Publico
hoy, porque ya he recibido autorización. Tengo muchos amigos. Soy un afortunado y
les doy, a mis amigos, las gracias eternas como a Padre Dios por esa y esta dicha.
“LA VERDAD, LA
FELICIDAD Y LA LIBERTAD”
La verdad, la felicidad y la libertad tienen el
mismo cimiento: la honesta participación.
La honesta participación es el cimiento del
bien, del progreso y del amor.
La verdad es tan necesaria para una vida normal,
como lo es el aire para respirar.
La felicidad es el estado ideal del cuerpo y del
alma.
La libertad implica responsabilidad.
Para tener libertad, vivir feliz y tener la
verdad, se necesita una educación en valores morales, éticos o religiosos, y
ser un “ser humano”.
Para tener libertad, vivir feliz y tener la
verdad se necesita ser consecuente con esos valores, siendo, por tanto una
persona honesta y participativa.
La verdad nos hace libres y felices.
La libertad nos hace grandes, importantes,
responsables, trascendentes y memorables.
La felicidad nos hace alegres, comunicativos,
caritativos y participativos.
La caridad no es sólo dar dinero. Es saludar con
cariño y educación, un abrazo efusivo, estrechar la mano con las dos, poner el
brazo sobre el hombro, preguntar por la familia…
La caridad es ser caritativo en lo material, y
también en lo espiritual.
El progreso material y espiritual de los pueblos
se debería medir por el número de personas honestas y participativas que dicen
la verdad, viven felices y en libertad.
Liberad no es hacer lo que quiero, sino hacer lo
que debo hacer. Y hacerlo con educación y honestidad.
Para ser feliz se necesita vivir de acuerdo a
los valores heredados y aprendidos de los padres, tales como: ser
honesto, participativo, humilde y caritativo.
La verdad, la felicidad y la libertad son los
cimientos de la grandeza de los pueblos. Consiguen el progreso material y
espiritual. Provocan que el bien triunfe sobre el mal.
No me cansaré de repetirlo: Los pueblos son
grandes, felices y libres cuando tienen una mayoría honesta y participativa que
dice la verdad, anulando y aplastando la corrupción.
La verdad, la felicidad y la libertad deberían
ser la meta a alcanzar, para poder ser veraces, felices y libres.
Amo apasionadamente a la verdad, busco
apasionadamente la felicidad y quisiera vivir apasionadamente la libertad.
¿Usted
qué opina?
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