Tema que ofrezco para este fin de agosto de 2018.
“¡VEN OH
SANTO ESPÍRITU Y LLENA NUESTROS CORAZONES!”
“¡Ven
oh Santo Espíritu y llena nuestros corazones y sabremos amar más allá de lo
humanamente entendido!”
¿Ha
intentado pedir, con humildad, honestidad y amor, la ayuda del Santo Espíritu?
Si
los humanos nos ayudamos, si somos humildes, honestos y amamos con pasión ¿qué
no hará el Santo Espíritu por ayudarnos cuando se lo pedimos?
Comprendo
que hay que tener fe. Sin fe y sin honestidad y humildad, amor y santidad, no
creo – y digo no creo porque no soy Padre Dios para afirmar nada en su nombre –
que seamos oídos.
Me
he metido en un tema tan profundo y espiritual que no sé si sabré exponer lo
que siento, creo y vivo. Espero que mis palabras se atengan a la verdad.
No
bastan buenos deseos, se necesita un profundo amor a Padre Dios y un profundo
amor a los demás. Se necesita una iluminación que ojalá Padre Dios me considere
la persona capaz de hablar de este tema tan importante.
Con
mis mejores deseos y con todo el amor de que soy capaz, ahí voy.
La
vida se compone de materia y espíritu.
No
somos pura materia, como tampoco puro espíritu. Somos un componente de los dos.
Creo que esto nadie lo duda.
La
materia la alimentamos con materia y el espíritu lo alimentamos de espíritu.
Espero que esto tampoco lo dude nadie.
La
materia sabemos que ha sido creada de materia. Y el espíritu ¿de qué ha sido
creado? ¿por quién? Yo no tengo dudas que el espíritu ha sido creado por el
Espíritu.
En
la vida humana debe haber un orden y una autoridad para vivir con libertad. Lo
contrario es corrupción (y demás males adjuntos y adyacentes).
En
lo espiritual también hay un orden y una autoridad que es el Santo Espíritu o
Espíritu Santo, como es comúnmente conocido.
Ese
Espíritu Santo es el que llena los corazones de amor, honestidad, humildad,
felicidad y libertad, entre otros.
Si
para vivir tenemos que comer materia, para que viva el espíritu tenemos que
alimentar de espíritu.
Si
usted quiere vivir una plena vida de santidad y felicidad tiene que alimentarse
de espíritu.
Si
quiere vivir una vida plena y con contenido tiene que alimentar el cuerpo y el
espíritu.
¿Cómo
alimenta usted su espíritu? Yo lo hago rezando e implorando la ayuda del
Espíritu Santo. Que siempre me alimenta y me hace crecer en las virtudes y me
permite caminar por el maravilloso sendero de la santidad. ¿Conoce usted otra
forma?
Por
eso he tratado este tema: por saber su opinión que nos enriquecerá a todos.
Ven
oh Santo Espíritu y llena nuestros corazones, porque Tú solo lo puedes.
¿Puede
usted llenar el espíritu de otra manera?
Por
favor. Como verá le necesito, y por eso he escrito este artículo.
Si
estoy equivocado, usted me lo dirá.
Gracias
por tanto y de tanto valor.
Aquí
dejo este tema, en espera de recibir la ayuda que tanto necesito y agradezco
profundamente.