“¡¡¡¡¡¡¡SALVAR
AL PLANETA TIERRA!!!!!!!”
En mis noventa
cumpleaños.
“¡Nunca es tarde si la dicha es buena!”
Todo lo que hagamos por parar e invertir el
ciclo aterrador del Punto de no Retorno en la degradación del Planeta, es
vital.
“¡Para curar un cuerpo llagado no se trata solo
una parte sino el todo!”
La buena voluntad ya no sirve. Se necesitan
medidas drásticas e inmediatas.
El Planeta Tierra, nuestro necesario e
imprescindible hábitat natural, ya llegó al “No va más”. Hace tiempo que
entramos en el Punto de no Retorno. Lo que significa catástrofes y
muertes.
“¡¡¡El Planeta Tierra, nuestro necesario hábitat
natural, no está llagado solo por unas partes, lo está en su totalidad!!!”
“¡Actos parciales reducen el mal, pero no acaban
con el mal!”
En nuestro caso terrenal, los parches solo
sirven para gomas picadas, no para un neumático roto y deshecho.
El cambio climático por la contaminación y
destrucción, no es una entelequia, es una espantosa realidad. No es una quimera
es una realidad.
Los actos parciales disminuyen el mal pero no
curan.
Uno de los mayores y aterradores contaminantes
son los motores de combustión de petróleo. Y lo son los coches, “los
más de los mil millones de vehículos que circulan cada segundo”, en
nuestro vital Planeta Azul. Nuestro imprescindible hábitat natural.
“¡Que haya tenido que venir una pandemia para
reducir la contaminación!”
“¡Vega Dios y lo vea!”
El Planeta Tierra no desaparecerá. Serán solo
unos millones de personas las que no sobrevivirán. No podemos acostumbrarnos,
no podemos resignarnos, y menos olvidarlo.
Me asombra y aterra el poder de los poderes
perversos que solo buscan y tienen como fin: ganar dinero y más poder.
La humanidad, al menos la mayoría de los
hombres, estamos aborregados.
Por si hay dudas: estar aborregado es seguir y
acatar, ciegamente, por pasotismo, deshonestidad e insolidaridad, incluso hasta
por desconocimiento, las órdenes de los poderes perversos.
Hasta tanto no haya una mayoría de la humanidad
con una visión solidaria: usted, yo, el vecino, el amigo, el socio, el
compañero, el familiar…no habrá solución. Hasta que nos pongamos de acuerdo y
decidamos seguir teniendo nuestro normal y necesario hábitat natural, el
Planeta Tierra, y custodiarlo, no creo que nos salvemos del aterrador
holocausto final de la gran mayoría de la humanidad. “¡¡¡Hasta tanto no
haya acuerdo y ejecución no hay solución!!!”
Ya comenzamos el declive, y el final del camino
sigue su curso devastador y mortal. Si no paramos “YA”, no solo no existirá
nuestro hábitat natural, sino que millones de personas morirán. Como puede ser
usted o yo. Su hijo o su amigo. O el mío.
No quiero ser partícipe de este holocausto final
de destrucción. ¿Qué puedo hacer? No lo sé. Pero sí sé lo que estoy viviendo
con claridad meridiana y sin la menor duda, desgraciadamente.
Solo se necesita tiempo. Lo que nunca regresará
jamás.
Quisiera ser un alarmista sin tener la verdad.
Serán millones de personas las que morirán, como
las más de un millón que murieron el año pasado. Y de esas muertes todos somos
culpables, por activo o pasiva, queramos o no. Ahora se suma el coronavirus.
Hasta tanto no dejemos de contaminar y destruir
el medio ambiente, el holocausto sigue su proceso mortal. El final se acerca
rápidamente.
Ya usted no puede alegar ignorancia. ¿Qué hará?
Yo ya tengo testamento, por si mi familia sobrevive.
Comencé, hace más de seis años, dejando de
conducir para no contaminar. Aparqué mi flamante Mercedes y hasta que me llegue
la muerte nunca más volveré a conducir para no contaminar.
Hoy tengo ese maravilloso servicio de taxis que
uso y disfruto por mi edad, comodidad, y hasta ahorro. Veo ahora lo que nunca
antes había visto y eso que había pasado mil veces por esos lugares,
conduciendo. Y muchas cosas más. No conduzco ni conduciré jamás. Con el añadido
de que ahora me gasto menos que cuando tenía mi Mercedes y viajo como un señor,
de puerta a puerta.
Amo, apasionadamente, a la humanidad y al
hábitat natural. A ellos les debo lo que vivo de felicidad.
No pretendo, ni se me ocurre dar consejos, los
necesito. No me creo capaz de darlos. Pero reflexiono en voz alta. Solo expongo
lo que creo que es la realidad.
“¡Ahora usted dirá!” ¿Qué hará?
“¡¡¡La
falta de criterio, de participación y honestidad está matando a la
humanidad!!!
Y ahora con el añadido del coronavirus.