“AGACHAR LA CABEZA”
Agachar la cabeza es una forma de manifestar el
estado de ánimo, aceptar una reprimenda, mostrar humildad, conformidad,
obediencia, arrepentimiento, cobardía...
"¡Agachar la cabeza es una forma de expresar un
sentimiento en ese momento!"
"¡Lo contrario a agachar la cabeza es sentirse
seguro en lo que dice o hace!"
No agachar o agachar la cabeza, como vemos, es una
manifestación relacionada con la pregunta que nos han hecho, con la situación
que se nos presenta.
"¡La humildad, la virtud de los santos, es la
vivencia de los valores morales, éticos o religiosos!"
"¡Agachar o no la cabeza depende de la verdad,
de la humildad y del amor!"
"¡Se agacha o no la cabeza con humildad cuando
hay amor!"
El honor, y el respeto a la verdad, están relacionados
con la forma de agachar la cabeza.
Hay quien agacha la cabeza por ser esclavo del mal.
Hay quien agacha la cabeza por amor a la libertad.
Como señal de respeto y consideración al interlocutor.
Hay quien agacha la cabeza por cobardía y sumisión.
La vida nos ofrece múltiples ocasiones para agachar
la cabeza.
¿Cuándo agacha usted la cabeza? Según cuándo, y cómo
lo haga, sabrá si es valiente o cobarde.
Vivimos una época de enormes incertidumbres.
La pandemia del coronavirus, y la crisis económica,
que ya nos abraza, van a ser, o son, momentos trascendentales de la humanidad.
Ahora sabremos quiénes son valientes y quiénes son
cobardes. Sabremos quién agacha la cabeza o la levanta con honor,
También hay la circunstancia del interés personal,
que hay quien agacha la cabeza para tratar de ganar. Por supuesto, esto también
es una forma de cobardía, de aprovecharse del momento para hacer su agosto, o
conseguir su objetivo personal.
Quien tiene la verdad de la realidad no agacha la
cabeza. Enfrenta la realidad con objetividad, con honor y, si lo hace con
humildad, seguro que tiene esa verdad.
"¡Agachar o no agachar la cabeza es la gran
oportunidad de demostrar su verdad!"
Los valores morales, éticos o religiosos dan un
fundamento esencial para saber mantener la cabeza erguida, o, por humildad,
agachar la cabeza como señal de respeto y consideración al interlocutor.
Nunca deberemos agachar la cabeza por cobardía,
interés partidista, intereses bastardos, o en definitiva por intereses solo personales.
Vivimos en comunidad. No vivimos solos.
"¡La verdad de la realidad siempre es única y
real!"
"¡Saber cuál es la verdad de la realidad es de
sabios donde los haya!"
Agache o no agache la cabeza hágalo siempre de
acuerdo con sus valores, para no tener que arrepentirse, y no quedar fuera de
lugar.
Agachar o no agachar la cabeza es un signo de no
tener o tener valores, que son los signos de la verdad.
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