“SISTEMA NACIONAL DE SALUD DE ESPAÑA”
EL SISTEMA NACIONAL DE SALUD DE ESPAÑA es una herencia de la
última dictadura, y ahora con la democracia la decadencia parece inevitable.
"¡Horror de horrores!"
El progreso de los pueblos es lograr el bien, útil, efectivo
y necesario de cubrir las necesidades primarias más fundamentales, como es la
salud.
La salud es uno de los pilares fundamentales de la libertad.
La pérdida de la salud por los malos o deficientes servicios
del Ente encargado de proporcionarlos, es un ataque frontal a la dignidad de la
persona humana.
En muchas ocasiones esa decadencia, esa deficiencia es consecuencia
del libertinaje.
Miles de años y millones de vidas de personas ha costado la
conquista de la libertad, y ahora, con cierta presunción petulante e ignorante,
he conocido, por primera vez, lo que es la esclavitud de sumisos, incluso de
buena voluntad, que se rinden y convierten un medio en un fin, o no apoyan o no
exigen que la salud esté por encima de cualquier otro gasto. Sea el que sea; si
no hay salud corporal de la ciudadanía no hay vida, no hay libertad.
La tecnología ha sido el gran logro de la actualidad,
dándonos y permitiendo la maravillosa globalización, que nos permite enterarnos
al momento de lo que sucede en las antípodas, como de saber los adelantos o las
desgracias que ocurren en otras latitudes.
El mal se está apoderando de la humanidad.
Con un pueblo esclavo no solo no hay progreso, sino algo
mucho peor: no hay libertad, y menos felicidad.
¿A qué viene todo esto? ¿Tiene relación con la democracia
o con la dictadura? ¿Es real lo que digo que vivo?
¿A qué viene todo esto? En la dictadura se crea un ente de
absoluta necesidad: para la salud de sus habitantes, y en democracia, cuando
debería funcionar mucho mejor, se maltrata y no se atiende esa necesidad
imperiosa de la salud de los ciudadanos. ¿Es real o aparente?
Se sabe que los médicos, y enfermeros y ayudantes, no tienen
los incentivos y los sueldos adecuados a su meritoria e invalorable labor.
¿Tienen los médicos y los ayudantes los medios y el tiempo
necesarios para que puedan dar la atención debida a los pacientes?
¿Qué es democracia? Democracia significa que la autoridad
está en el pueblo que la delega en quienes resultan elegidos por votación
honesta y libre, y la aceptan con todas sus consecuencias.
¿Es real lo que creo que vivo y digo? Usted me lo dirá.
¿Es real que la atención sanitaria va en decadencia, con gran
daño y perjuicio para los enfermos, y parece que su decadencia va a continuar?
¿Existen poderes perversos –quizás internacionales- que
tratan de conseguir sus fines de destruir la Sanidad Pública española?
¿Los recursos del Estado se invierten de acuerdo con las
auténticas y vitales necesidades de la ciudadanía?
En el ocaso de mi vida hago recuento de las vivencias y
contradicciones que he vivido, y el asombro es supino porque parece ser un
milagro que aún exista el maravilloso y necesario Servicio de Salud, que tanto
bien ha reportado a nuestro pueblo español y tanto y necesario bien debe
aportar para la salud suya, del vecino, del amigo, y de todo el necesitado, en
algo tan vital como es la salud.
La decadencia de los pueblos comienza y se desarrolla cuando
las cosas necesarias se convierten en un lujo a las que solo los económicamente
pudientes pueden acceder.
¿Qué hacen los responsables elegidos democráticamente? ¿Se
gastan los recursos, el dinero, los medios personales y económicos, en
otras inversiones de menor necesidad?
¿Quiénes son los culpables? ¿Los culpables son los médicos,
los enfermeros, los asistentes, los funcionarios, los pacientes...? ¿Quiénes
son los culpables de que la sanidad española vaya en decadencia con el
consiguiente perjuicio irrecuperable de lo que puede llegar a ser hasta la
muerte de un paciente?
Y estoy pensando y creyendo que los responsables son honestos
y servidores de la comunidad.
¿Qué le sucede al Sistema Nacional Salud de España?
Por favor: Usted me lo dirá.
Hasta entonces: Benditas y benditos sean los médicos y las médicas, las enfermeras y los enfermeros, y todas y todos los que, con su encomiable labor, nos ayudan a remediar los males que tenemos.
Hasta entonces: Benditas y benditos sean los médicos y las médicas, las enfermeras y los enfermeros, y todas y todos los que, con su encomiable labor, nos ayudan a remediar los males que tenemos.
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