“¿PARA QUÉ NACIMOS?” “¿QUÉ HACEMOS?”
¿Para qué nacimos?
Para vivir una vida llena de contenido, en la que predominen los valores y la
búsqueda de la felicidad y de la libertad.
¿Todos gozamos de esas
vivencias y prerrogativas? Creo que no.
¿Por qué no las
gozamos? Porque cada uno es dueño de sí mismo y puede hacer de su vida lo
que quiera.
Si gozáramos de esas
prerrogativas "per se", automáticamente, seríamos esclavos y no
libres. Estaríamos predestinados.
La libertad nos
permite hacernos daño y dañar a los demás. Hacer el bien o hacer el mal.
Entonces ¿Qué debemos
ser y hacer? Ser honestos con nosotros mismos y con los demás. Lo que no es una
devoción sino una obligación, que podemos o no cumplir según utilicemos la
libertad.
¿Cómo podemos ser
honestos con nosotros mismos y con los demás? Con la práctica de la honestidad
del AMOR Y LA AMISTAD.
La vida no es lo que
nos ha tocado vivir. Eso se llama predestinación. El ser humano, si tiene
libertad, no puede estar predestinado, lo cual sería una imposición externa.
Lo que nos ha tocado
vivir es lo que aceptamos hacer libremente. Salvo excepciones, lógicamente.
“¡La vida no es hacer lo que queramos, sino hacer lo que
debemos!”
La vida es hacer lo
que tenemos y debemos hacer de acuerdo a nuestras obligaciones, deberes y
derechos, en concordancia con nuestras creencias y valores.
La vida es esa
maravilla que nos ha permitido y tocado vivir. Y deberíamos vivirla de acuerdo
a los valores heredados, aprendidos y aceptados.
“¡La vida no es
vegetar y nada más!”
La vida es hacer
aquello que debemos y podemos hacer de acuerdo a nuestra honestidad, lealtad y
libertad. Esto es lo que llena la vida de valor y contenido, y lo que hace que
la muerte esté llena de esperanza, y no de amargura y tristeza.
Vegetar es lo que
hacen las plantas.
“¡Los seres humanos
tenemos libertad y conciencia, que nos dice lo que debemos hacer para cumplir
con nuestros deberes y derechos inherentes a la libertad!”
Rodar por la vida como
las ruedas de un coche, es ser manejado y conducido por donde nos quieran
llevar. Significa permitir que nos manipulen, convirtiéndonos en unos esclavos
de solemnidad.
“¡Tenemos la libertad,
el poder y el deber de decir y hacer lo que debemos hacer!” No solo lo
que queremos hacer o nos impongan.
Imponer es una
esclavitud por la que hay que luchar por vencer. Aquí estamos los demás para
ayudar. Eso es una de las razones fundamentales de nuestra existencia: AYUDAR.
“¡No ayudar es un
pecado de lesa humanidad, porque va en contra de las leyes humanas y divinas!”
¿Para que nacimos?
Para ser felices y libres, para llenar nuestra vida de valor y contenido, y
para morir con dignidad.
¿Para qué nacimos?
Para la felicidad y la libertad, para compartirlas con los demás y ayudar al
necesitado, para vivir y morir con la alegría de haber sido honestos y leales
con nosotros mismos y con los demás.
¿Para qué nacimos?
Usted me lo dirá.
He opinado, ahora le
toca a usted enriquecer el tema y corregir errores y pecados. Ayudar y que nos
ayuden a buscar lo que debemos hacer.
Tenemos la libertad y
el poder de decir y hacer lo que podemos y debemos hacer.
¿Para qué nacimos?
Para compartir, servir y ayudar.
¿Qué hacemos? Usted me
lo dirá. Gracias y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.