“LA SOLIDARIDAD
Y EL SOLIDARIO”
Hoy escribo sobre la solidaridad
porque me preocupa la carretera de acceso y salida de los vecinos del Pueblo de
La Aldea de San Nicolás, en mi isla de Gran Canaria, España.
Y me hago la siguiente pregunta: ¿cómo puedo
ayudar a los Aldeanos? Porque quiero y necesito ser consecuente, y por tanto
solidario, y hacer algo por mis conciudadanos de La Aldea.
Por favor, ayúdenme y díganme, ¿en qué puedo
ayudar a los Aldeanos? Gracias y un fuerte abrazo.
…………………………
No me gusta hablar de la solidaridad en
abstracto, porque siempre se corre el riesgo de vaciar de contenido esta
palabra. Existen las personas solidarias: personas honestas que sienten como
propios los problemas de los demás.
Empiezo a ser solidario cuando identifico las
necesidades de quienes están a mí alrededor, y cuando pienso que detrás de esas
necesidades hay seres humanos. En la medida que crece mi amor por los demás,
aumenta mi solidaridad.
El egoísta es insolidario por definición. El
egoísmo arrebata y arrolla el amor, es decir, inhabilita para pensar en los
demás.
La solidaridad auténtica es el amor en plenitud.
Quien ama con pasión es solidario con amor.
Benditas las personas solidarias: son una
bendición para sus familias, para sus amigos y vecinos, para su Patria. Porque
la solidaridad se desarrolla sobre el amor de los demás. Y porque la solidaridad
es contagiosa.
Ahora bien, es cierto: de la misma manera que la
solidaridad se contagia, también se contagia la insolidaridad.
Anatema a quien no es solidario, porque su
egoísmo lo ciega y no es capaz de ver más allá de su propio yo.
La solidaridad es hacer el bien, con hechos,
contantes y sonantes, a favor de los demás.
Quien ayuda a los demás es solidario, no
egoísta, y es un ejemplo para su familia, sus amigos y para la sociedad.
La solidaridad engrandece el alma y el corazón,
ensancha las ansias y deseos de ayudar, y nos convierte en portadores del bien
en la búsqueda y lucha por el bien de los demás.
Benditas las personas solidarias, porque en
ellas se desarrolla el bien y lo reparten a los demás.
Benditas las personas solidarios, porque son el
ejemplo que tenemos que imitar.
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