida, nos cuidaron, nos educaron porque nos aman.
El valor de la vida sigue y está de acuerdo a mi honestidad y lo consecuente que soy con mis valores y creencias.
¿Qué valor tiene lo que hago? El anhelo e ilusión que pongo en lo que hago.
Vivir sin participar y sin ayudar es morir en vida y no dejar ningún rastro.
Vivir y ayudar y repartir el amor con sinceridad y prodigalidad es caminar certero al reconocimiento del bien que hagamos, y si lo hacemos con humildad vamos camino de la santidad.
¿Qué valor tiene lo que hagamos? El que le hayamos dado.
De los mayores valores que tenemos y podemos compartir son la felicidad y la libertad, que al compartirlas, con honestidad y humildad, se elevan a la categoría de bien universal y con beneficio sin igual.
Compartir lo bueno es inundar la vida de los demás de felicidad, la que nos llegará con el bien en abundancia y en prodigalidad.
¿Qué valor tiene lo que hago? El que los demás le den de acuerdo al amor derramado y repartido sin pedir nada a cambio.
La humildad, la sinceridad, la vivencia y honestidad de los valores éticos o religiosos y que compartamos con sincero amor, recibirá la paga del agradecimiento por el reconocimiento a los sinceros hechos realizados.
¿Qué valor tiene lo que hago? El  valor que los demás le hayan dado y el que yo le haya dado con mi honestidad.
¿Qué valor tiene lo que hago? El que tenga el amor que he dado.
¿Qué valor tiene lo que hago? Depende de lo que haya ayudado.

¿Qué valor tiene lo que hago? La honestidad que haya dado.

lunes, 19 de diciembre de 2016



“LOS RICOS CADA VEZ MÁS RICOS, Y LOS POBRES CADA VEZ MÁS POBRES”. 


A lo largo de mi larga vida siempre he oído la misma frase: “Los ricos cada vez serán más ricos, y los pobres serán cada vez más pobres”. Y mi experiencia es que si, que es verdad, en la medida que los demás – que somos la mayoría aplastante - hacemos dejación de nuestros derechos y deberes.
¿Qué sentido tiene esa frase: "los ricos más ricos, y los pobres más pobres"?
Tiene un sentido de derrota ¡Ya no hay nada que hacer! ¡Todo está hecho! Y nada de eso es verdad.
El derrotismo es descalificador. El derrotismo es dar por sentada la derrota del derrotista y la victoria del contrincante.
El derrotista no tiene razón jamás, como tampoco la tiene el que se gloría en su ventaja por la debilidad del otro.
Parece como si los seres humanos nos olvidásemos de lo que somos: seres humanos con libertades capaces de aceptar y de hacer el bien o el mal. Solo nosotros, los seres humanos, tenemos ese dominio y esa facultad de decir y hacer lo que creemos, aunque habría que matizar “lo que creo que debo hacer”.
Si fuéramos realmente libres – porque nos hemos ganado la libertad a pulso – seríamos capaces de imponer el bien sobre el mal.
La mayoría tiene siempre el poder, pero puede no tener razón.
La mayoría es también la que los demás permitimos que sea por nuestra desidia, despreocupación, pasotismo, egoísmo, mala educación, falta de valores, desunión…
Culpar a otros puede llegar a ser una cobardía si no defendemos lo que es nuestra autoridad y poder, nuestra decisión en la libertad.
Culpar a otros es una forma de hacer dejación de derechos y deberes.
Culpar a otros jamás es la solución.
¿Cuál es la solución? La honesta participación en la honesta unión de la mayoría. No hay nada ni nadie que pueda contra esto.
Hacer dejación de derechos y deberes conlleva y arrastra a que otros en minoría dominen a la mayoría.
Jamás será verdad que "los ricos cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres" si unidos, creamos una mayoría honesta a la que todos tienen que obedecer.
Las minorías vencen cuando las mayorías claudican. Entonces sí, "los ricos serán más ricos, y los pobres serán más pobres".

viernes, 16 de diciembre de 2016

“INSISTIR EN LA RESPONSABILIDAD”.



“INSISTIR EN LA RESPONSABILIDAD”


La responsabilidad es cimiento del bien, de la felicidad y de la libertad.
Sin responsabilidad no hay posibilidad de una convivencia normal, feliz y natural.
Sin responsabilidad no hay posibilidad de que haya honestidad y conocimiento y vivencias del bien y de la libertad.
La responsabilidad es una herencia.
La responsabilidad se aprende de niño y se practica y amplía mediante el compromiso, sostenido a lo largo de los años, con los valores adquiridos y practicados.
Aceptar vivir sin responsabilidades es perder el sentido de la vida. Es vaciar la vida de contenido.
La vida sin responsabilidad se convierte en el páramo y el desierto de la existencia, por la falta de valores y vivencias que llenen el alma y el corazón de contenido y valores por los que vivir, alegrarse y llorar.
No llorar en la vida es inconcebible para una vida con responsabilidad, llena de amor y actividad, pasión y alegría.
La vida con responsabilidad ennoblece y engrandece. La persona responsable comparte los bienes y las dichas, las penas y los sacrificios.
Benditos y alabados sean los responsables, los honestos y participativos, porque de ellos nacen y creen las circunstancias necesarias para la felicidad.
Uno de los grandes cimientos del mal personal y social es la falta de responsabilidad personal y de la comunidad.
La responsabilidad evita el mal.
La responsabilidad ayuda al bien.
La responsabilidad engendra felicidad.

Con responsabilidad se vive la libertad.

jueves, 15 de diciembre de 2016

FUNERAL POR EL OBISPO PRELADO DEL OPUS DEI JAVIER ECHEVARRÍA.



FUNERAL POR EL OBISPO PRELADO DEL OPUS DEI JAVIER ECHEVARRÍA.



Hoy, jueves 15 de diciembre de 2016, y a las 19 horas, Funeral en la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria, oficiada por el Monseñor Francisco Cases, Obispo de Canarias, por EL OBISPO PRELADO DEL OPUS DEI JAVIER ECHEVARRÍA.

Gracias por las oraciones y asistencia al citado funeral.

lunes, 12 de diciembre de 2016

“LA FALTA DE AUTORIDAD EN LA AUTORIDAD”.



“LA FALTA DE AUTORIDAD EN LA AUTORIDAD”. 


La falta de autoridad en la autoridad es un problema que puede llegar a ser grave.
No tener y no aplicar de manera honesta la autoridad es nocivo para la sociedad, en especial cuando los ciudadanos no son participativos, o cuando, quien tiene autoridad y no la ejerce, está dominado por poderes perversos.
Los pueblos que no son honestos ni participativos tienen autoridades deshonestas y no participativas, dictatoriales o, al menos, refractarias a considerar y hacer todo dirigido y orientado al bien de la comunidad.
Se puede dar la paradoja de que una autoridad – un político que ha sido elegido, por ejemplo – diga y haga lo que le diga una empresa, o un grupo de ellas, imponiendo la arbitrariedad de unos pocos al conjunto de la sociedad.
La falta de autoridad en la autoridad, elegida democráticamente, es un problema grave.
Una cosa es tener autoridad y ejercerla honestamente, y otra es aprovecharse o utilizar la autoridad para actuar como dictador, con buena o mala voluntad. El efecto es el mismo: esclavizar y beneficiarse por la corrupción, que es permitida por la falta de participación de quien le ha delegado la autoridad, el pueblo que no participa y que, seguro, hará algún comentario.
Con bastante frecuencia se acusa a los corruptos, y éstos siguen donde están. Y se vuelve a oír el comentario, la repulsa y la queja, pero sin que nadie haga nada, salvo hacer quejarse individualmente.
Las individualidades en la comunidad no tienen valor ni son efectivas.
La honesta participación de la mayoría, es absolutamente necesaria y es muy efectiva.
La falta de autoridad en la autoridad abre la puerta a los males en una sociedad.
La falta de la honesta participación personal y social, en las necesidades de la comunidad, es el origen de los males de esa comunidad.
Hace unos años, las Asociaciones de Vecinos, Culturales, Deportivas… informaban a la autoridad: todos juntos buscaban y luchaban por el mismo objetivo, lo que traía como resultado la solución del problema.
Hoy, ni siquiera las redes sociales son la vía para la honesta participación que dé su aportación a la solución. No hay mayorías.
¿Qué se puede hacer con la falta de autoridad en la autoridad? Crear uniones –por las vías que sean – pero crear uniones para conseguir mayorías que, con honestidad y participación, vuelvan a exigir, dar y aportar la solución de los problemas.
¡La honesta unión es la solución! ¡
¡La honesta unión sigue siendo la solución!
¡Sin la honesta unión de la mayoría no se consigue la solución!

¡La falta de autoridad en la autoridad se soluciona con la honestidad, la participación y la unión!

viernes, 9 de diciembre de 2016

“MI CURRÍCULO. MI CURRÍCULUM VITAE”.



“MI CURRÍCULO. 
MI CURRÍCULUM VITAE”. 


Para que las personas que me honran y me llenan de responsabilidad al leer mis escritos sepan quién soy, creé un blog con mi currículo:
Mi asombro es que a diario hay algún o algunas personas de diferentes países que entran a leer mi currículo, como por ejemplo el del día 5 de diciembre: Perú, 3 personas; Alemania, 2; España, 2; Francia, 1;  y Ucrania, 1.
El hecho de leer mi currículo me llena, también, de una gran esperanza y de una gran ilusión y alegría, y me responsabiliza aún más.
Alegría porque me leen.
Ilusión con que les sea de utilidad.
Esperanza en que nos unamos y formemos un grupo de personas que opinamos lo mismo y que tratamos de comportarnos consecuentemente, intentando que los demás hagan lo mismo, para tener un mundo mejor porque nos ayudamos.
He dedicado y dedico una parte de mi vida a intentar ayudar mediante la información. Y mi experiencia me dice que ayudar es la solución.
Trato que cada uno de nosotros seamos honestos y responsables y actuemos en consecuencia.
Necesitamos, urgentísimamente, una mayoría que trate de ser habitatista honesta y honesto y consecuente para tener el mundo con el necesario hábitat natural y condiciones de vida naturales y sin guerras, ni miseria, sin olvido y despreocupación, en definitiva: sin los males que nos están llevando al punto de no retorno y a convertir al Planeta Tierra en inhabitable.
Este irrespetuoso y mal comportamiento agresivo y destructor de nuestro hábitat natural nos está llevando a la autodestrucción. Necesitamos esa mayoría que diga e imponga la honestidad y el correcto comportamiento – por ser honestos habitatistas –, para poder seguir teniendo nuestro hábitat natural y prolongar la vida en este maravilloso Planeta Azul que es la Tierra.
Gracias por leer mi currículo, que espero sirva para demostrar que dedicar la vida a ayudar es uno de los grandes comportamientos que ayudan a todos, y que nos dan felicidad y libertad a todos.
La felicidad y la libertad se consiguen con el apoyo y la ayudad de los demás.


miércoles, 7 de diciembre de 2016

“¿QUÉ TANTO POR CIENTO DEBEMOS ENTREGAR PARA AYUDAR?”



“¿QUÉ TANTO POR CIENTO DEBEMOS ENTREGAR PARA AYUDAR?”



Todos los que no somos pobres estamos obligados a aportar dinero para que desaparezca la pobreza.
Por favor, ruego que contesten a estas tres preguntas para poder tener una opinión real de la forma de superar esta lacra para la humanidad.

1.-  ¿Qué tanto por ciento de nuestros ingresos debemos aportar para eliminar la pobreza?
2.-  ¿Qué ente debe recibir ese dinero y administrarlo?
3.-  ¿Qué otra cosa debemos hacer para eliminar la pobreza?




lunes, 5 de diciembre de 2016

“A AMIGOS, FAMILIARES, VECINOS Y A LA HUMANIDAD: TODOS JUNTOS EN LA ETERNIDAD”. “HOY LES DESEO LA PLENA FELICIDAD EN LA PLENA LIBERTAD”.

“A AMIGOS, FAMILIARES, VECINOS Y A LA HUMANIDAD: TODOS JUNTOS EN LA ETERNIDAD”. “HOY LES DESEO LA PLENA FELICIDAD EN LA PLENA LIBERTAD”.


No me ha llegado aún el instante de cruzar la frontera del Más Allá. 
Quedo a la espera confiando, plenamente, en la misericordia de Padre Dios.
Sin esa misericordia no creo ser capaz de alcanzar la eterna contemplación de Padre Dios, en el cielo.
Dios es infinita misericordia. Y en ella confío.
Ruego a Padre Dios que su misericordia la haya aplicado en mis amigos, familiares, vecinos y al mundo entero para que puedan estar gozando de esa maravillosa y eterna contemplación de Padre Dios en el cielo, y luego la podamos tener los que aún vivimos.
No por ello dejo de rezar y pedirle su misericordia para todos nosotros, para después estar juntos eternamente.
Ganarse el cielo se consigue a diario y minuto a minuto, queriendo vivir plenamente los Mandamientos, en especial el primero: Amar a Padre Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos. Sin pedir nada a cambio. Y con la gracia y la misericordia divina.
La existencia y los años no borran el cariño ni los recuerdos y añoranzas de los seres queridos que han fallecido. Los fijan.
Nunca se deja de sentir la ausencia de esos seres que han muerto.
Nos necesitamos aquí y para el Más Allá. Por favor, no lo olvidemos. Juntos necesitamos la honestidad, el amor y la participación, para poder ser merecedores de ese cielo. Por supuesto con la misericordia divina.
No lo dude. ¡Hagámoslo! Y conformemos ese racimo que nos lleve a la vida eterna, al cielo, a la contemplación de Padre Dios, y para poder estar juntos con nuestros amigos, familiares, vecinos y el resto del mundo, y por siempre jamás.
Gracias por ayudarme a compartir este año, y a tratar de ser un buen habitatista.
Hoy, por el amor apasionado que les tengo y a la Naturaleza, les deseo, para el próximo año y para siempre, la plena felicidad en la plena libertad.
Gracias por tanto y por todo.

viernes, 2 de diciembre de 2016

¿QUIÉN O QUIÉNES SON LOS CULPABLES? LA CULPABILIDAD.




¿QUIÉN O QUIÉNES SON LOS CULPABLES?  LA CULPABILIDAD. 



¿Quién no se siente culpable de algún mal personal, familiar, social…?
Quien se sienta culpable y se arrepiente, sinceramente, por su honesta educación en valores éticos o religiosos, va camino de la santidad.
Quien no se siente culpable de nada denota una clara mala educación, no tener valores morales o éticos, y vivir de espaldas a su propia realidad.
La responsabilidad es cimiento de la bondad y de la realidad, y con la responsabilidad, y por la bondad, nos damos cuenta de lo que somos culpables.
Leo, con mucha frecuencia, denunciar injusticias reales. Hay quien grita con energía, pero… ¿con qué coopera, directamente, en la solución al problema que denuncia?
Denunciar sin hacer nada para solucionar el problema no sirve de nada, es egolatría, es creerse mejor que los demás: los demás son los malos y yo el bueno.
Denunciar y no hacer nada es lo fácil y sencillo, pero sin brillo.
Repito, y lo haré hasta la saciedad ¿Con qué tanto por ciento de nuestros ingresos cooperamos para paliar la pobreza y las necesidades de los demás?
¿Qué hace, qué hacemos, para cooperar al bien de los demás?
Es importante quejarse, manifestarse y repudiar el mal de los demás, pero si todo ello no va acompañado de hechos, se queda en el lamento que se desvanece y desaparece como el viento.
¿Quién o quiénes son los culpables? Todos, todos nosotros, somos los culpables porque el bien, como el mal, es algo solidario y ¿somos solidarios?
No quisiera ser pesimista, ni derrotista: no es mi intención.
Mi intención es ayudar e informar en la medida de mis posibilidades, y por ello me planteo esta pregunta ¿qué culpa tengo en lo que me rodea?
La información debe ser el medio por el que nos demos cuenta de lo mal hecho, para pedir perdón.

¿Quién o quiénes son o somos los culpables del mal que nos circunda?

lunes, 28 de noviembre de 2016

“LA ESPERANZA”.



“LA ESPERANZA” 


La esperanza es la virtud de las personas humildes de corazón, cuyas almas están llenas de amor.
La esperanza llena la vida de ilusión y de contenido.
Vivir sin esperanza es la muerte en vida.
¿Realmente hay alguien que no tenga esperanza? Creo que no.
Todos, me atrevería a decir que por instinto, tenemos la esperanza de una vida mejor.
La gran esperanza del momento - quizá de siempre, aunque ahora de manera especial, pues nos enfrentamos a la gravísima situación del ataque al hábitat natural, que si no se corrige, eliminará la esperanza de vida natural en la Tierra – es que seamos y nos comportemos como seres humanos honestos y libres.
La esperanza se basa en la confianza del libre y honesto comportamiento.
Sin la honestidad no hay esperanza.
Los grandes y peligrosísimos males de la humanidad, creo que son causa del comportamiento derivado de la falta de la honesta esperanza.
Esperanza es esperar el bien.
La única esperanza ante el mal es que éste desaparezca.
La esperanza es un deseo, un anhelo del comportamiento cívico y amoroso de las personas. No hay esperanza si las personas no somos lo que somos.
Perder la esperanza es llegar a un punto de no retorno.
Perder la esperanza es el final del camino del bien y el comienzo del camino hacia el mal.
Perder la esperanza es haber llegado a un momento en que el mundo y la vida dejan de ser habitables.
La esperanza se aprende de niño y se desarrolla, a lo largo de la vida, por el conocimiento y el amor.
Se pierde la vida si se pierde la esperanza.
Quien no tiene esperanza vive la amargura del mal.
Vivir sin esperanza es vivir el mal sin remedio y sin esperanza.
La esperanza es el bien del momento siguiente.
Lo último que se pierde es la esperanza. 



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