Feliz, libre y santo
Año Nuevo.
Que los grandes
sean la mayoría para bien suyo y del resto de la humanidad.
Que la Santísima
Trinidad nos bendiga a todos sin excepción.
Con todo el AMOR Y AMISTAD que soy
capaz, y nos guíen a todos por igual.
“¡¡¡A LOS GRANDES DEL MUNDO!!!”
No es lo mismo
ser grande que alto.
Grande es el que
llega ser honesto, participativo y que ama a los demás como así mismo.
La vocación
ayuda mucho a la grandeza del ser humano.
La grandeza
jamás tiene relación con la riqueza material.
Se es grande
cuando se está dispuesto a dar la vida por los demás.
Aspirar y
luchar por la grandeza es una de las metas a alcanzar para tener una vida llena
de valor y contenido.
Todos, sin
excepción, estamos llamados a la grandeza.
Desoír la voz
profunda, penetrante y maravillosa de la grandeza, es caer en el pozo del olvido
de uno mismo y de los demás.
Oír, seguir y
luchar por la grandeza es llenar la vida de tal forma, que después no existe
otra meta que tratar de conseguirla.
La grandeza
llena el alma y el corazón de la bondad, del amor a los demás y al medio que
nos rodea.
Todo lo que
tiene relación con el ser humano es objeto de la grandeza.
Por favor:
ÚNASE AL GRUPO DE LOS GRANDES PARA QUE JUNTOS Y UNIDOS COOPEREMOS A MEJORAR LA
VIDA DE LOS SERES HUMANOS Y A RESTABLECER EL NORMAL Y NECESARIO HÁBITAT
NATURAL.
La vida tiene
valor y contenido cuando se busca la forma de ayudar a los demás, cuando se
pone por meta desarrollar nuestras virtudes, fortalecer nuestras creencias y
enriquecer nuestra conciencia.
Aspirar a la
grandeza de corazón y de alma es caminar seguro por el maravilloso sendero de
la santidad.
La santidad es
el primer paso para la grandeza.
Únase a ese
grupo maravilloso de quienes dan su vida, sus ilusiones y aspiraciones para
ayudar a los demás.
Ayudar a los
demás no es solo volverse un santo de altar.
Ayudar a los
demás es tratar de luchar, con honestidad, lealtad y amor, por el bien de los
demás. Así es como se entra en el grupo de los grandes de la humanidad.
Ser grande es
algo alcanzable por todo ser humano.
Para aspirar a
la grandeza no es necesario estar dotado de especiales cualidades.
La grandeza
comienza desde el momento que uno se decide, con conciencia y rectitud, a
servir a los demás.
Usted es una
de ellas o de ellos. Le necesitamos. Por favor comience el camino maravilloso
de la santidad con el profundo y sincero deseo de ayudar a los demás.
No hay que
hacer grandes cosas: cuando empieza a oír a los demás, a escucharles y a tratar
de servirles ya está en el camino de la grandeza. Entonces verá y sentirá la
gloria terrenal.
Le esperamos.
Le necesitamos. No lo dude. Ya le llegó la hora de entrar en el maravilloso
grupo de los grandes.
La grandeza es
el camino que tenemos que recorrer para llenar nuestra vida de valor y
contenido y mirar al presente con ilusión y esperanza.
Le esperamos
porque le necesitamos.
Gracias por
haber leído este escrito que solo trata de que su vida sea el ejemplo que
necesitamos.
Gracias y como
creyente le envío lo que tengo de más valor: QUE LA SANTÍSIMA TRINIDAD BENDIGA
SU AMOR POR LOS DEMÁS.
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