“HABLAR
CARA A CARA”
Los seres humanos pueden tener tendencia a someterse a la
esclavitud, según sea la falta de
educación y de preparación.
¿Aceptamos con facilidad la esclavitud? No. Si no es así:
¿Por qué somos tan fácilmente esclavos de los medios que facilita la técnica
como es el móvil, el coche, el ordenador…?
Hemos luchado y derramado sangre por conquistar la sagrada y
necesaria libertad, y va a resultar que sin embargo somos unos esclavos.
En el siglo XXI, en el que hemos conseguido adelantos en la técnica
jamás imaginados –y solo estamos en el principio– somos esclavos de la
técnica que han desarrollado.
¿Cómo convencer que no hay nada como mirar a una persona a los
ojos, oír su voz y entonación, sentir su proximidad, su presencia, y saber y
entender de lo que estamos hablando, y no limitarse a leer lo que han
escrito otros sin saber quién ha sido y si ha salido de su corazón y de su
verdad, o si es solo decir y escribir sin sentir?
Todos estos comportamientos ilógicos, irracionales, miméticos,
copiando lo que otros dicen y escriben, sin tener criterio propio, forman una
definición de la esclavitud.
Hablar cara a cara es y ha sido la forma y manera que hemos usado
durante millones de años para entendernos.
Inventan medios maravillosos de la comunicación, que ha hecho
posible la maravillosa globalización, y lo que es un gran medio lo han
convertido en un fin esclavizador.
“¡¡¡Menudo tiempo nos espera!!!” Para colmo imitamos tanto que
usamos palabras inglesas (quizá hasta con presunción y mal empleadas) en vez de
españolas, cuando tenemos un idioma riquísimo en su vocabulario. El mimetismo
y el exceso de copia informal o incluso de copia fraudulenta están
manifestando la falta de identidad de un pueblo subyugado a los foráneos.
Le puedo decir a usted: ¡Qué buena persona es! Y se puede
interpretar de forma positiva o peyorativa, porque puede haberse dicho con
sorna, con burla, como crítica, y no como alabanza. Esto se sabe de forma
inmediata en una conversación presencial. Pero no a distancia.
¿Cómo se puede diferenciar esa frase en un medio digital y saber
qué sentido tiene? Usted me lo dirá.
No hay ni habrá nada más claro y efectivo que “el cara a cara” en
una conversación. Lo demás puede ser interpretativo con el riesgo de
equivocarse y afirmar lo contrario a lo que dice.
¿Cómo podemos titular, describir, desarrollar con palabras el
momento decadente que volvemos a vivir en una sociedad dominada por las
imágenes y medios digitales?
Que se lo pregunten a los romanos cuando entraron en decadencia y
una clara demostración era la depravación personal y social, y como ejemplo fue
el destape de la mujer.
Lo oculto, soñado y deseado estaba a la vista, y ya no había
ilusión de ver y acariciar lo que todos veían sin necesidad.
Hay jóvenes hoy que se masturban con pornografía en la red y no lo
consiguen con una mujer. “¡¡¡¡Habrá mayor aberración!!!”
Terminaremos no teniendo ilusión por ver el cuerpo maravilloso de
la mujer y acariciarlo, porque sin tener que desnudarse muchas ya van casi
desnudas por la calle o en el trabajo, no se ofrece ya la ilusión de ver y
acariciar lo que estaba y está reservado
para el amor.
¿Estamos nosotros ya en una degeneración y por tanto en plena
decadencia camino de la aniquilación?
Por favor: Usted me lo dirá.
Hablar cara a cara, esto no lo sustituirá el móvil ni la
tecnología, porque no se podrán besar ni acariciar, solo se verán en pantalla y
no en la realidad. No surgirá el amor. No se comprenderán.