“LA ASCENSIÓN”
La ascensión es la
acción y el efecto de ascender. La Ascensión por excelencia es la de Jesucristo
a los Cielos.
Celebramos el día de la
Ascensión como acontecimiento destacado - misterio - en la vida de la Iglesia
Católica, Apostólica y Romana.
“¡Sin la Resurrección
vana es nuestra fe, vana es la religión!”.
La Resurrección
demuestra la Divinidad. La Ascensión la confirma.
Acontecimientos como la
Ascensión debemos festejarlo, recordarlo y aprovecharlo para darlo a conocer.
Como lo estoy haciendo yo ahora.
Hay que hacer un
proselitismo honesto, respetuoso, de la Divinidad y de la Bondad de Dios.
La bendición fue el
último gesto de Jesús antes de partir en su Ascensión.
¡Ven oh Santo Espíritu y
abre las mentas y los corazones para que adoremos a Jesucristo Resucitado, y
ahora elevado a los Cielos desde su Ascensión!
Antes de partir a los
cielos Cristo confirma en la fe a los Apóstoles y les enseña que el poder que
van a recibir viene del poder divino, y así les habló con la Majestad propia de
Dios: “Se me ha dado todo poder en el Cielo y en la tierra”.
Los Apóstoles reunidos
en el monte que Jesús les había indicado, el monte de los Olivos, contemplaron
la Ascensión, después del anuncio que les hizo Jesucristo de que recibirían el
Espíritu Santo:“que descenderá sobre ustedes y serán mis testigos en
Jerusalén , en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”.
Y San Lucas nos describe
aquel momento: "mientras ellos miraban, se elevó, y una nube lo ocultó
a sus ojos”.
La vida de Cristo en la
tierra no concluye con su Ascensión a los Cielos. Jesús se queda, para siempre,
en la Hostia Consagrada y Sagrada.
Jesucristo nos deja, y
para no caer en la tristeza de su ausencia material por la Ascensión, nos dice
que acudamos a su Madre y nuestra Madre la Virgen María. Como hicieron los
apóstoles: "entonces tornaron a Jerusalén… y oraban unánimemente… con
María, la Madre de Jesús".
Los Apóstoles regresan a
Jerusalén en compañía de la Virgen Santa María, para esperar, junto a Ella, la
venida del Espíritu Santo.
Volvamos así nosotros a
nuestras Iglesias para adorar a Cristo Sacramentado, recordar y rememorar la
Ascensión, y seguir siendo fervientes ciudadanos que, con nuestra honestidad y
participación, preparemos la próxima fiesta de Pentecostés, la Venida del
Espíritu Santo.
La Ascensión ya se realizó. De ella participamos con profunda
devoción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.