A
JOSÉ RODA MÁRQUEZ
ADIÓS
A UN AMIGO.
Cuando un amigo se va los recuerdos se agolpan
intentando recordar.
La muerte física nos separa de la vida con el
amigo, pero no conduce al olvido.
Cuando un amigo se va queda el vacío que ya
jamás se llenará.
Los recuerdos son la comunicación hasta que nos
volvamos a ver.
Un amigo es parte de uno mismo.
La amistad es de las grandes vivencias que se
nos ha dado al ser humano.
Quien tiene un amigo tiene un tesoro y no, no es
un tópico, es una realidad.
La amistad es la unión sin límite de humanos
para toda la eternidad.
Quien olvida a un amigo, camina ciego porque no
tiene visión de la realidad y del valor de la amistad.
El adiós a un amigo es un desgarro que hay que
curar con los recuerdos y con el cariño de la amistad.
Jamás se olvida a un amigo.
El tiempo pasará y al amigo siempre se le
recordará.
Decir adiós a un amigo es triste aunque es la
realidad. Nos queda la ilusión de volvernos a encontrar.
El adiós a un amigo no se olvida jamás.
Luis C. García-Correa y Gómez. L.P. de G.C. España.
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