“¡¡¡LA VOCACIÓN!!!”

 

“¡¡¡LA VOCACIÓN!!!”

La vocación suele ser el deseo de ser y hacer algo determinado en la vida, con cierta prontitud y anhelo.

“¡La vocación es la manifestación del esfuerzo y la dedicación!”

Los seres humanos hemos sido llamados a tener una vocación, a encontrarla, vivirla y a desarrollarla.

“¡La gran vocación es a lo divino, por lo divino y de lo divino!”

“¡Aceptada la vocación, no debe ser sometida a revisión; lo que toca es su realización!”

La vocación contribuye a la grandeza de la vida, a la coherencia de la vida, y al valor transcendental y eterno de la vida.

“¡¡¡La santidad es el fin de la vocación!!!”

La vocación en los creyentes es el amor a Padre Dios. El vivir para Él y con Él, morir por Él, y el vivir para por los demás.

La vocación nos debe conducir hasta el fin de la vida.

“¡¡¡Amar a Padre Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mimos es la gran y obligada vocación de todo ser humano vivo y activo!!!”

El pasotismo es enemigo de la vocación. La vocación es acción.

El pasotismo es la inacción.

“¡Padre Dios nos libre del pasotismo, y del pasota, del individualismo y del individualista!” Porque ellos son la causa, el error y el efecto del mal con repercusiones personales y sociales, por la falta de vocación.

Las crisis económicas, el paro, la corrupción… son consecuencia de la falta de la honesta vocación.

La vocación es compartir lo bueno para mejorar lo malo y para agradecer las dichas de la vida. Descubrir la vocación es un momento transcendental de la vida personal, familiar y social. Descubrir la vocación es marcar el destino y, por ello, es fundamental y necesario. De la contestación a la llamada de la vocación depende la felicidad y el aumento de la libertad.

“¡La vocación es un momento trascendental en la vida!”

“¡La conciencia de la vocación eleva al hombre a la cúspide de la responsabilidad y de la ciencia!”

No basta con tener y mantener la vocación, hay que estar renovándola para ser fieles y seguros servidores.

La vocación y hacerla realidad llenan la vida de ilusión, para vivirla con pasión y dedicar el tiempo que sea necesario para su realización.

“¡¡¡La vocación llena el alma de pasión, nos hace el bien, disfrutamos del bien y repartimos el bien!!!”