“A QUIÉN NO VOTARÍA”
No votaría a quien no desarrolle las energías renovables, esas energías limpias
y no contaminantes.
No votaría a quien acepte las listas cerradas y no haga nada por cambiarlas,
por hacerlas abiertas, de tal manera que se pueda, primero, elegir a las
personas y luego a las ideas.
A quien haga daño a su tierra, o permita que se lo hagan.
No votaría a quien cree que la soberanía no es del pueblo, que puede entregarla
a quién cree; no es correcto pensar que la soberanía surge de entre los
políticos; y quienes actúan creyéndose que, como ejercen el gobierno, son ellos
soberanos, por eso actúan creyendo que pueden hacer lo que les parece, sin
contar con el pueblo.
No votaría a quien es mal educado. Un político tiene que ser una persona
sumamente educada y atenta.
No votaría al político que no estuviere al servicio de su comunidad las 24
horas del día.
No votaría a quien le hagan esperar días para que pueda exponer un tema, ya sea
personal, municipal, regional o nacional.
No votaría al político que no oye y acata las exigencias de las asociaciones de
participación honestas de la sociedad.
Aclaro: las asociaciones tienen que ser representativas. No pueden estar
dirigidas sin el apoyo de la mayoría; y tienen que ser participativas, y en
ellas la honestidad y participación tienen que ser ejemplares, y no ser
partidistas.
No votaría a personas y partidos que apoyen el aborto y a la eutanasia. No
votaría a quien no protege y no respeta la vida de un ser humano.
No votaría a quien no exija que haya una Justicia honesta, rápida y barata, lo
ideal sería que fuese gratuita y que no esté contaminada.
No votaría a quien va a la política sin una actitud de servicio a la comunidad,
y no lo haga para trabajar por los demás sin pedir nada a cambio. Y haciéndolo
sólo por el bien de nuestro pueblo. Y si se comporta así, que tenga el
reconocimiento máximo del pueblo; como se merece el castigo máximo cuando
deshonre el puesto de político que está ejerciendo.
No votaría a quien no apoyen y fortalezcan a los cuerpos de seguridad del
Estado, que son los que hacen su trabajo cuidando la paz y seguridad de nuestro
pueblo.
No votaría a aquellos que no defiendan y apoyen para que consigan fortaleza,
honor y respeto a los profesores y educadores de nuestros colegios y
universidades.
No votaría a quienes no protejan a la Sanidad Pública, como a aquellos otros
que no le exigen al pueblo el cuidado, respeto y honradez que ese pueblo tiene
que tener con la organización de la Sanidad Pública.
Aclaro, que me refiero: a los que no cuiden que los ciudadanos, beneficiarios
de
No votaré a aquel político que su máxima preocupación no sea buscar y luchar
por la felicidad del pueblo.
No votaré a aquel político que se cree un personaje y se siente superior y
propietario del cargo que tenga. Como reitero que no votaré a quien haga daño a
Gran Canaria.
Resumo diciendo: que no votaré a aquel que no tenga una plena actitud de
servicio a la comunidad, y no lo haga sin pedir nada a cambio.
Porque político es: quien trabaja para los demás sin pedir nada a cambio. Y,
como consecuencia, cuando es un buen político se le debe toda consideración
personal y social por su trabajo y su honestidad, y la máxima condena cuando
deshora a su cargo.
Y sin más ahora deberíamos seguir, como
siempre, comentando acerca de, en este caso, a quien no votaremos.
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