"EL AMOR DE LA NATURALEZA”
La Naturaleza ama al ser humano sin condiciones. Todo lo pone a su
disposición, no se reserva nada.
Siempre que se le da la oportunidad de vivir, el bosque renace.
Tiene todos los elementos naturales necesarios para su regeneración. Pero hay
una penalización. La Naturaleza nos castiga, suavemente, cuando desaparece una
especie porque la hemos arrasado. Eso es el bosque secundario.
Ha contado con unos elementos y se han desarrollado dentro de unas
reglas necesarias para la vida, en especial, para la agricultura, que el hombre
ha distorsionado.
La Naturaleza no grita, pero avisa incontables veces.
Nunca se arrepiente de volver a darse, y volver a sernos útil. Nos
es muy necesaria. Es imprescindible para la vida.
Su gozo es tan grande que, cuando le damos la menor oportunidad,
no la desaprovecha.
Su fin es ayudar.
El Planeta Tierra ha sido nuestro paraíso durante miles de siglos.
Ha sido... Lo está dejando de ser, y no por su culpa: la culpa es nuestra total
y absolutamente.
Nosotros, que nos llamamos y nos consideramos civilizados e
inteligentes, destruimos nuestro propio hábitat natural. Sabiendo que sin La
Naturaleza viviríamos artificialmente.
La maltratamos a conciencia. Con premeditación y alevosía. Pero no
nos lo tiene en cuenta. Siempre que le damos la oportunidad, renace.
¿Cómo podré expresar de forma clara, sencilla e inteligible que
“La Naturaleza es nuestro hábitat natural”, para que la mayoría de la humanidad
asi lo entienda y lo viva?
Actúa de forma natural. Llegamos los humanos, y, siguiendo la
bandera de un mal llamado progreso, nos convertimos en dueños y arrasadores.
Llegamos a matar a la Naturaleza en nombre del progreso civilizado. ¡Para mejorar
la vida!
Cuando la necesitamos ahí la volvemos a tener nuevamente, con el
merecido castigo de que no nazcan todas las plantas que había en el bosque
primario.
La palabra Naturaleza viene de natural.
Yo amo a la Naturaleza no sólo porque es necesaria para mi vida
natural. La amo por las bellezas que nos brinda a todos los sentidos.
¿Existe algo más desolado que un espacio sin vegetación, o un
barrio sin parque?
Hasta los perros necesitan los parques. Así, a lo mejor, alguien
les da más valor.
¿Qué le hemos hecho a los huracanas? Velocidades inusitadas y
devastación y muerte por doquier. Y ¿qué hacemos? Lamentarnos la mayoría y,
algunos, cooperar.
Creo que la contaminación es un polo de atracción generadora de
esas velocidades ultra huracanadas.
Pero ¿Quiénes provocan el fondo de los orígenes del cambio
climático, de la violencia de los
huracanes, de las sequías, de las inundaciones, del derretimiento de los
polos…?
Nosotros, los seres humanos. Los que nos consideramos civilizados.
Sabemos como nunca y destruimos como nunca. ¿Qué culpa, qué daño
nos ha hecho la Naturaleza para que la tratemos así?
¿Quién sustituirá a la Naturaleza para vivir de forma
natural?
¿A qué esperamos humanos buenos y solidarios? ¿A que llegue el
punto de no retorno?
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