“FELICITAR Y QUÉ DESEAR PARA EL PRÓXIMO AÑO”
Antes que nada
les deseo, a todas y a todos, la plena felicidad, para hoy y siempre, y que la gran
manifestación de ella, de esa plena felicidad, sea nuestra participación en la
búsqueda de bien de los demás.
Ya hemos vivido
un año más y ¿qué esperamos del próximo? Yo, al menos, ser mejor persona, ser
mejor cristiano y compartir la felicidad y la libertad.
¿De qué me
arrepiento en este año que ha pasado?
Lo mismo, pero al
revés: me arrepiento de no haber sido buena persona, de no haber sido buen
cristiano en todo lo que debía.
¿Qué me propongo?
Ser mejor, sin lugar a dudas, ser mejor.
¿Cómo? Muy fácil:
con la ayuda de Padre Dios, con la ayuda de todos ustedes y con mi esfuerzo.
Pero hay algo que
si tengo que añadir, y decirlo de la forma más elocuente y notoria posible, y
es:
“a todas y a todos, gracias por haberme ayudado a intentar ser
mejor persona, a ser libre y a ser feliz. Muchas Gracias y que Padre Dios les
bendiga a todos por ese enorme beneficio que me han hecho”.
Hechas las
manifestaciones y deseos personales, ahora entremos en qué entiendo y creo
deberíamos desear y hacer para el próximo año.
Hay tres
comportamientos que considero importante intentar vivirlos plenamente el
próximo año: ser honestos, ser participativos
y ser libres.
Cualquiera de
ellos hace y contribuyen a la felicidad personal y ajena.
Una vez más
volvemos a repetir: los seres humanos hemos nacido para ser felices, y no
desgraciados. Libres y no esclavos.
"¡Por supuesto, la
felicidad es algo que se tiene cuando se comparte, no se vive en solitario!"
"¡La esclavitud se
tiene cuando nos dejamos dominar, como va camino, o ya es, el coche, el móvil y el
ordenador!"
Por eso, y muchas
más razones, se necesita la honesta participación.
De la misma
manera, una de las aptitudes que conducen a la infelicidad es el egoísmo. Es
decir: lo contrario a la participación.
No cabe la menor
duda que predicar es una cosa, y dar pan es otra.
Y esto lo digo
por mí mismo. ¿Soy consecuente con lo que digo? O ¿pretendo que los demás
hagan lo que yo no hago?
Espero que mis
actos sean acordes a mis palabras, de lo contrario seré una persona sumamente
infeliz y cuentista. Y yo quiero ser feliz, honesto, participativo y libre, sin
lugar a dudas. ¿Quién no?
Por supuesto, lo
que estoy diciendo no pretende que seamos santos de altar, que seamos una
perfección. Aunque eso es lo que quisiera ser, aún no lo he conseguido, pero
sigo en el intento.
Pues mi deseo para el próximo año lo
resumo así:
“QUE TODOS NOS ESFORCEMOS EN SER MEJORES PERSONAS, EN SER BUENAS
PERSONAS CONSECUENTES CON NUESTRAS CREENCIAS, ASÍ SEREMOS LIBRES Y FELICES Y
CONTRIBUIREMOS, SI COMPARTIMOS, A LA FELICIDAD Y LIBERTAD DE LOS DEMÁS”.
"¡Para ello y como creyentes, se lo pedimos
a Padre Dios y a la Santísima Virgen del Pino para que todos seamos mejores
personas y esa bondad se reparte por el mundo, el cercano como el lejano, y así
consigamos que la felicidad y la libertad sean el estado natural de todos
nosotros!"
"¡Como siempre: de nosotros depende, no solo
en gran medida, sino que tenemos que crear y formar la mayoría!"
Muchísimas felicidades para ahora y
siempre.
Esto lo escribí el 16-12-2011 y lo publico hoy.
¿Qué ha
cambiado? Usted me lo dirá.
MUCHÍSIMAS FELICIDADES Y PARA SU FAMILIA, AMIGOS, VECINOS Y PARA EL MUNDO ENTERO.
MUCHÍSIMAS FELICIDADES Y PARA SU FAMILIA, AMIGOS, VECINOS Y PARA EL MUNDO ENTERO.
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