“LA DESHONESTIDAD COMO NORMA”.
Nunca
antes hemos tenido la libertad que ahora gozamos y vivimos.
Y nunca
antes se han cometido tantos pecados contra la libertad como ahora.
“¡La
corrupción llegó y se adueñó de la situación. Llegó la corrupción y el honor,
la honradez y la libertad desaparecieron!”
¿Cómo
combatir este enorme desaguisado y daño personal, familiar, social, nacional y
mundial? Solo con honestidad.
La
honestidad no nace y crece por generación espontánea.
La
honestidad es la consecuencia de la educación recibida y aceptada.
Los
pueblos en los que la honestidad es lo normal viven y vivirán con felicidad y
libertad.
Los
pueblos en los que la deshonestidad es lo normal, viven y vivirán en la
indigencia y en la miseria.
Con la
maravillosa globalización, información y técnica hoy sabemos lo que sucede en
nuestras antípodas en unos pocos segundos. Con ello tenemos la inmensa
oportunidad de alegrarnos y compartir y repartir lo que sea necesario.
¿Estamos
usando la globalización como un medio para repartir el bien, para ayudar?
¿O la deshonestidad llegó y arrasó?
¿Qué culpa
tengo yo del bien y del mal? ¿Quién no sabe esta realidad y verdad? ¿Qué hago y
que hacemos para vivir con honestidad, repartiendo el bien y eliminando el mal?
No creo
que sea necesario seguir con más interrogantes. Sabemos perfectamente cuál es
la realidad y la parte que a cada uno nos corresponde para vivir con honestidad,
felicidad y libertad.
“Sin la honestidad como norma de
vida en el comportamiento personal y en la sociedad, la vida es un calvario que
crece de manera progresiva y llega a la miseria material y moral”.
Los pueblos sucumben bajo el
aplastante dominio arrasador de la deshonestidad y la corrupción. Y si no los
corrigen, las consecuencias del mal perdurarán por generaciones, que la irán
ampliando hasta llegar a la miseria material total y moral.
La deshonestidad como norma, es la
forma de vivir en la miseria y cada vez agravándose hasta llegar a la muerte.
La
deshonestidad como norma es el camino del mal que nos lleva y arrastra a un mal
final.
La
deshonestidad como norma es el medio de desarrollar el mal.
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