“¡¡¡LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA!!!”
¡Este principio, tan antiguo como la especie humana,
suele ser tan mal aplicado desde la antigüedad! Aun siendo un principio
fundamental en la vida personal, familiar, empresarial, judicial, social y
política.
De la misma manera que es un pecado acusar, en especial,
sin fundamento o razón, lo debería ser dejar de denunciar el mal.
Los humanos tenemos tendencias; por regla general
somos buenos, Influye poderosamente la educación recibida de nuestros padres., tanto
en valores éticos como religiosos.
Vivimos un mundo opuesto a este principio de la
inocencia, aunque se mencione como fundamental.
Hay quienes pregonan la inocencia, - pero no la
practican -, teniendo obligación de hacerlo por su actividad.
El mayor ejemplo lo vivimos en algunos entes públicos.
Acusan como norma.
No sé a qué se debe ese comportamiento.
Por supuesto: hay entes públicos que no están al
servicio total del ciudadano, sí para acusarlo. Puede haber hasta departamentos
ejecutivos que van más deprisa que los trámites normales del procedimiento.
Cualquier persona que acuda a un ente público debería
recibir, primero, un comportamiento sumamente educado; segundo, buscarle sobre
la marcha la solución al problema; y, tercero, solucionarlo con la mayor
rapidez.
El ciudadano se debe sentir atendido y satisfecho por
la educación recibida, por la demostración de querer solucionarle su tema y por
la prontitud.
Y el funcionario tiene que sentirse enormemente
satisfecho de haber cumplido con su deber, por su profesionalidad, educación y
buena voluntad.
¿Cuál es la dificultad para ese comportamiento de
ambas partes?
La falta de honradez, de educación y de
profesionalidad, por la falta de la presunción de inocencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.