Publico este artículo por considerarlo de interés. Este artículo lo escribió don Enrique
González Araña y redactado el 13 de julio de 2007. Y sigue de actualidad.
“ENERGÍA
RENOVABLE, DESARROLLO SOSTENIBLE,
IDENTIDAD DE CANARIAS”.
Son temas de creciente actualidad e inseparables entre sí.
No hay vida sin
energía, y la contaminación energética está acabando con la vida.
Canarias que
intenta definirse mediante su Estatuto, tiene que hacer el esfuerzo de partir
de su identidad: Pueblo amalgamado en el encuentro de las más diversas
culturas, sangre mestiza, abierto a los caminos del mundo.
El isleñismo de
su geografía, como todas las circunstancias de la vida, es un riesgo de
aislamiento egocéntrico, y una oportunidad de apertura alternativa.
Es este el dilema
del desarrollo, que en clave colectiva, más allá del espacio y el tiempo, más
allá del corto plazo, y cada vez más corto, se centra en la búsqueda de la
autentica energía inagotable, renovable,
alternativa.
Parece que la
especie humana llega a un momento de su evolución, en el que se acaba el tiempo
y el espacio para seguir huyendo de sus
raíces, escapando hacia un adelante sin salida.
Paradójicamente,
es precisamente, en lo más radical del ser humano, donde está la fuente de la siempre limpia e inagotable
energía.
Es la que brota
de los más profundo y auténtico de nuestro ser.
Es curioso que
de esa energía, la más cercana, la más barata,
potente, renovable, sostenible, inagotable, ilimitada, se habla tan poco.
Es difícil de
ponerle nombre con igual significado para el que habla y para el que escucha.
La palabra de algún modo, encuadra la expresión de la vivencia interior, en un
marco en gran medida convencional, de referencias históricas, culturales,
institucionales. Más aún, la mente humana que no abarca la infinitud del
universo, tampoco alcanza la infinitud de la
profundidad de nuestro propio ser.
A esa limitación
de la razón, se unen sentimientos inhibidores de la comunicación entre las
personas, cuando los mensajes rozan niveles de intimidad. ¿Pudor? ¿defensa?¿cobardía?¿pereza
?
Es preciso
ahondar en nuestra entrañas, navegar a
través de meandros, turbulencias, o bonanzas; escuchar las voces escritas en
nuestros genes antes de que hubiera un antes; es urgente percibir la demanda e
invitación a ser uno mismo.
Y, también
paradójicamente, no es un camino en soledad, sino un andar al encuentro en la
raíz donde todos, cada uno, siendo únicos, diferentes, irrepetibles, nos
fundimos en un solo Ser, más allá del tiempo y el espacio.
Aceptando la
precariedad de la comunicación verbal, es preciso asumir los riesgos, hacer un esfuerzo de
manifestar y poner en sintonía colectiva la energía interior de cada uno, que
es la energía de todos.
Es un servicio a
la definición y realización de nuestra identidad personal y colectiva.
Enrique González Araña (del
grupo de Opinión Matusalén)