viernes, 17 de agosto de 2012

“LA MARAVILLOSA VEJEZ”

“LA MARAVILLOSA VEJEZ”        
          Envejecer es una de las grandiosas vivencias humanas, y la época cumbre de la existencia.
         Se envejece con una maduración que hace resaltar el valor inconmensurable del cariño, del amor.
         Es maravilloso envejecer, aún con achaques propios de la edad.
         Los valores se incrementan, la experiencia es mayor y como resultado se vive la realidad, y, además, de manera sublime y con mayor tolerancia.
         ¡Pobre del que no la viva así!
         No respetar al viejo es un signo ineludible de una falta gravísima de educación y de valores.
         Se llega a la vejez por la vida.
         Por ser viejo no se tienen más méritos, sólo se tiene más vida, que da la experiencia.
         La experiencia es la madre de las ciencias.
         Y ¿por qué digo todo esto?
         La Comisión Europea ha declarado este año 2012 como el “Año Europeo del Envejecimiento Activo y Solidario Intergeneracional”.
         Y ¿saben que entre los varios objetivos,-  muy buenos por cierto -, hay uno que, a mi entender, la encharca? porque dice: “como consecuencia de mantener la actividad intelectual las personas mayores, el sistema público de salud se ve beneficiado al reducir sus cargas asistenciales”.
         En otras palabras, que se consigue ahorro de dinero, lo que me parece estupendo, pero me sigo sintiendo un ser humano de valor incalculable e irrepetible, y que antes que gastos o de ahorro somos personas que al llegar a viejos Dios nos ha permitido vivir estos años y enriquecernos, lo cual debe ser bueno y necesario para la comunidad, y si como consecuencia de nuestra actividad necesitamos menos atenciones sanitarias muchísimo mejor para todos, pero no como uno de los fines notorios de la celebración.
         Decía el famoso poeta latino Virgilio que “el tiempo se escapa irremediablemente”, y recalco que se nos pasa a todos por igual.
         Pero hay unos a quienes se les pasa con alegría y a otros con tristeza.
         Como dato anecdótico personal, repetir que, después de mi infarto, espero con ilusión a la muerte, y la espero así por la fe religiosa que tengo en Padre Dios y por la madurez de los años.
         Espero y deseo que todos los que somos mayores, los que somos viejos, vivamos el tiempo que nos queda,- que pasa irremediablemente-, sea con gran ilusión y en plena actividad, queriendo a la familia, a los amigos y a la comunidad, y al ser participativos activos, libres y felices esperemos a vernos con Padre Dios, cuando Él lo disponga, para la dicha eterna de Su contemplación en el cielo.
         Deseamos ser comprendidos y respetados. Y, si se acepta la proposición que hice de dedicarle, al menos una hora a la semana a la comunidad, podremos ser considerados como algo importante de la misma, porque estaremos cooperando, con nuestro tiempo y saberes, al bien de todos.
         En espera que nuestra cooperación sea una realidad y ser merecedores de los honores de protectores de la comunidad, reciban mi cariño y el deseo de la plena felicidad.

2 comentarios:

  1. Mi querido amigo:

    Tienes razón sobre que es un año en el que hace una llamada de atención hacia la consideración sobre las personas con más edad, con más veteranía y que se merecen el reconocimiento de su función en la sociedad a lo largo de su vida. No solo se ha de mirar su productividad económica, también el cariño, el amor desarrollado en cada instante de su existir, la mejor argamasa de la historia para dejar sólidas construcciones.

    Como dices, qué pena que se lleve la vejez como carga de penares, como saco lleno de piedras que portas a la espalda y por eso se curva. La vida para nadie es fácil, pero de todo hemos ido saliendo, de todas hemos aprendido a luchar, a mejorar el momento malo acaecido y esa experiencia es la que nos hace valorar lo bueno; tratarla y buscarla como la perla o el tesoro que hemos logrado tener en algunos momentos.

    Tu vida es, para mí y para muchos, no un ejemplo sino un modelo a seguir. Cuando se me aflojan las fuerzas, pienso en ti, todo lo que haces y tu cumplir con tus compromisos: los “oficiales”, porque no te jubilas y los altruistas, de los que cada día tienes más.
    Sigue así, amigo, hacen falta muchos mayores tan vigorosos como tú.

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    Respuestas
    1. ¡De qué manera más maravillosa llenas estos vacios! Hoy vale más el blog, y así seguirá con tus inestimables comentarios.
      Deseo, con todas mis fuerzas y esperanzas, ser merecedor de tus palabras. No cejaré en el intento. Gracias, amiga mía.

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