“¡LA ORACIÓN Y LA BENDICIÓN!”
La oración fue puesta por Padre Dios para que
los seres humanos - a quienes Dios ama infinitamente- nos comuniquemos con Él,
con Padre Dios, con la inmediatez de la instantaneidad. Para que hablemos
Contigo.
Hablar con Dios es la plena y real
oración.
Comunicarnos Contigo es la plena oración.
Poder comunicarnos con la Santísima Trinidad:
Padre, Hijo, y Espíritu Santo; Dios-Padre, Dios-Hijo encarnado en Jesucristo -Dios
y hombre verdadero- y Dios-Espíritu Santo, es de los mayores favores que los
seres humanos recibimos después de habernos hechos Sus hijos desde toda la
eternidad.
La Paternidad de Padre Dios es tan real,
verdadera y efectiva como ejecutiva y activa. Somos hijos de Dios.
Padre Dios nos ha dado la fe para que creamos
en Él.
Busque la fe y la hallará para gloria de Dios
y gloria suya.
¿Qué mayor favor que ser hijos de Padre Dios?
Padre Dios: te amo y te adoro con pasión.
Mi vida no tiene sentido ni valor sino
correspondo a Tu amor con el mío.
Me emociono y lloro al escribir estas palabras
con las que quisiera expresar la dicha de amar y ser amado por Padre Dios.
Las bendiciones y beneficios recibidos de
Padre Dios han hecho de mi vida un caminar seguro, y amándote soy un ser
privilegiado que sin ti no sabría vivir, ni comprender la realidad.
Me has concedido una vida larga de la que me
arrepentimiento, de todo corazón, de haberte fallado con mis errores y pecados.
Te pido Señor que me concedas el perdón, y me
conduzcas por el camino de la santidad con tu gracia para ser un fiel y real
amante de Ti, y ser un real y verdadero servidor de los demás.
No consigo contener mi emoción y el llanto
sabiendo y sintiendo lo mucho que me amas, y yo no saber corresponder a tanto
amor divino y celestial.
Por favor, Padre Dios, sígueme protegiendo
para poder ser un fiel, real y verdadero servidor tuyo y de los demás, tratando
de ayudar a que los demás también Te amen con pasión, como yo quiero amarte y
adorarte.
Son muchas las necesidades que tenemos y que
tengo. Sé que con el amor que nos tienes nos ayudarás a vivir con honestidad,
solidaridad y hermandad entre nosotros. Todo lo que nos das si te amamos y te
adoramos como nos has enseñado y aprendido del mismo amor que tú nos tienes.
Nunca me había sentido tan cerca de Ti. Me
parece que aún no sé corresponderte al amor que me tienes por mis errores y
pecados.
¿Cómo puedo transmitir la dicha inefable al
sentirte tan cerca de mí?
Mi emoción es continua, verdadera y sentida de
tal manera que quisiera que nunca acabase esta sensación de paz y alegría, de
esperanza e ilusión de sentirte tan cercano, Tu, mi Padre Dios.
Nunca me había sentido tan cerca de Ti, y saber
y sentir que me amas, y quisiera corresponderte con todo el corazón y con el
alma entera.
Quisiera amarte de verdad con todo el amor de
que soy capaz, y adorarte por toda la eternidad.
No recuerdo haber vivido, con tanta
intensidad, mi amor hacia Ti. Como nunca antes siento y percibo lo mucho que me
amas a mí.
No dejes que este amor disminuya, haz que se
acreciente, y consiga transmitirlo a mis amigos-hermanos, y al mundo entero.
Estoy viviendo Tu amor, y la pasión del mío,
con una felicidad que soy incapaz de describir. Nunca antes la había vivido con
tanta realidad y sensación.
¿Cómo puedo transmitir y explicar la dicha de
amarte con pasión?
El cenit de mi vida, ya al atardecer de mis
días, lo has convertido en la dicha anhelada de querer llegar a Ti, para nunca
jamás separarme de Ti.
Mis queridas amigas-hermanas y mis queridos amigos-hermanos:
amen y con pasión a Padre Dios, y les dará la dicha inefable que estoy gozando
y que no quisiera que acabase jamás.
No paro de llorar de inmensa alegría y pasión
al sentir esta indescriptible felicidad, que me está dando Padre Dios, y que
estoy recibiendo con toda intensidad.
Jamás pensé que pudiera sentir tanta y
tan especial felicidad.
No quisiera que lo que siento en este momento
acabase jamás. Y deseo que pudiera transmitirlo al mundo entero.
Jamás pensé que me amases tanto y me dieras
esta felicidad que se quedará grabada si es tu gracia por toda la eternidad.
Hasta que Te vea, Padre Dios, que será cuando
decidas, aquí me tienes, esperando tu llamada para tener la dicha de
contemplarte.
Te quiero y te amo con pasión, y recibo Tu
amor con intensidad, que espero que nunca acabe.
Te quiero y te amo con pasión, y recibo Tú
amor con intensidad, a la espera de cuando me tengas ante Ti y pueda
contemplarte.
Este es el día más bello y grandioso de mi
vida. Y no quisiera que acabase jamás.
Nunca me había sentido tan cerca de Ti, de la
Santísima Trinidad.
La oración ha sido oída y la bendición la he
recibido. Bendito sea Dios.