“ASISTIR
A MISA”
Cada día que
vivo le doy más valor, agradecimiento, a la Santa Misa; y me reconforta, intentando sea diaria.
El valor de la Misa es infinito y eterno. La presencia
de Nuestro Señor Jesucristo y la Comunión son algo tan grande que no se describirlos.
Sí sentirlos. (Así me lo creo).
He tardado años
en entenderlo y vivirlo. Por eso lo expongo ahora. Intento explicar la dicha,
el consuelo que se siente y las ventajas espirituales que son ilimitadas y que
suman una cantidad inmensa de valores que elevan y perfeccionan al
comportamiento y al alma.
La satisfacción
de la Misa es inconmensurable y, reitero, su valor es eterno.
Aunque se note,
recalco que solo soy un creyente, no un técnico en la materia. Describo lo que
siento: por ser tan maravillosa y de gran ayuda recomiendo la Misa diaria.
También por el apasionado amor que le tengo al ser humano y a Padre Dios.
La Santa Misa
llena el espíritu, aporta valores y recompensa lo perdido, dando gracias para
la eternidad.
La Misa es el acto más importante del día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.