“LA TRISTEZA DE LA ESCLAVITUD”
Por desgracia, la
esclavitud no ha desaparecido.
Hay muchas maneras de
ser esclavo y de esclavizar. Todas producen los mismos efectos: tristeza,
sumisión incondicional y falta de la sagrada libertad.
Por supuesto, hay
tristeza si se tiene conciencia de la realidad.
Se puede ser esclavo y
aceptarlo, e incluso renunciar a averiguar las razones de la situación.
La mayor de las
esclavitudes es el pecado. Viene después la esclavitud del poder perverso, que
es un pecado social.
No nos cansaremos de
repetir que para romper las cadenas de la esclavitud hay que ser consciente de
la realidad.
El poder perverso es
aquel que su meta es tener dinero y poder a costa de lo que sea.
Para el perverso el fin
justifica los medios.
La libertad es uno de
los mayores dones que hemos recibido.
Sin libertad no hay
responsabilidad ni felicidad.
Lo primero que conculca
y quita el poder perverso es la libertad.
¿Usted se siente libre?
¿Por qué?
No sigo tratando el
tema, porque todos deberíamos conocer nuestra realidad personal, la que
realmente vivimos.
¿Usted se siente libre? ¿Por qué? ¡Ayúdennos!