“¡YO SIEMPRE HE QUERIDO Y QUIERO, SERVIR A MI
PUEBLO!”
Yo siempre he querido, y quiero, servir a mi
pueblo, por el amor que le tengo.
Me educaron en unos valores que han sido el
guía de mi vida.
Daría marcha atrás para no cometer los errores
y pecados que he cometido, pero solo por eso.
Tratar de llenar la vida de valor y contenido
es el camino.
No amar a la tierra que me vio nacer, y a los
paisanos con quienes he convivido, sería una deslealtad: una maldad que
merecería el desprecio.
Vivir despreocupado de lo que le sucede a mi
vecino, a mi conciudadano, a mis familiares y amigos, me haría algo más que un
desagradecido: me haría un enemigo.
En esto de querer servir al pueblo con el que
uno convive no veo que pueda haber término medio: o se quiere, no se quiere.
“¡¡¡El servir no tiene medias, sino
enteras!!!”
“¡¡¡Para servir hay que ser honesto y leal
consigo mismo y con los demás!!!”
La honestidad, la lealtad y el amor son los
cimientos que dan fundamento y valor a la vida. Sin ellas no hay actitud de
servicio.
Para servir hay que amar. Lo contrario es
servilismo o egoísmo.
Yo siempre he querido, y quiero, servir a mi
pueblo. Lo que he hecho en este sentido me lo han pagado con creces. He
recibido más de lo que he dado.
Estoy eternamente agradecido a mi pueblo por
el bien y por la felicidad que me ha dado y que han quedado grabadas en mi
corazón para la eternidad.
Los reconocimientos me han mejorado como
persona: son una deuda impagable que he adquirido con mi pueblo al que tanto
quiero, y al que quiero servir hasta que muera.
Mi vida se ha enriquecido con el AMOR Y LA
AMISTAD del vecino.
“¡¡¡Mis vecinos, mis conciudadanos son mis
amigos-hermanos!!!”
Heredé valores morales, éticos y, en especial,
religiosos, que han dirigido y marcado mi vida, y que me han permitido ayudar a
mi pueblo con toda la honestidad, lealtad y amor de que he sido y soy capaz.
Pido, una vez más, perdón por mis errores y
pecados.
Quiero, amo y adoro a mi pueblo. Estoy
dispuesto a dar mi vida por el bien de mi pueblo.
Caminar en medio de mi pueblo y recibir el
saludo de mis vecinos, llena mi alma e inunda mi corazón de alegría y esperanza
en un mundo mejor.
El mundo será un paraíso cuando nos amemos los
unos a los otros con honestidad y lealtad.
Tratemos de servir a los demás con todo el
amor de que somos capaces, por nuestra honestidad, lealtad y sinceridad, y
seremos felices y libres.
“¡¡¡Si servimos a nuestro pueblo el presente y
el futuro serán, no solo esplendorosos, sino llenos de amor, felicidad y
libertad!!!”
“¡¡¡Servir a nuestro pueblo es un deber que
nace del querer!!!”
Sin el querer nada es honesto y leal, sino
obligado y no sentido. El amor todo lo redime y enaltece. Lo que se hace porque
se siente puede llegar a la categoría de maravilloso si se hace con honestidad
y lealtad.
Siempre he querido servir a mi pueblo. El amor
a mi pueblo comenzó en mí a temprana edad y ha crecido con el paso de los años.
Y eso me ha enriquecido.
“¡¡¡Quiera, ame, comparta su felicidad
sirviendo a su pueblo, y recibirá, con creces, el bien que ha repartido!!!”
Digo estas palabras para agradecer a mi pueblo
el haberme permitido que tratase de ser leal y honesto sirviendo con todo el
amor de que he sido capaz. La gente de mi pueblo me ha dado más de lo que yo
les he dado.
Sirva con honestidad, lealtad y amor a su
pueblo y llegará a gozar de la plena felicidad en la plena libertad.
Esto lo digo y lo repito, para agradecer a mi
pueblo que me haya permitido ser un leal y honesto servidor. Gracias a ello he
podido gozar las mieles de la felicidad y de la libertad.
He servido y sigo sirviendo a mi pueblo por el
amor que le tengo. He servido y sigo sirviendo a mi pueblo por los valores que
me infundieron mis antepasados, quienes también sirvieron a nuestro pueblo.
A lo largo de varias generaciones hemos
servido a nuestro pueblo. Espero que las próximas generaciones sigan sirviendo
a nuestro pueblo con toda la honestidad, lealtad y amor de que sean capaces,
para gozar de la plena felicidad y libertad por haber cumplido y
servido a su pueblo.
“¡Yo quiero y amo a mi pueblo!”
Y por ello le serviré hasta que muera.