miércoles, 30 de enero de 2019

“¡LA INDIFERENCIA!” “¡LA DESCONSIDERACIÓN!”






“¡LA INDIFERENCIA!” “¡LA DESCONSIDERACIÓN!”



La indiferencia es la madre del desprecio y de la falta de la honesta participación.
La mayor de las indiferencias es no corresponder al AMOR Y a LA AMISTAD.
En el caso de los creyentes, la mayor y más aterradora indiferencia es no tener a Padre Dios como Padre y como Dios.
El indiferente se aísla de forma progresiva. Al final, solo le quedará la soledad continua.
La desconsideración es uno de los pecados del mal educado.
El desconsiderado recibirá lo que ha repartido.
El ser humano es un ser social por necesidad y para poder vivir con los demás tiene que ser considerado y atento con los demás.
El aislamiento nunca es bueno si se ha hecho por desconsideración o por indiferencia.
Si desperdiciamos la vida, esa maravilla que tenemos en nuestras manos, por indiferencia o por desconsideración, nuestros actos nos arrastrarán al mal, y el mal nos pagará con más mal.
“¡El antídoto contra la indiferencia y la desconsideración es el amor!”
“¡Quien ama de verdad jamás es indiferente y menos desconsiderado!”
El amor es darse a los demás y, si es con pasión, recibirá no solo el amor que reparte sino la admiración por tanto valor y por tanto corazón.
“¡La indiferencia nos arrastra al aislamiento!”
Ser indiferente es una forma de actuar con desprecio y olvido de lo que le rodea, ya sea humano, circunstancial, o perenne.
Todos nos necesitamos. Se crea o no.
Pensar y creer que los demás no participan y actúan en lo que nos rodea, es andar ciego por vida, tropezando y cayendo en los hoyos que crea la vida por la indiferencia y la desconsideración.
Ser honesto, participativo y preocupado por la vida de los demás, es una forma de santidad, que aumenta en la medida que a amamos a los demás siendo considerados y atentos a las necesidades ajenas.
La indiferencia y la desconsideración nos arrastran al aislamiento hasta el olvido de los demás, dejándonos en el lugar que estábamos de egoísmo y del olvido de los demás.
Ser indiferente y desconsiderado es caminar ciego por la vida, tropezando y hasta cayendo en errores y pecados que nos irán hundiendo en el abismo de la maldad.
La indiferencia y la desconsideración es un mal que nos va envolviendo hasta convertirnos en solitarios en el mundo de la soledad.
La indiferencia y la desconsideración son males que se acrecientan con la vida. Quien las practica llega a ser un solitario en medio de la humanidad.
“¡La indiferencia y la desconsideración representan al ciudadano de una gran ciudad!”
Su problema es su problema, ni me importa ni me preocupa: mi vida la tengo resuelta. Resuelva sus problemas y no cuente conmigo. Yo estoy muy ocupado en mis cosas y no tengo tiempo para usted. Arrégleselas como pueda y no cuente conmigo.
¡Qué espanto! Se olvida que a ella y a él, tarde o temprano, necesitará la ayuda de quién desprecia por necedad o maldad.
“¡La indiferencia y la desconsideración son males que hay que extirpar para poder vivir con felicidad y en libertad!”
Si es indiferente y desconsiderado, tarde o temprano necesitará a los demás, y será un solitario taciturno de solemnidad.
“¡¡¡Dígame lo que siembra y le diré lo que recoge!!!”

lunes, 28 de enero de 2019

“¿¿¿A QUÉ ESPERA USTED???” “¿¿¿A QUÉ ESPERA LA HONESTA HUMANIDAD???”





“¿¿¿A QUÉ ESPERA USTED???”  “¿¿¿A QUÉ ESPERA LA HONESTA HUMANIDAD???”


"¿¿¿A QUÉ ESPERA USTED para comenzar aparar y solucionar el holocausto que todos hemos creado de nuestra propia destrucción, y continuamos destruyendo con nuestra aterradora contaminación y destrucción de nuestro absolutamente necesario e imprescindible hábitat natural???"
"¿¿¿A QUÉ ESPERA LA HONESTA HUMANIDAD???"
Hace tiempo que la humanidad vive con los ojos cerrados y oídos tapados a las espantosas lluvias torrenciales; a los huracanes nunca vistos y vividos, de más de trescientos kilómetros por hora; a los miles de personas que ya han muerto…: ¿A QUÉ ESPERA LA HONESTA HUMANIDAD?
¿Cómo llegar a muchas personas para decirles lo culpables que somos, por activa o por pasiva, con nuestro comportamiento deshonesto y desleal con mostros mismos, con nuestra familia, amigos, vecinos y con el resto de la humanidad al estar actuando y viviendo en contra de nuestra propia vida y existencia y la de los demás?
Nadie está ausente de este pecado personal, social y mundial y de esta locura que, por despreocupación o por inconsciencia de lo que estamos haciendo, ya hemos sembrado el mal local y universal en la Naturaleza, con nuestra despreocupación o por nuestra consciente acción, contaminando y destruyendo nuestro hábitat natural.
"¡¡¡Los gritos de la Naturaleza son ensordecedores y nadie los escucha ni los oye!!!"
¿Cuántas personas sobrevivirán dentro de un tiempo?  ¿Quién será el próximo que muera?
"¡¡¡No estaremos exentos de responsabilidad en esas muertes!!!"
Hay niños inocentes que también serán afectados. Y usted y yo seremos culpables en poco o en mucho del mal que ellos tengan por causa de esta sistemática destrucción de nuestro hábitat natural sobre la que no queremos actuar.
Ya nadie puede alegar el desconocimiento de las lluvias torrenciales y mortales, de los huracanes aterradores y mortales, de las continuas y constante agresiones al medio ambiente.
¿A qué espera a comportarse como un ser humano honesto y responsable con el medio ambiente -que es lo que se necesita, y necesitamos todos- para vivir y morir de forma normal, y no morir de forma agresiva, como nos puede suceder a usted, a mí, como les ha sucedido a los que ya han muerto?
¿Qué más puedo decir? ¿Qué puedo hacer para convencerle?
Espero que no sea usted, o sea yo, el próximo que muera por esta irresponsabilidad.
Del que muera, no se olvide: ha muerto por su causa, por la mía y por la de los demás que viven despreocupados, y no digamos de los directamente responsables.
"¡Ven o Santo Espíritu, llena los corazones de tus fieles y enciendes en ellos el fuego de Tu amor, para que asumiendo nuestra responsabilidad de lo que estamos haciendo, se pare al momento aterrador causado por efecto de los que vivimos despreocupados del cuidado de la naturaleza, de nuestro hábitat natural, y que no muera por esta causa nadie más!"
"¿¿¿A QUÉ ESPERA USTED???"  "¿¿¿A QUÉ ESPERA LA HONESTA HUMANIDAD???"
Usted me lo dirá.






viernes, 25 de enero de 2019

“¿QUÉ ES LA ESPERANZA?”




“¿QUÉ ES LA ESPERANZA?”


“¡¡¡La esperanza todo lo alcanza!!!”
Esperar con honestidad, humildad y amor, y creer en los demás, son los cimientos de la felicidad personal y de los demás.
“¡¡¡No creer en los demás nos arrastra al mal!!!”
Tenemos que tener fe y esperanza para que el mundo cambie porque colaboramos en el bien de los demás, compartimos la felicidad y repartimos nuestro AMOR Y AMISTAD.
¿Qué es la esperanza? La gran virtud de los santos.
Los santos lo son porque sus vidas están marcadas por la esperanza en un mundo mejor.
La esperanza nos libera de la desconfianza y fortalece las virtudes que necesitamos para caminar y encontrar la meta ideal: la santidad.
Nacimos de la esperanza de nuestros padres en crear a sus hijos, que son la bendición que colma las ansias de vivir con felicidad.
La felicidad es compartir la esperanza en un mundo mejor. Mundo en el que estamos nosotros con los demás, siempre que ayudemos a convertir en realidad lo que era y debe ser una esperanza de AMOR Y AMISTAD.
La esperanza es aquello a lo que tenemos que agarrarnos, con honestidad, humildad y sinceridad, para convertir en realidad el bien que debemos tener. Y si lo compartimos, aumentamos el bien de los demás.
“¡¡¡El bien es la esperanza del hoy y del mañana!!!”
La esperanza, como todo lo que es y necesita lucha y sacrificio, se hace realidad si damos nuestro AMOR Y AMISTAD con toda honestidad y sinceridad, a costa de la lucha que sea, y siempre con el fin de ayudar.
La esperanza debe tratar de convertir nuestro trabajo, bien hecho, en un motivo de esperanza, para beneficio propio y de los demás.
“¡¡¡La esperanza es convertir los sueños de AMOR Y AMISTAD en realidades tangibles!!!”
La esperanza de vivir con plena felicidad se hace real cuando actuamos con toda honestidad y ofrecemos oraciones y pequeños sacrificios, con el deseo sincero que todos sean felices en libertad.
La vida tiene sentido y valor si la vivimos con la esperanza y el trabajo por conquistar el bien personal y de los demás.
La desesperanza es la base en la que se apoya el mal. El mal, los malvados, intentan convencernos de que no vale la pena esperar, porque lo que esperamos no es real.
La realidad la formamos y conformamos con nuestros actos de esperanza en un mundo mejor. Mundo en que estamos todos, porque todos somos parte de la realidad y de la verdad de cada momento.
La esperanza es la tabla de salvación a la que todos nos podemos agarrar sí, con honestidad, sinceridad, AMOR Y AMISTAD, compartimos nuestra vida con los demás.
La esperanza es y debe ser por lo que debemos luchar.
La esperanza debe ser tratar de convertir los sueños anhelados en realidad.
La esperanza es y debe ser lo que ambicionamos con honestidad, AMOR Y AMISTAD.
La esperanza se convertirá en realidad en la medida de nuestro AMOR Y AMISTAD.
“¡¡¡Amar a los demás debe ser, y es, convertir la esperanza en realidad!!!”
“¡¡¡La esperanza es y debe ser convertir el AMOR Y LA AMISTAD en una realidad!!!”
¿Qué es la esperanza? “¡¡¡La esperanza es y debe ser: ser amado y amar a los demás!!!”



miércoles, 23 de enero de 2019

“¡¡¡FESTIVIDAD DE SAN ILDEFONSO, EL 23 DE ENERO, ONOMÁSTICA DE MI HIJO PRIMOGÉNITO ILDEFONSO JESÚS!!!”







AYER CELEBRAMOS EL VEINTICINCO ANIVERSARIO DE MI NIETA ADRIANA MARÍA DEL PINO Y HOY EL SANTO DE MI HIJO ILDEFONSO JESÚS.


Hoy festeja mi hijo mayor Ildefonso Jesús García-Correa y Suárez su onomástica de San Ildefonso. Muchísimas felicidades de tu padre, del recuerdo imperecedero tu santa madre, y del resto de la familia.
Mi hijo Ildefonso es una gran humanista, honesto, humilde, amigo de sus amigos, incansable trabajador donde los hay.
Licenciado en Ciencias de la Información en la Rama de Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
Graduado con honor en Humanidades por la Universidad de Nueva York. USA.
Diplomado en inglés y alemán. Idiomas que domina como el español.
Anécdota: El nombre de Ildefonso ha pasado, durante más de cinco siglos, de padres a nietos o a bisnietos, nunca de padre a hijo, incluido mi hijo. Mi padre se llamaba Ildefonso.
 San Ildefonso de Toledo, arzobispo, fue hijo de nobles visigodos y sobrino de San Eugenio III.  Su mayor legado es su prolífica producción de teología, con grandes rasgos marianos y sacramentarios. El episodio más importante de su vida fue la aparición  que tuvo de la Santísima Virgen. Descansa en la Catedral de Zamora.

Muchísimas felicidades a mí hijo Ilde en la compañía de su esposa Amelia Uceda Plaza. Viven en Madrid.


“¡¡¡LLEGÓ UN AÑO NUEVO!!!”




“¡¡¡LLEGÓ UN AÑO NUEVO!!!”

Llegó un Año Nuevo y se renuevan las ansias y deseos de convertirlo en una Año de plena felicidad en plena libertad.
Las ocasiones son constantes, solo tenemos que aprovecharlas.
De nosotros sigue dependiendo el presente y el futuro que construyamos.
No creo en el azar.
El azar es lo que hagamos conscientes de nuestros actos y de las consecuencias que de ellas se deriven en el presente: eso es, para mí, el azar.
"¡Construimos cada segundo de la vida con los hechos que realizamos conscientes de nuestros actos según nuestros deberes y derechos, valores y obligaciones!"
Llegó un año más. ¿Qué vamos hacer? ¿Seguir con la rutina o cambiar incrementando y fortaleciendo nuestros valores y creencias para el progreso personal y de los demás?
¿Dejaré de ser esclavo y viviré la libertad para el progreso personal y con ello ayudar a los demás?
¿Qué he hecho y qué he sido en el año que hemos dejado?
Eso solo lo sabe usted. Nosotros conoceremos los hechos, pero no sus deseos, si no los manifestó.
El secreto de algo personal, que puede remediar y ayudar a los demás, es una necedad y puede llegar a ser una maldad.
Debemos ser libros abiertos. Que todo el mundo conozca nuestro proceder, en especial aquello que afecta a los demás, ya sea en lo familiar o en lo social.
"¡¡¡La honestidad nos obliga a ser sinceros y verdaderos con nosotros mismos y con los demás!!!"
"¡¡¡La sinceridad con la honestidad nos ayudará a caminar seguros y convincentes, porque creerán en nosotros por nuestra lealtad, honestidad y amor a los demás!!!"
"¡Llegó el año nuevo! ¿Qué espera de él? ¿Qué hará de nuevo? ¿A dónde se dirigirá? ¿O solo seguirá viviendo rutinas y nada cambiará?  
"¡El progreso no es estático, es enormemente dinámico!"
"¡¡¡Progresar es mejorar!!!"
El progreso debe ser una parte importante de nuestras vidas. De lo contrario nos convertimos en un esclavo de la rutina, lo que impedirá el progreso material y espiritual.
El ser humano es un ser de actividad. "¡El pararse atrofia lo físico y lo espiritual!"
"¡¡¡El ser humano -usted, yo, y los demás- necesita la actividad y creatividad para el progreso, tanto material como espiritual!!!"
La inactividad atrofia y desgasta la salud moral y material, cuando lo fácil y sencillo es estar programando el futuro inmediato y mejor aún si también planeamos el futuro lejano.
"¡Llegó un año nuevo!" ¿Usted qué hará?

lunes, 21 de enero de 2019

“¡EL SANTO Y LA SANTIDAD. LA SANTIDAD Y EL SANTO!”





“¡EL SANTO Y LA SANTIDAD. LA SANTIDAD Y EL SANTO!”      

Ser santo es ser de Dios, que nos ha creado. Vivir esa realidad nos lleva a ser honestos con Dios, consigo mismo, y con los demás.
Solo Dios es santo. Pero Dios invita a todos a su perfección. Y ese camino es el amor, la razón por la que nos ha creado. Por eso la santidad, el amor, lleva a hacer el bien sin mirar a quién.
Nacimos para la santidad y debemos ser santos si tenemos honestidad.
"¡La honestidad es donde se desarrolla la santidad!"
"¡El santo no es por casualidad!"
La santidad se busca y se aprende desde niño, por la educación recibida de los padres en valores éticos morales o religiosos.
"¡La santidad de los hijos es el reflejo de la santidad de los padres!"
"¡Hijos santos, padres santos!"
"¡La oración, la meditación con Dios, la plegaria a Dios, es el medio y el camino recto para la santidad!"
"¡El amor, la humildad y la honestidad son los cimientos de la santidad!"
"¡Una de las grandes manifestaciones de la santidad es ayudar a los demás!"
“¡Los demás somos todos, con la predilección de los más necesitados!”
El santo sufre las penas del dolorido, se compadece del necesitado, ayuda al prójimo eficazmente, reza por todos, y ama a la humanidad con amor y pasión.
"¡El santo es habitatista por necesidad!" El santo busca mejorar el mundo en el que vivimos, el hábitat natural, por amor a la gente.
"¡La santidad debe ser la meta a alcanzar y a conquistar!"
La vida ofrece todas las necesarias oportunidades para ser santo de verdad. Pero solo se es santo para la eternidad cuando Dios nos acoge, con su misericordia, al final de nuestra vida. Solo Él ve en el fondo del corazón y tiene todos nuestros actos presentes.
"¡Desaprovechar las ocasiones y oportunidades de ayudar a la gente nos aparta de la santidad!"
“¡Vivir pensando en los demás y preocupado por los demás es el camino recto de la santidad!”
"¡El amor a los demás incrementa y eleva la santidad!"
"¡El santo vive pendiente de los demás!"
Todos debemos rezar y hacer pequeños sacrificios pidiendo por la santidad de la humanidad. Todos los seres humanos, de cualquier creencia y religión.
"¡Los santos tienen y reparten felicidad y libertad!"
Se nos ha dado la libertad para que por propia iniciativa amemos a los demás. Reitero: para ello necesitamos la honestidad, humildad y amor a los demás que eso es ser santo.
"¡La santidad no es patrimonio de unos pocos, sino de toda la humanidad!¡Todos estamos llamados a ser santos!"
“¡Todos tenemos las mismas oportunidades de ser santos, solo necesitamos rezar mucho, hacer pequeños sacrificios, ser humildes, honestos a carta cabal, y amar a los demás!”
"¡La santidad no es la gloria terrenal, pero sí es la eterna felicidad!"
"¡¡¡Nacemos para morir santos!!!"
Desaprovechar las oportunidades que nos da la vida para ser santos, es un dislate de valor incalculable, porque es perder la oportunidad de vivir la santidad eternamente.
"¡La santidad y el santo son una necesidad personal, social y mundial!"
Sin santidad no existe la plena felicidad ni la plena libertad.
Luchar por la felicidad y por la libertad, pero sin santidad, sin buscar la santidad, es perder el tiempo.
La santidad y el santo iluminan el camino que todos necesitamos recorrer para ser felices y libres.
"¡¡¡La santidad hay que buscarla en el amor, la humildad y la honestidad!!!"

viernes, 18 de enero de 2019

“¡¡¡LUCHAR POR CONQUISTAR LA LIBERTAD!!!”





“¡¡¡LUCHAR POR CONQUISTAR LA LIBERTAD!!!” 

Luchar por conquistar la libertad debe ser la meta de nuestra vida, porque solo con la libertad es posible crecer en valores y aspiraciones más allá de los engaños de los poderes perversos y del mal.
Soñar con la libertad es crecer en valores que nos llevan a conquistar los bienes de la tierra y a sentirnos libres de las ataduras del mal.
La libertad nos hace capaces de llegar a vivir la auténtica y verdadera felicidad.
La esclavitud, por el contrario, nos reduce a seres sometidos a la voluntad del esclavizador.
Hay innumerables bienes, algunos de ellos útiles, que nos reducen a la condición de esclavos y que acaban sometiéndonos en beneficio de otros que solo buscan dinero y poder, convirtiéndonos en esclavos de solemnidad.
Creía que habíamos vencido la esclavitud pero, por desgracia, cada día compruebo que hoy hay más esclavos que en el pasado.
¿Usted se siente esclavo? ¿Qué es la libertad para usted? ¿Vive feliz y contento porque tiene los maravillosos adelantos de la técnica? ¿Es usted libre de verdad? Si lo es, es libre de verdad.
La libertad nos permite hacer el bien o el mal.
Elegir es una virtud de la libertad. Saber elegir es una virtud heredada y aprendida por la educación familiar.
No me canso de repetir: solo, pura y exclusivamente, somos los padres los que educamos a nuestros hijos.
“¡¡¡Nuestros hijos son y serán la educación que les dimos!!!”
Soy lo que me educaron mis padres, y cuando falto a esos valores, creencias y principios peco, con el consiguiente arrepentimiento de haber faltado a lo que es mi vida de honestidad, de lealtad y amor a La Santísima Trinidad y a los demás.
“¡¡¡Los demás son mi dicha, mi ilusión y mi esperanza en un mundo mejor!!!”
Lucho por la libertad para que todos alcancemos la plena felicidad, porque sin la libertad, la felicidad, si es que existe en tal estado, nunca será plena.
Benditos y alabados los que luchan por la libertad, son los patricios de la humanidad y a quienes debemos imitar y agradecer el valor y su lucha por la que nos hace grandes para vencer al mal.
Luchar por la libertad debe ser el objetivo que nos debemos poner para ser merecedores de vivir con felicidad.
“¡¡¡Luchar por la libertad es de grandes, patricios y seres dignos de admiración y hasta veneración!!!”
Luchar por la libertad es la meta y el fin por la que debemos dar nuestra vida, para llenarla de valor y contenido, y con ello ayudar a los demás.
Luchar por la libertad es el logro de los grandes, a quienes debemos imitar.
“¡¡¡¡¡¡¡Luchar por conquistar la libertad es la meta y el fin para ser felices de verdad!!!!!!!”

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