Recibido, hoy,
esta maravillosa e impresionante disquisición de don Enrique González Araña. Mi
amigo y compañero, y lo somos desde hace, como mínimo, 75 años. Y siempre ha
sido un virtuoso en el saber, en el sentir y en ser.
¿QUÉ
OBLIGACIÓN TENEMOS DE PARTICIPAR HONESTAMENTE EN LA COMUNIDAD?
Mi querido Luis.
¡Tienes cada pregunta... !
Sé que te brota del alma el deseo de construir
una sociedad justa, armónica, humana.
Sé que tienes una necesidad apremiante de
emplear el tiempo que te quede, en esa tarea ilusionante.
Sé que te llena de gozo pensar o sentir que tu
pequeño granito no se pierde en el espacio infinito, sino que es una pequeñita
cuenta de un rosario, una cadena, una red, creadora de verdad, de vida, de paz,
justicia, fraternidad...
Y me preguntas ¿tenemos obligación de participar
honestamente en la comunidad?
Contesto de atrás para adelante: ¿qué es la
comunidad? ¿Qué es ser honesto? ¿Qué es participar? ¿Qué es obligación?
Cualquiera de esas palabritas tiene la
inmensidad de un océano.
Por curiosidad busco cada una de esas palabras
en el navegador de google, y me salen las siguientes entradas:
.-Comunidad: 146.000.000 resultado.
.- honestidad: 3.460.000 resultado.
. -
participación ciudadana: 966.000 resultado
.- participación social. 4.530.000
resultados.
.- obligaciones: 10.300.000 resultados.
.- obligaciones del estado: 28.000.000
resultados.
Y en ese
inmensidad de voces...
23 de abril de
2014
Luis, al
insertar la fecha, me doy cuenta que hace como dos semanas que empecé a
escribir. Créeme que todos los días me acuerdo y no sé cómo seguir, dar un paso
ante esa inmensidad del panorama que se me ofrece por delante.
Se me ocurre un
cuento:
Érase una vez un
niño, un niño pequeñito, que empezaba a caminar. Su padre le extendía los brazos delante de él animando a dar el
primer paso. Un día el niño se atrevió y sintió como bajo sus rodillas
temblorosas el suelo parecía como si se moviera: en unos instantes, el suelo se
había quedado atrás. Se llenó de una gozosa emoción que le duró toda la tarde,
y después (no sabemos si realidad o imaginación) flotaba caminando por los
espacios infinitos.
Y, ya mayor, se
preguntaba ¿a dónde voy? ¿A dónde tengo que llegar? ¿Dónde está la meta, mi
meta?
Miraba a su alrededor
y se le habrían miles de senderos. Miró en el googel... y se le abrieron 50
millones de entradas...
Sentía pereza,
siento pereza, y por eso me he parado dos semanas...
Sí; me pesa el
cuerpo, me pesan los 83 tacos.
Sí. Mi
imaginación, mis deseos, mi gozo, añoranza y anhelos, acompañan el andar por pequeños pasos, que
acortan cada día la distancia hasta la meta.
Esta es mi
oración: escuchar en lo más hondo, sentir en lo más hondo, las manos y el
rostro que y me invitan a dar un paso en le inmensidad del camino, la
inmensidad de senderos, la inmensidad de señales y voces que me rodea; y andar,
dar el paso, dar ese paso, pequeño, pequeñísimo, pero que es el mío, en el que
se unen las manos de mi padre, y la tierra de los senderos.
25 de abril de
2014
Me llamaste por
el teléfono y me diste un toque...
Sigo, y retomó
el tema: la comunión.
La comunión es
esa meta a la que nos movemos todos los seres.
Porque ser es
eso, comunión, comunicación, realizarse,
hacerse realidad, precisamente en relación a la presencia constituyente
del otro.
Ese proceso
constitutivo del ser, del hacerse, a todos los niveles: como tú defines: Dios,
familia, amigos, comunidad, sociedad, nación, estado, mundo, universo.
Existe una
correlación entre todos esos niveles: desde la intimidad de nosotros mismos,
hasta la sintonía del infinito universo; desde la vibración de un instante,
hasta la infinitud de los tiempos.
A todos esos
niveles la llamada es a la comunión, común-unión.
27 de abril de
2014
Hola, Luis.
Hoy termino.
Espero.
La comunión, más
que obligación, es el propio ser.
Es importante
insistir en esta perspectiva. Más que una obligación penosa, fuente de
culpabilizaciones, sentimiento de impotencia, trasfondo de tristeza, Inc. y
malrollos... es oportunidad de realizarse, de ser persona, de ser feliz.
La comunión
empieza dentro de uno mismo.
Se hace espacio
en el encuentro con la primera persona de nuestro entorno primario.
Se abre a nuevas
sintonías con los amigos que se cruzan en nuestro andar.
Se hace tejido
de convivencia en las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades.
Se hace
estructuras, cauces de nuestro convivir, y co-morir
Se hace
lenguaje, cultura, símbolos, alegrías y dolores, que son las fibras que forman
el tejido de la historia de los pueblos.
Se hace
entramado de estructuras de poder en constante inestable equilibrio.
Se hace mundo,
universo, donde nos hemos de encontrar con la misma experiencia profunda de
nuestra intimidad.
Ah, y se me
faltaba una palabra de tu pregunta:" honestidad".
Pues, muy
fácil... honestidad es sencillamente ser.
Con lo que en
definitiva el dilema es "ser o no ser".
Bueno,... nos
quedamos como el príncipe de Dinamarca...: "to be or not to be"