CARTA DE NUESTRO NUEVO PÁRROCO.
Carta de nuestro nuevo Párroco, don
Jorge Luis Martín de la Coba, publicada en la Hoja Informativa de la Parroquia PIEDRA VIVA nº 186. de octubre-noviembre 2013. Con ocasión de la NUEVA ETAPA EN NUESTRA
PARROQUIA.
Estimados
amigos:
Reciban
todos, un saludo de paz en el Señor. Pasar de una parroquia a otra no es un
simple traslado de lugar; lo siento más como un trasplante con un
desarraigo y un nuevo enraizamiento. Vengo con la intención de compartir la
vida, de caminar juntos en el seguimiento de Jesús, de ser al mismo tiempo, su
hermano por el bautismo y su párroco por el encargo episcopal.
Les
manifiesto mi disposición a gastar y desgastar mi vida al servicio del Señor,
del Evangelio y de esta comunidad parroquial. Comienzo esta nueva etapa, como
párroco de Tamaraceite, con una esperanza serena e ilusionada. Tengo
la experiencia de que Dios nos acompaña siempre y de que la esperanza en Dios nunca defrauda, aunque sea
probada mil veces, brota incesantemente con renovadas fuerzas. Pido a Dios que
«nuestro trabajo comience en Él, como en su fuente, y tienda siempre a
Él, como a su fin»
Saludo
a los seglares, a los religiosos y las religiosas, a las familias, tanto a
niños, adolescentes y jóvenes, como a
adultos y ancianos. Quiero estar cerca de ustedes como amigo, hermano y sacerdote. Quisiera que
encontraran en mí, un servidor y colaborador del Señor en todo lo que
signifique trabajar por la justicia y el amor, velar por el respeto de la vida
humana, impulsar la atención al matrimonio y la familia, fomentar la educación,
defender la elevación ética de nuestra sociedad, potenciar la cercanía a los
pobres, reconfortar a enfermos y necesitados; y en este tiempo de forma
particular deseo ayudar a todos los que la crisis económica y laboral ha golpeado con dureza.
El
Señor nos dice: «remen mar adentro». Todo está preparado para empezar la
travesía de este curso pastoral. La brújula ha sido ajustada en la dirección
exacta de Aquel que nos dijo: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida». Todos nosotros tenemos el compromiso de ser
constructores de una nueva sociedad, de crear espacios para que fructifique la
civilización del amor. El futuro no nace: se hace. Hay que forjarlo, fraguarlo.
Es una virtud. Es una fuerza. Es el momento de los compromisos y de los
testimonios.
En
la alegría del Señor resucitado, confiando en su ayuda continua, sigamos
adelante. El Señor nos ayudará y María, su Madre, estará a nuestro lado.
¡Ánimo!
Un
saludo fraternal. Jorge Luís Martín de la Coba.
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