“¡¡¡EL TIEMPO LO ACLARA TODO!!!”

“¡¡¡EL TIEMPO LO ACLARA TODO!!!” 

El tiempo lo aclara todo porque es el medio y la forma para que la verdad se convierta en realidad.

“¡La verdad no es solo el momento, son los momentos que cubren un espacio del tiempo!”

Tratar de acelerar el tiempo hace enturbiar la realidad y la convierte en un galimatías difícil de expresar.

“¡El tiempo lo aclara todo, si al tiempo le damos tiempo!”

“¡Correr detrás de la realidad es una equivocación, porque la realidad siempre va delante y no detrás!”

La paciencia, la fe y la esperanza son valores que cimentan el camino que debemos recorrer para encontrar la realidad de la verdad de cada momento.

“¡Solo los sabios son capaces de encontrar  y ver la realidad del momento, sin que les empuje el tiempo!”

La sabiduría es vivir con y en la realidad. Para ello hay que tratar de convertir la vida en la verdad y realidad de cada momento.

Cada momento es realidad. Una realidad incuestionable.

Tratar de cambiar o mistificar la realidad del momento es meterse en el galimatías de no saber por dónde empezar.

“¡¡¡La realidad es la verdad del momento!!!”

Aceptar, con todas sus consecuencias, la realidad del momento nos pone en el camino de la verdad.

“¡La verdad es única e intransferible!”

Tratar de cambiar la verdad del momento es estar equivocado, lo que puede llegar a ser un mal sin necesidad.

“¡La vida es un continuo movimiento, que hay que vivirlo dentro de la realidad de cada momento!”

“¡¡¡Los valores éticos, morales o religiosos son determinantes en la realidad del momento!!!”·

Observar y meditar acerca de la realidad y verdad del momento fortalece y acrecienta el conocimiento. Hace que las personas sean más sabias.

El tiempo lo aclara todo porque es el tiempo lo que necesitamos para vivir con realidad y objetivad de ese momento.

El tiempo lo aclara todo si le damos la oportunidad de manifestarse: para eso hay que dar tiempo al tiempo (el tiempo necesario para ver con claridad cuál es la verdad de ese momento).

Siempre debemos tener presente la trascendencia.

Cada momento tiene su trascendencia, y vivir la realidad de ese momento, es vivir la verdad de ese momento.

El tiempo lo aclara todo porque es lo único necesario para ver, entender y esclarecer ese momento.

“¡Si contemplamos con honestidad y lealtad la realidad del momento, ahorramos tiempo!”

El tiempo lo aclara todo si, a ese todo, le sumamos los hechos de ese momento.

El tiempo lo aclara todo si sabemos que ese tiempo es la realidad del momento. Desperdiciar los momentos –algo que nunca más se repite- es de necios.

El tiempo lo aclara todo si sabemos escudriñar la realidad del momento.

Aceptar la realidad el momento es de sabios que respetan y acatan las órdenes de la honestidad, lealtad, amor y amistad de ese momento.

“¡¡¡El tiempo lo aclara todo si sabemos buscar la realidad y verdad de ese momento!!!”

“¡¡¡¡¡¡¡El tiempo lo aclara todo, si al tiempo le damos tiempo!!!”