viernes, 13 de diciembre de 2019

“¡LA ORACIÓN Y LA BENDICIÓN!”




“¡LA ORACIÓN Y LA BENDICIÓN!” 

La oración fue puesta por Padre Dios para que los seres humanos - a quienes Dios ama infinitamente- nos comuniquemos con Él, con Padre Dios, con la inmediatez de la instantaneidad. Para que hablemos Contigo.
Hablar con Dios es la plena y real oración.
Comunicarnos Contigo es la plena oración.
Poder comunicarnos con la Santísima Trinidad: Padre, Hijo, y Espíritu Santo; Dios-Padre, Dios-Hijo encarnado en Jesucristo -Dios y hombre verdadero- y Dios-Espíritu Santo, es de los mayores favores que los seres humanos recibimos después de habernos hechos Sus hijos desde toda la eternidad.
La Paternidad de Padre Dios es tan real, verdadera y efectiva como ejecutiva y activa. Somos hijos de Dios.
Padre Dios nos ha dado la fe para que creamos en Él.
Busque la fe y la hallará para gloria de Dios y gloria suya.
¿Qué mayor favor que ser hijos de Padre Dios?
Padre Dios: te amo y te adoro con pasión.
Mi vida no tiene sentido ni valor sino correspondo a Tu amor con el mío.
Me emociono y lloro al escribir estas palabras con las que quisiera expresar la dicha de amar y ser amado por Padre Dios.
Las bendiciones y beneficios recibidos de Padre Dios han hecho de mi vida un caminar seguro, y amándote soy un ser privilegiado que sin ti no sabría vivir, ni comprender la realidad.
Me has concedido una vida larga de la que me arrepentimiento, de todo corazón, de haberte fallado con mis errores y pecados.
Te pido Señor que me concedas el perdón, y me conduzcas por el camino de la santidad con tu gracia para ser un fiel y real amante de Ti, y ser un real y verdadero servidor de los demás.
No consigo contener mi emoción y el llanto sabiendo y sintiendo lo mucho que me amas, y yo no saber corresponder a tanto amor divino y celestial.
Por favor, Padre Dios, sígueme protegiendo para poder ser un fiel, real y verdadero servidor tuyo y de los demás, tratando de ayudar a que los demás también Te amen con pasión, como yo quiero amarte y adorarte.
Son muchas las necesidades que tenemos y que tengo. Sé que con el amor que nos tienes nos ayudarás a vivir con honestidad, solidaridad y hermandad entre nosotros. Todo lo que nos das si te amamos y te adoramos como nos has enseñado y aprendido del mismo amor que tú nos tienes.
Nunca me había sentido tan cerca de Ti. Me parece que aún no sé corresponderte al amor que me tienes por mis errores y pecados.
¿Cómo puedo transmitir la dicha inefable al sentirte tan cerca de mí?
Mi emoción es continua, verdadera y sentida de tal manera que quisiera que nunca acabase esta sensación de paz y alegría, de esperanza e ilusión de sentirte tan cercano, Tu, mi Padre Dios.
Nunca me había sentido tan cerca de Ti, y saber y sentir que me amas, y quisiera corresponderte con todo el corazón y con el alma entera.
Quisiera amarte de verdad con todo el amor de que soy capaz, y adorarte por toda la eternidad.
No recuerdo haber vivido, con tanta intensidad, mi amor hacia Ti. Como nunca antes siento y percibo lo mucho que me amas a mí.
No dejes que este amor disminuya, haz que se acreciente, y consiga transmitirlo a mis amigos-hermanos, y al mundo entero.
Estoy viviendo Tu amor, y la pasión del mío, con una felicidad que soy incapaz de describir. Nunca antes la había vivido con tanta realidad y sensación.
¿Cómo puedo transmitir y explicar la dicha de amarte con pasión?
El cenit de mi vida, ya al atardecer de mis días, lo has convertido en la dicha anhelada de querer llegar a Ti, para nunca jamás separarme de Ti.
Mis queridas amigas-hermanas y mis queridos amigos-hermanos: amen y con pasión a Padre Dios, y les dará la dicha inefable que estoy gozando y que no quisiera que acabase jamás.
No paro de llorar de inmensa alegría y pasión al sentir esta indescriptible felicidad, que me está dando Padre Dios, y que estoy recibiendo con toda intensidad.
Jamás pensé que pudiera sentir tanta y tan especial felicidad.
No quisiera que lo que siento en este momento acabase jamás. Y deseo que pudiera transmitirlo al mundo entero.
Jamás pensé que me amases tanto y me dieras esta felicidad que se quedará grabada si es tu gracia por toda la eternidad.
Hasta que Te vea, Padre Dios, que será cuando decidas, aquí me tienes, esperando tu llamada para tener la dicha de contemplarte.
Te quiero y te amo con pasión, y recibo Tu amor con intensidad, que espero que nunca acabe.
Te quiero y te amo con pasión, y recibo Tú amor con intensidad, a la espera de cuando me tengas ante Ti y pueda contemplarte.
Este es el día más bello y grandioso de mi vida. Y no quisiera que acabase jamás.
Nunca me había sentido tan cerca de Ti, de la Santísima Trinidad.
La oración ha sido oída y la bendición la he recibido. Bendito sea Dios.



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