“¡LOS MUERTOS SE MUEREN CUANDO LOS OLVIDAMOS!”

“¡LOS MUERTOS SE MUEREN CUANDO LOS OLVIDAMOS!” 

Los muertos se mueren para este mundo cuando los olvidamos.

Los muertos siguen vivos para nosotros cuando los recordamos.

Los recordemos o no, ellos siguen vivos ante Dios.

La muerte física es un hecho real e incontrovertido. Aunque vivan para Dios y también para nosotros, en nuestra vida continúan estando muertos cuando los olvidamos.

Recordar a los muertos es seguir manteniendo el amor que les tuvimos en vida. Al recordarlos, de forma constante y permanente, los mantenemos vivos para nosotros en la mente y en el corazón.

Olvidar a los muertos es enterrarlos en nuestras mentes y corazones y dejar de recodarlos para sustituirlos por otros vivos.

Recordar a los muertos no es revivirlos, es mantenerlos en el recuerdo, soñando y deseando compartir, nuevamente, las vivencias del pasado, y rezar por ellos. La fe nos dice que podemos dirigirnos espiritualmente a ellos por la gracia de Dios; sí, “hablar con ellos”. Podemos tenerlos de intercesores en nuestras oraciones.

Y siempre podemos rememorar el pasado con los seres queridos: son recuerdos que se avivan y complacen la existencia de ese momento soñado.

"¡¡¡Soñar y recordar y reavivar a los muertos es renacer el amor que les tuvimos!!!"

Los muertos, muertos están. No los vamos a resucitar, pero podemos olvidarnos y con ello enterrarlos para siempre a nuestros ojos.

Los muertos ya viven en la eternidad. Muchos en la felicidad de la contemplación de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, la Santísima Trinidad, de la Virgen Santísima, de la Corte Celestial. Y por gracia de Dios pueden acompañarnos espiritualmente en nuestra vida y nosotros podemos dirigirnos a ellos, rogarles cosas, confiarles preocupaciones. Pero, además, seguirán vivos en nuestras mentes y corazones si les recordamos con el amor que les tuvimos.

"¡El amor en la realidad y en el recuerdo es la liaison, es la unión infinita y eterna que durará por siempre, vivas o hayas muerto!"

Recordar a los muertos es recrear en la memoria los momentos que juntos vivimos y que siempre recordaremos.

"¡Amar y recordar a los seres queridos muertos es volver a hablar con ellos con el espíritu!"

"¡¡¡Los sentimientos son el reflejo del amor que tenemos y del que hemos tenido!!!"

Renazca, con ilusión y esperanza, el volvernos a encontrar con los seres queridos, que los sabemos vivos, y además los mantendremos vivimos en nuestros pensamientos.

La muerte de ellos se hace ruptura en nosotros solo cuando les olvidamos, cuando en realidad abandonamos a los seres que hemos querido, que hemos amado.

Vivir es la oportunidad de hacer muchas cosas y también corregir los errores y pecados.

Vivir debe ser usar cada momento para actuar de acuerdo a los valores y creencias que nos infundieron.

Desaprovechar la vida en bagatelas, en usar y tener lo que nos dicen que es la felicidad, convertirnos en consumidores creyendo que eso es la felicidad, es estar muertos para la felicidad.

"¡¡¡La esclavitud ha llegado y todo lo ha arrasado!!!"

¿Se siente usted libre? ¿Lo es de verdad? ¿O se lo cree porque tiene lo que le dicen que es la felicidad?

¿Para qué vive? ¿Para consumir y gastar? ¿Se siente satisfecho, gozoso y feliz? Dichoso usted, lo ha conseguido.

Pero espero que no esté equivocado. Hoy es muy fácil ser esclavo.

La esclavitud ha vuelto y lo está dominando todo.

¿Es usted verdaderamente libre y tiene tiempo para acordarse de sus muertos?

O ¿Es usted un esclavo y vive para consumir, gastar y votar y solo atender a su móvil?

Quien vive de esa manera, como esclavo que hace lo que le dicen que es la felicidad, leyendo lo que le dicen los demás, sin pensar nada propio, y sin participar, sin aportar nada… seguro que no tiene tiempo para acordarse de sus muertos.

Pero eso mismo recibirá. Así le harán a usted cuando haya muerto. Y habrá muerto para siempre.

Recordar y rememorar a los muertos con ilusión y esperanza de volvernos a encontrar, es la forma de que los muertos sigan vivos en nuestros corazones, renovando el amor que les tuvimos, y que esperamos compartir cuando nos llegue la hora de partir.

Los muertos mueren en nosotros cuando dejamos de recordarlos.

"¡LOS MUERTOS SE NOS MUEREN CUANDO LOS OLVIDAMOS!"