“¡¡¡UN PUEBLO HONESTO, UNIDO Y PARTICIPATIVO!!!”
Un pueblo honesto, unido y
participativo es capaz de vencer todas las dificultades.
Un pueblo deshonesto, desunido y no
participativo está predispuesto a ser sometido.
La sumisión y la esclavitud aún no han acabado, y por los
ejemplos que vivo están vivitas y coleando.
El mayor de los sometimientos es la
esclavitud a los hombres y al pecado.
La esclavitud llegó desde que el
pueblo dejó de ser honesto, de estar unido, y ha dejado de participar,
honestamente, en los temas personales y de la comunidad.
¿Cuántos esclavos hay en la actualidad? Desconozco el
número, pero al salir de mi casa los veo a porrillo.
Caminar sin mirar al suelo viendo el móvil; estar reunidas
varias personas y no comunicarse; no mirarse a los ojos al hablar... y todos
absortos sin tener en cuenta lo que les rodea por estar viendo el móvil, son
esclavos de solemnidad.
El gran avance de la humanidad ha sido el desarrollo de la
tecnología, que ha traído la maravillosa globalización.
Quién convierte un medio en un fin
es un claro exponente y un candidato de entrar en la esclavitud.
El móvil -el gran y maravilloso medio de comunicación- es un
medio y no un fin. Quien convierte el móvil en un fin entra, a toda velocidad, en
el extenso y preocupante grupo de los esclavos.
¿Cómo puede haber un pueblo unido, honesto y participativo
teniendo como ciudadanos a unos esclavos?
"¡¡¡¡¡¡¡El pueblo honesto,
participativo y unido jamás será vencido!!!!!!"
¿Qué posibilidad tengo de transmitir y hacer llegar esta
espantosa realidad de la esclavitud del momento actual? No lo sé. Necesito y
necesitamos, urgentemente, su imprescindible ayuda.
El poder de la unión, honesta y
participativa, es tan grande que no hay problema insoluble que se le resista a
ese enorme y efectivo poder.
A ese poder del pueblo unido, honesto y participativo le
pido, le ruego, le suplico que aplique ese poder y solucione este grave
problema para el bien suyo y de los demás.
Un pueblo unido, honesto y
participativo tiene un poder que no hay problema que se le resista.
Soy rezador, y seguiré rezando pidiendo al Señor, el Santo
que vendrá, que ilumine a todos los pueblos -en este maltratado y maravilloso
Planeta Azul de la Tierra- para que, honestamente, unidos, y
participativos, solucione los problemas que la esclavitud y la falta de
libertad crean.
Ya solo me queda recibir su ayuda y seguir rezando.
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