“EL DINERO Y LA RELIGIÓN”
El dinero es el
invento humano que facilita las transacciones: en lugar de intercambiar cosas,
entregamos cosas por dinero.
El dinero es una
necesidad en la sociedad actual.
El dinero es un medio,
nunca un fin.
Los poderes perversos
son aquellos cuya meta y fin es ganar dinero y poder, a costa de lo que sea,
incluso de la autodestrucción. Lo que parece una aberración es una realidad
aterradora y mortal.
Los poderes perversos
son los grandes aliados del mal.
Hay poderes perversos
de todos los tamaños, y de todos los géneros y actividades.
El dinero es un medio,
no un fin. Quien no lo tiene claro vivirá atormentado, porque para el dinero no
hay final posible.
La Religión es un
medio, y debe ser un fin, para poder vivir en libertad y gozar de la felicidad
terrenal y luego la felicidad eterna.
¿Hay Religiones que
protegen el dinero?
¿Se puede proteger el
dinero en nombre de Dios?
“¡Tanto tienes, tanto
vales!” Esta frase ¿es verdad? Si lo es, eso significa que el mal se ha
aprovechado del incauto que ha caído en sus redes: porque el dinero es el medio
del que se aprovecha el mal para someter, dañar y esclavizar.
¿Hay Religiones que
protegen el dinero? Espero que no.
El dinero está
aceptado y se utiliza como medio de pago. Como medio, no como fin.
Quién concede al
dinero el valor de fin está en el camino del mal, y será arrastrado para
convertirse en un poder perverso.
¿Hay dirigentes de
Religiones que confunden y actúan utilizando el dinero como fin y no como
medio? Espero que no.
¿Una Religión puede
recibir dinero ilícito? ¿Quién, quienes serían los culpables?
Dios venga y se apiade
de nosotros si alguna Religión está sometida al dinero.
El dinero y la
Religión son dos cosas muy distintas. El dinero puede llegar a condenar. La
Religión salva.
“¡El dinero es un medio
pero jamás un fin!
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