“¡DÓNDE TIENE SU CORAZÓN!”

 

“¡DÓNDE TIENE SU CORAZÓN!” 

"¡Dónde tiene su corazón!" Allí está su ilusión, y puede que su amor.

"¡La ilusión es una esperanza de convertir los sueños en realidad!"

"¡Tratar de tergiversar, cambiar, de alguna manera, la realidad, es vivir fuera de ella!"

“¡La realidad debería ser la mejor verdad del momento!”

Los sueños, sueños son.

Confundir los sueños con la realidad, o exigirnos convertir los sueños en realidad, es algo que nos sucede, y que debemos evitar, para que al menos no nos dominen, sino nosotros a ellos.

Soñar debería liberar el mal, si amamos con pasión. Soñar es bueno. Tener metas e ideales es bueno. Pero no debemos ser soñadores, que quizás desconectan de la realidad.

Soñar, sabiendo que lo estamos haciendo, y no dañando a la realidad, no tiene nada de particular. Pero nuestros sueños deben ser realistas.

¿Dónde tiene su corazón? ¿En las ansias de alcanzar aquello o lo otro? ¿O trata de tener su corazón en la realidad, en la fe, en el amor, en la libertad... en el servicio a los demás?

"¡¡¡El corazón como el alma son las dos caras de la misma moneda!!!"

"¡Nosotros tenemos dos caras: lo que creemos que somos, y lo que somos en la realidad!"

¿Con qué aproximación están sus dos caras?

No se miente cuando confundimos la realidad, si se hace de buena fe, y no queriendo engañarnos.

"¡Dónde tiene su corazón!" "¡Si lo tiene en Dios, está en el camino de santidad, y en la dirección de la feliz eternidad!"

"¡Dónde tiene su corazón!" "¡Si lo tiene en banalidades, fuera de la realidad, le compadezco, porque se estrellará!"

"¡¡¡La realidad es la mejor verdad!!!"

¿Dónde tiene su corazón!" "¡¡¡Si lo tiene en la realidad, no se equivocará!!!"