“EL RESURGIR DE LA DEMOCRACIA”.
Siempre digo y repito que después de Padre Dios
considero la mayor necesidad vital vivir y compartir la libertad.
La libertad es el medio y es el fin para poder
gozar de la plena felicidad, en la plena libertad.
La libertad es el medio y el fin para
desarrollar la responsabilidad, la virtud de la amistad, y la solidaridad. Por
eso entiendo la ciudadanía como esa verdadera identidad y amor a su tierra, a
su gente, a su Patria, que todos los seres humanos tenemos y a todo lo que la
representa como son la bandera y la autoridad legítima que nos gobierne. En
España, su Majestad el Rey don Felipe VI. Y dominando sobre todo el amor
a los demás.
Benditos y alabados sean los pueblos libres
porque de ellos nace y crece lo que necesitamos para ser libres y responsables
y vivir como auténticos seres humanos portadores de valores eternos.
Tengo el honor y la responsabilidad de haber
vivido y participado en el paso de la dictadura a la democracia en Gran
Canaria, España.
Era concejal del Ayuntamiento capitalino de
nuestra ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, cuando todo un pueblo honesto,
culto, responsable y deseoso de participar honestamente asumimos lo que tanto
deseábamos: tener y vivir la libertad.
Fue una transición sumamente pacífica. Los que
aún seguían queriendo la dictadura fueron ejemplares en aceptar el cambio sin
traumas ni discusiones ni manifestaciones en contra, salvo excepciones, como
siempre. Se vivió una transición sin igual.
Fuimos y seguimos siendo un ejemplo de un gran,
honesto y participativo pueblo lleno de ilusión y esperanza.
Nos convertimos en un paradigma de la honesta
participación personal y social. Había, claro, un pueblo educado y respetuoso,
pues su comportamiento fue verdaderamente ejemplar, de admirar.
Lo ambicionado no fue razón de luchas ni
contiendas. Unos aceptando la realidad del momento y otros adaptándonos a vivir
en libertad.
Vivir la libertad no es nada fácil. Es más fácil
ser complemento o ser objeto que ser sujeto, el que actúa.
Para ser sujeto en el comportamiento personal y
social se necesitan cualidades y virtudes que o se tienen o no se tienen. No se
aprende, y menos se vive, normalmente, pasar de la mañana a la noche de una
dictadura a una democracia y sin traumas.
Había un pueblo deseoso de ser partícipe de su
propia vida e historia. Y todo estaba sustentado por la educación que habíamos
recibido y que nos habían dado nuestros padres y que los hijos la había y la
habíamos aceptado.
Fue una época esplendorosa, gloriosa y de una
enorme esperanza.
El asociacionismo surgió de manera arrolladora.
Los ciudadanos nos uníamos para juntos luchar por el bien común.
“¡El yo pasó al nosotros!”
Recuerdo que cuando entré como concejal y siendo
responsable de un Distrito de la Ciudad, de una simpe asociación de vecinos se
pasó a crearse la Primera Federación de Asociaciones de Vecinos de toda España
con 23 Asociaciones. Muy activas. Fuimos un ejemplo digno de admirar.
“¡El sentido patriótico, de comunidad y de la
honesta participación era dominante y arrollador!”
“¡Todos teníamos el mismo ideal: luchar por el
bien de lo demás!”
Fue algo maravilloso, digno de revivirlo y
recordarlo. Algo que nunca olvidaré.
Le debo, personalmente, a mis conciudadanos y al
Ayuntamiento el haberme mejorado como persona. Mi deuda con la sociedad y con
el Ayuntamiento es eterna. Gracias.
Hoy, y a lo largo de los muchos años he tratado
de ir perfeccionando ese amor a los demás que ha llenado y llena mi vida de
sentido, de responsabilidad y de amor a los demás.
Gracias a Padre Dios. Gracias a Su Majestad el
Rey don Juan Carlos, pues fue fundamental su decisión clara y evidente de
proteger y respetar la democracia: puso la Corona y su vida en riesgo por esos
maravillosos ideales y por la necesidad de vivir plenamente la libertad.
Gracias honorables, honestos, cultos,
participativos y laboriosos ciudadanos del pueblo grancanario.
Benditos y alabados sean todas y todos aquellos
canarios que unidos en asociaciones desarrollamos y fundamentamos la libertad
social, que hoy tan mal se usa y tan mal se disfruta.
Pero esto último será tema para otro escrito,
pues hemos de recuperar aquellos valores de una transición memorable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.