viernes, 30 de mayo de 2014

LAS REDES SOCIALES Y LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN.


Nuevamente podrán leer algo para meditar.
Nuestro amigo y admirado Enrique González Araña nos informa con este nuevo tema.
¡Ahora depende de usted! Gracias y un abrazo.


LAS REDES SOCIALES Y LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN.

(Breves aportaciones para la elaboración de una matriz)

1.-La economía del bien común se hace realidad, por una parte como consecuencia de la actuación de las personas, y por otra parte como consecuencia de las condiciones estructurales: legales, culturales, etc.
2.-Las redes sociales son el canal de participación de las personas en la construcción de las estructuras.
3.-La diversidad de redes sociales es inconmensurable: desde el simple del grupo de amigos, familiares, vecinos, compañeros, etc. hasta las organizaciones de todo tipo, e instituciones públicas o privadas.
4.- A través de esas redes hacemos la sociedad, y somos hechos por la sociedad. Somos elementos activos y pasivos. Lo que no podemos, es  ser indiferente. O hacemos o somos hechos. O nos constituimos como sujetos, o somos tratados como objetos.
5.- La acción y reacción dialéctica del ser humano con su entorno, adquiere unas características adecuadas en cada momento, y  más intensa en el momento actual: la sociedad de la comunicación, la sociedad de Internet.
6.- Wikypedia ( http://es.wikipedia.org/wiki/Red_social ) dedica una página a las redes sociales que recomiendo se lea para tener una visión de conjunto, y a la amplia bibliografía que se reseña para quienes deseen profundizar en algún aspecto.
7. Propongo dedicar una especial atención a las redes sociales en Internet
8.-El dilema que planteamos en general con las redes sociales (ser activos o pasivos, construir o ser construidos, ser sujetos o objetos) adquieren cada vez más relevancia en las redes sociales en Internet.
9.-Aumenta el número de redes (facebook, , Google+, Hi5. Bebo, Linkedin, MyCatSpace, YouTube, Microbloggin Twitter, etcétera.
     Cada vez hay más personas, y más tiempo en las redes informáticas. El crecimiento es exponencial.
      Lo que no está tan claro es si esa presencia crece en actividad constructiva o en pasividad consuntiva
     Aumenta el número el número de personas en la red, el tiempo dedicado, a estar "enredados" activa o pasivamente, y consiguientemente construyendo o siendo construidos.
     Internet es el nuevo espacio en que se libra hoy la guerra de siempre entre la dominación y la libertad.
10- se impone consiguientemente una autoevaluación de nuestra presencia o ausencia en las redes sociales, y en su caso nuestro posicionamiento activo o pasivo.
      Se me ocurren algunas consideraciones:
a).-Necesitamos seleccionar las fuentes de información fiables.
Internet ofrece la oportunidad de establecer canales de comunicación independiente de los intereses del patrocinio financiero. Pero la búsqueda, valoración, y difusión de las fuentes alternativas fiables, es una tarea laboriosa que exige colaboración y organización.
b).- Necesitamos elaborar y difundir información, análisis, y estudio. Es una tarea laboriosa, que precisa motivación y colaboración.
c).- Ante la inmensidad de la tarea, y la limitación de nuestras posibilidades individuales, la respuesta se llama organización.
Organización individualmente cada uno asumiendo el límite de nuestras posibilidades, sabiendo elegir, y sabiendo renunciar.
Organización colectiva, colaborando, sabiendo asumir el compromiso.

martes, 27 de mayo de 2014

“EL ROSARIO”


 “EL ROSARIO”
 

El 31 de este mes mayo, tendremos la enorme alegría de que Nuestra Patrona, la Virgen del Pino, abandone por unos días su Santuario y venga a la capital de Las Palmas de Gran Canaria, España. La "bajada" conmemora el centenario de su entronización como Patrona de la Diócesis de Canarias (1914-2014). Es un grandioso acontecimiento que merece la pena disfrutar y que, seguro, merecerá la pena recordar. Por esta razón, hoy quiero dedicar unas palabras al Santo Rosario, la oración que Ella misma - en Lourdes, en Fátima... - nos ha recomendado rezar por la Santa Iglesia.

El Rosario y sus misterios son un resumen de las principales verdades de nuestra fe cristiana.

El Rosario es una plegaria mariana.

El Rosario es una oración vocal que propone la mediación de los misterios cristianos: es un recuerdo de la alegría del Nacimiento de su hijo Jesucristo, de su muerte en la Cruz, de su Resurrección y Ascensión gloriosa a los cielos.

El Rosario es un continuo acto de fe, de esperanza, de adoración, de amor y reparación.

El Rosario no es otra cosa que “una corona de rosas” - ése es su significado - ofrecida a la Madre de Dios, a nuestra Madre.

La Iglesia católica insiste en que recemos el Rosario. El Rosario fomenta el culto generoso a la Santísima Virgen.

Ojalá se volviese a rezar el Rosario en familia. Según su S.S. Pablo VI el Rosario es “una de las mas excelentes y eficaces oraciones comunes que la familia cristiana está invitada a rezar”. Rezar el Rosario debería ser un objetivo familiar. Claro, el haber vivido esta costumbre desde niño tiene una gran influencia.

El Santo Rosario es un arma sumamente poderosa para rogar y conseguir muchas gracias y favores que podemos necesitas y pedir.

Hay quien se disculpa, para no rezar el Rosario, alegando las distracciones: “para rezarlo mal lo mejor es no rezarlo”.

El Papa San Juan XXIII decía que “el peor de los rosarios es el que no se reza”.

Los hombres y las mujeres somos seres humanos. Es lógico tener defectos, debilidades, errores. Como las distracciones al rezar. Pero ello no merma lo más mínimo el valor inconmensurable de la oración.

Las distracciones involuntarias no restan el valor y los frutos del Rosario, ni de ninguna otra oración. Basta el deseo de no tenerlas y el esfuerzo por evitarlas. La lucha que esté al alcance de nuestra mano.

San Alfonso María de Ligorio decía que “si tú tienes muchas distracciones durante la oración, puede ser que al diablo le moleste mucho esa oración”.

El Santo Rosario es poner nuestro pensamiento y nuestro corazón en nuestra Madre la Santísima Virgen. Aunque no lo consigamos siempre.

A la hora de rezar, Santo Tomás daba tres consejos: pronunciar correctamente todas las palabras de que consta, fijarse en el sentido de esas palabras y poner especial empeño en el fin de la oración.

Tratemos de ofrecer muchas “rosas” a la Virgen. "Coronas de rosas lozanas", en la medida de nuestra posibilidades.

Nuestra Santísima Madre conoce nuestras debilidades, nuestros deseos y nuestros esfuerzos.

Tratemos de no retrasar la hora para rezar el Rosario. Si se hace tarde, el cansancio de la jornada puede ser una buena excusa para no rezarlo.

Hay muchas ocasiones para rezar el Rosario: por la calle, cuando nos desplazamos de un lugar a otro, desgranando las avemaría mentalmente; cuando conducimos, utilizando un Rosario grabado en un CD, o la radio, como ayuda; en la Iglesia, con los miembros de nuestra comunidad parroquial; en casa, con nuestros familiares ... Tratar, por todos los medios, de rezarlo diariamente.

Siempre hay tiempo para rezar el Santo Rosario.

Cuando nos presentemos ante Padre Dios, seguro nos dirá: ven bendito de mi Padre al cielo que te tenía prometido, porque rezaste con devoción, aunque con distracciones.

Según recomendaba San Josemaría Escrivá de Balaguer “Y te aconsejé, seguro, que rezaras el Santo Rosario: ¡bendita monotonía de avemarías que purifica la monotonía de tus pecados¡”.

lunes, 26 de mayo de 2014

martes, 20 de mayo de 2014

¿EN QUÉ PUEDO AYUDARLE?


 
 ¿EN QUÉ PUEDO AYUDARLE?
 
 
¿En qué puedo ayudarle? ¿En qué puedo ayudarte? ¡Ojalá fueran las frases que más se escucharan en el Planeta Tierra!
La solidaridad es una necesidad existencial. Y es una de las más urgentes del momento histórico que vivimos. Debe dicha y oída constantemente por todo el mundo. Debe ser practicada constantemente con todo el mundo.
La solidaridad y la caridad son dos virtudes que siempre se pueden aprender en cualquier momento. No hay fecha ni edad para aprenderlas y vivirlas. En definitiva: ¡no hay disculpa para no ser una buena persona!
La bondad es tremendamente contagiosa, y sus efectos beneficiosos son inimaginables.
¿En qué puedo ayudarle? Esta frase tiene una fuerza tal que es capaz de anular al poder más perverso.
Vivimos maniatados y sometidos por ese poder perverso. Somos auténticos esclavos. Y una de las causas es que no nos atrevemos a decir y a poner en práctica esta frase: ¿En qué puedo ayudarle?
Los seres humanos somos buenos por naturaleza, pero, con bastante facilidad, nos dejamos dominar por el mal. No quiero entrar en las razones del porqué existe el mal. Cada uno lo vivimos como una realidad personal, puede que con demasiada frecuencia. Uno de los factores que dominan esa tendencia es la ausencia de preguntarle al amigo, al vecino, al conocido ¿En qué puedo ayudarle?
¿Por qué hay frases tan cortas y tan sencillas y tan poco oídas - por lo poco dichas - y ser tan maravillosas y necesarias?
La educación, creencia y vivencia de valores éticos o religiosos es el cimiento del uso y puesta en práctica de esta frase ¿En qué puedo ayudarle?
Las crisis suelen ser una oportunidad para vivir y decir esa frase. Vivir y compartir esa frase con hechos concretos con los que solucionamos problemas a quienes los tienen. Y, como consecuencia, sentir la inenarrable sensación del bien realizado.
¿Ha intentado decir: ¿En qué puedo ayudarle? y vivir sus consecuencias?
Por favor, no deje de intentarlo. Si ya lo hace, que Padre Dios le bendiga y reciba, con creces, el bien que reparte. Se sea creyente o no. Esto no depende de creencias sino de vivencias y de la honestidad.
Ser libre es ser e intentar comportarse de la mejor manera. Y a mayor bien hecho, mayor es la felicidad y la libertad. Y a ello ayuda, poderosamente, decir con sinceridad, de corazón, ¿en qué puedo ayudarle?

domingo, 18 de mayo de 2014

martes, 13 de mayo de 2014

“LA MENTIRA”


 “LA MENTIRA”
 
Una de las formas malévolas del mal perverso es la mentira.
La mentira destruye todo lo bueno, en especial el inmenso valor del amor.
No se puede querer a una persona mentirosa, nunca sabes cuando está diciendo la verdad.
Se miente de mil formas. Tales como alabar con sentido peyorativo. El falso querer. Hasta con la sonrisa se miente. Pero en especial se miente con los hechos y las palabras.
Todos sabemos lo que es la mentira y lo que es un mentiroso.
¿De qué forma creo que les podemos ayudar? Antes que nada: rezar mucho. Luego, tratar que reconozca que miente. Y luego seguir, supongo, un largo camino de consejos y rezos.
Sólo con las fuerzas y medios humanos me parece imposible hacer cambiar al mentiroso o a la mentirosa. Hay que tratar de hacerles comprender el daño que hacen y que se hacen.
Dios nos libre de los mentirosos, y nosotros trataremos de ser agradecidos rezando, y haciendo y repartiendo la bondad, que es otra forma de poder ayudar a los mentirosos.
Hasta para esto sigue siendo necesaria la honesta participación de todos para lograr la solución.

martes, 6 de mayo de 2014

“EL BIEN COMÚN”


 “EL BIEN COMÚN”
 
El bien común debe ser el más común de todos los bienes.
La protección de los bienes fundamentales de las personas, tales como la familia, la igualdad de oportunidades, el derecho al trabajo, la protección de nuestro hábitat natural, el derecho a la vida, etc. son parte del necesario bien común.
El derecho y el deber al bien común deben ser vividos por toda la humanidad. No existe disculpa alguna para no participar en la construcción del bien común. El bien común es un deber y un derecho irrenunciables e imperdonables.
Cualquier pasividad en el comportamiento - con respecto al bien común - es parte de las vivencias de la irresponsabilidad del pasota, del individualista, o del que se escaquea.
No existe razón para claudicar en la obligación de colaborar al bien común. Tampoco son justificables las omisiones consentidas.
Tanto las omisiones como las claudicaciones acerca del bien común - algunas suelen ser de tipo religioso - se pueden convertir en problemas de orden material como espiritual.
Los creyentes lo tenemos claro: tenemos el deber de santificarnos, en el cotidiano vivir, en esas realidades.
San Juan XXIII dijo: “el aspecto más siniestramente típico de la época moderna consiste en la absurda tentación de querer construir un orden temporal sólido y fecundo sin Dios, único fundamento en el que puede sostenerse”. Y a la vivencia de esta errónea creencia contribuye la falta de participación de una mayoría honesta.
No existe liberación ni libertad sin el bien común.
No existe felicidad sin el bien común.
No hay bien particular, si no lo hay general, si no hay un bien común.
La ignorancia, la despreocupación y la falta de una mayoría honesta comprometida crean los problemas que estamos viviendo, porque el bien común es el más común de todos los bienes.
“Quien es fiel en lo poco, lo es también en lo mucho”.
Lo poco que cada uno pueda hacer por el bien común, es lo que debe hacer.

domingo, 4 de mayo de 2014

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