“LA RESPONSABILIDAD Y LA ALEGRÍA”
La responsabilidad y la alegría suelen ir unidas.
De la responsabilidad honesta y participativa nace, entre
otras, la alegría.
Ser responsable llena el alma y el corazón, denota educación,
denota amor y debe denotar pasión.
La responsabilidad es consecuencia de la educación recibida,
aceptada y vivida.
¡Sea la felicidad y la alegría para quien, con honesta
responsabilidad, vive y dedica su vida a los demás, sin pedir nada a
cambio, haciendo lo que debe por amor, por dedicación y por obligación!
El sentido y práctica de la obligación me la infundieron con
mi educación.
Mi abuelo materno y su hijo Bernardino –mis padres
putativos– vivieron, dieron ejemplo de honestidad y participación, y
fueron recompensados municipalmente con una calle, la de Luis Correa
Medina y la de Bernardino Correa Viera.
Esas vivencias y exigencias de urbanidad, y de la
honesta participación, como el apasionado amor a Padre Dios y al prójimo, fueron,
han sido y son cimientos de la educación familiar por siglos.
¿A qué viene esta exposición de responsabilidad, amor y
educación?
A agradecer, profundamente, con el amor y responsabilidad de
que soy capaz, a los 96, 104,106 visitantes que algunos días han
visitado este blog: lugarcorrea.blogspot.com.
He tratado de dedicar mi vida a Padre Dios y a los demás –sin
pedir nada a cambio–, y la compensación ha sido grandiosa, quizá
inmerecida, pero grande y quedo sumamente agradecido.
He vivido y recibido, en vida, varias presidencias de honor,
título de vecino ilustre y ahora un corredor verde lleva mi nombre.
Soy el tercero de una generación con nominación de calle: mi
abuelo Luis, mi tío Bernardino y un servidor. Esto es de una
enorme responsabilidad y honor.
Honores en vida obligan desde hoy y a todo lo largo de la
vida.
¿Por qué digo todo esto? Por querer ser humilde de verdad,
porque todo lo he recibido. Por agradecimiento. Y por responsabilidad.
Alegría y responsabilidad me la añaden ustedes, con sus
visitas a este blog.
Les deseo la felicidad, libertad y responsabilidad que estoy
viviendo, y que me fortalecen la fe, la humildad y el agradecimiento a
ustedes y a Padre Dios en su Santísima Trinidad.
Gracias por sus visitas.
Espero, deseo y necesito que este blog les pueda ser de
utilidad; para eso vivo, y creo y para eso me educaron.
Gracias y que Padre Dios, la vida o todo en lo que usted
crea, le bendiga, a su familia, amigos y vecinos.
Tendré responsabilidad y alegría si soy – que quiero serlo –
un honesto habitatista, que ama apasionadamente a Padre Dios y al
prójimo como a nosotros mismos, y necesita seguir teniendo nuestro
hábitat natural, y por todo eso está dispuesto a dar su vida con ilusión
Y si he recibido honores, a usted se los debo, lo que me
produce responsabilidad y alegría.
Gracias y un fortísimo abrazo.
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