“URBANIDAD”
Urbanidad significa y es buen trato, buenos
modales, demostración de respeto, buena crianza, estar bien educado.
La urbanidad no es congénita, se aprende desde niño por la
educación recibida y
aceptada de los padres.
La urbanidad es tan necesaria que no puede existir una feliz convivencia sin urbanidad.
No existen conocimientos, intelectuales o de experiencia, que
puedan sustituir a la
urbanidad.
El respeto y la compostura son consecuencia de la urbanidad
aprendida y vivida.
Hay diferentes formas de urbanidad: urbanidad familiar,
social, religiosa o de la piedad, deportiva, política, académica… y
todas son medios para tener
el comportamiento debido y educado en cada momento.
El protocolo es una de las consecuencias de la urbanidad.
El protocolo en las solemnidades no es superfluo, es una
necesidad para el buen
orden y la correcta planificación necesaria para que tenga la solemnidad o
la relevancia y el orden adecuado.
Dentro del protocolo están los detalles que parecen nimios y
no lo son, como el vestir, el respeto y compostura debidos, el ritmo en
los movimientos... que le dan al acto el reconocimiento de su valor y
de su razón de ser.
El cariño entre las personas se debe demostrar con actos, palabras
y gestos. Se debe demostrar con urbanidad.
Una de las formas de manifestar las creencias y la educación
es con la urbanidad.
La compostura, el recogimiento, el arrodillarse delante del
Santísimo Sacramento es un acto de urbanidad.
Los ambientes de desacralización son consecuencia del ateísmo
y de la falta de urbanidad, por considerarlos como pura ficción o imaginación, considerando
lo sagrado como atraso o falta de progreso de la civilización.
El gesto de besar la mano de las señoras, dejar la acera, saludar…
es urbanidad.
Besar la mano está en desuso, pero no está sin valor y creo
en lo positivo de su uso.
Hay que tener una educación esmerada para besar la mano. Que
por otro lado nunca se besa: se inclina un poco la cabeza hacia la mano, y
se levanta la mano hacia la cara.
Se puede tener una gran cultura intelectual, varias
carreras universitarias, másteres… y ser una persona maleducada y sin
urbanidad.
El gran cimiento de la urbanidad es el amor y la educación
fraternal.
Sin urbanidad no puede haber plena felicidad y plena
libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.