“A LOS VENEZOLANOS
Y A VENEZUELA, A QUIENES QUIERO
APASIONADAMENTE”
Mi eterno agradecimiento y mi apasionado amor a los venezolanos
y a esa tierra riquísima de Venezuela – no creo que exista en nuestro Planeta
Tierra País que tenga tantas riquezas por kilómetro cuadro - por haberme
fortalecido y por convertir en realidad mis posibilidades de sobrevivir sin el
apoyo familiar.
¡Dicho, lo dicho! Me pregunto ¿Cómo es posible que en un País
tan riquisisimo no haya suficiente comida y medicinas?
Por supuesto: en donde se hable de democracia y libertad, pero
no las hay, no hay tampoco ni debe haber la posibilidad de vivir en paz, en
progreso y bienestar personal y social, y menos libertad.
Ningún político, en activo y con responsabilidad de gobierno
tiene, ni tendrá jamás, autoridad para imponer en nombre de su puesto, medidas
que ataquen a ciudadanos honestos porque tengan ideas contrarias a las suyas:
al que se ha convertido en dictador en una llamada democracia.
Los seres humanos necesitamos comida, medicinas, respeto y
libertad para poder hacer una vida normal, y todo lo que vaya en contra de esas
necesidades imprescindible merece la condena y la enemistad. El resto del mundo
honesto y participativo tiene que condenar y tratar de ayudar a esos
necesitados.
¿En qué puedo ayudar a los venezolanos y a esa maravillosa tierra
de Venezuela? Trato de hacerlo con las posibilidades que tengo, entre ellas con
estas palabras y en lo que puedo y debo.
Pero no bastan mis hechos y mis deseos, se necesita una ayuda
mundial, y con una exigencia radical, a que haya una auténtica, real y
verdadera libertad y respeto, en
especial “a la vida” y a poder vivir,
que es algo imprescindible y necesario y una indiscutible y radical
obligación.
No existe ni existirá razón y autoridad para matar en nombre de
una autoridad política o de una idea. La que sea y en donde sea. Y si se mata y
se acorrala se ha perdido toda autoridad y, por tanto, toda legitimidad.
Propongo que todos los que podamos manifestemos y mostremos
nuestra repulsa a la falta de libertad y del apoyo y respeto a la vida humana y
de sus necesidades, y lo hagamos cada uno con nuestras posibilidades.
Lo que no creo correcto es quedarse en el anonimato y no hacer
nada.
Por eso hago lo que puedo por los venezolanos y por Venezuela a
quienes quiero apasionadamente.
Aquí estoy ¿En qué puedo ayudar?