“¡¡¡HABLAR CON DIOS!!!”
Hablar con Dios es rezar.
Rezar es hablar con Dios; ser oído y escuchado
por El de manera instantánea.
El ser humano no tiene una comunicación mejor
y más inmediata que la que tiene con Padre Dios. Eso es lo que ocurre cuando
rezamos.
“¡La complacencia de Padre Dios se vuelve
infinita desde el instante que recibe el rezo del fiel y amante fiel!”
Tener fe es algo de un valor y poder
incalculable.
La fe se tiene o no. Con la fe no hay término
medio, ni lo habrá jamás.
“¡¡¡Padre Dios dame fe!!!”
Con Padre Dios nada es intermedio.
Con Padre Dios todos son totales y absolutos,
reales y verdaderos, eficaces y concretos, con el añadido que es eterno.
“¡La oración tiene un eco eterno, que
perdurará para siempre!”
“¡Desde que Padre Dios no oye, nos oye la
eternidad!”
Padre Dios es infinitamente interminable.
Sabremos quién es Padre Dios cuando estemos en
Su presencia.
Que Padre Dios nos oiga es un logro divino, de
lo que los humanos somos actores, y Padre Dios el receptor divino.
Ser escuchados por Padre Dios fue el gran
regalo que El nos dejó a la humanidad, para que nunca le olvidemos, y le amemos
intensamente, y le pidamos soluciones a nuestras necesidades y problemas.
“¡Rezar es ser oído por Padre Dios!”
Creyentes o no. ¿Ha probado a rezar con fe,
con humildad, con esperanza y con amor? Si lo ha hecho: HA HABLADO CON PADRE
DIOS.
“¡HABLAR CON PADRE DIOS es cubrir todos los
vacíos y carencias que tenemos lo humanos!”
No deje de rezar -de habla con Padre Dios- y
se le resolverán todos sus problemas, si ha rezado con fe, humillad, esperanza
y profundo amor, y caridad.
Padre Dios se le pide, pero no exige nunca.
Exigirle a Padre Dios es una aberración.
HABLAR CON PADRE DIOS es haber encontrado la
solución de todos los problemas materiales y espirituales.
No deje de rezarle a Padre Dios pidiéndole la
solución de tal problema. Ahora bien, nunca olvide que Padre Dios le dará y le
concederá lo que más le convenga.
Si no tiene fe, BÚSQUELA SIN CESAR, y LE
GARANTIZO QUE LA ENCONTRARÁ.
Hablo mucho con Padre Dios, con La Santísima
Trinidad, con La Virgen Santísima, con San José su castísimo esposo y padre
putativo de Jesucristo Dios, así como con mi Ángel de la Guarda. A todos le
pido por el bien de la humanidad, y presiento, siento –al menos eso me dice mi
alma, mi corazón y mis sentidos vitales- que recibo siempre la misma
contestación: NO REZAN LO SUFICIENTE.
HABLE CON PADRE DIOS, y luego dígame lo que le
pareció y sintió. Si habló, si rezó con toda humildad, fe, esperanza y caridad,
y con el imprescindible añadido de amor profundo a Padre Dios, recibirá Su
contestación.
HABLAR CON DIOS es rezar, y comunicarse al
instante con LA DIVINIDAD DE DIOS. Será oído y atendido, si le ama con pasión.
HABLAR CON DIOS es unirse en la oración con el
ruego de ser oído por la DIVINIDAD DE PADRE DIOS.
PADRE DIOS siempre, siempre, siempre escucha,
y escuchará.
Quienes no oímos somos nosotros.
HABLAR CON DIOS es rezar y pedirle las
mercedes que nos convengan.
HABLAR CON DIOS y hallará la solución.
HABLAR CON DIOS y será oído.
HABLAR CON DIOS es rezar.
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